INDONESIA: Primeros comicios libres en 42 años

Millones de ciudadanos se dirigieron hoy a las urnas en las primeras elecciones democráticas de Indonesia en 42 años, bajo la mirada de 400 observadores nacionales y extranjeros.

Estos comicios parlamentarios difieren mucho de los celebrados bajo el gobierno del general Alí Suharto, que ganó mediante la proscripción de sus opositores todas las votaciones celebradas durante su régimen de 32 años.

Esta vez, los indonesios elegirán un nuevo parlamento y asambleas provinciales y de distrito entre 48 partidos políticos.

"Es algo diferente. Puedo votar por el partido de mi elección sin temor a ser increpado por mis superiories", manifestó Suhartini, un funcionario gubernamental de Yakarta Occidental, luego de emitir su sufragio.

El presidente Bacharuddin Jusuf Habibie, quien llegó a su centro de votación establecido bajo una gran tienda de campaña, justo a 150 metros de su casa en el barrio de Patra Kuningan, de la capital, hizo fila junto a otros votantes bajo una intensa lluvia.

Habibie, antiguo protegido y sucesor de Suharto, impulsó esta elección, que estaba prevista para el año 2002, y aspira a un nuevo mandato como presidente.

La votación se inició en el centro y el este del archipiélago asiático, y luego fue el turno de los residentes de Yakarta. En todo el país se instalaron 320.000 centros de votación, para 115 millones de votantes habilitados.

Se preveía que el recuento de los votos comenzaría a las 7 p.m. hora local y se completará en dos semanas.

El pueblo designará los ocupantes de 462 escaños en el Consejo Representativo del Pueblo, de 500 asientos, y los restantes 38 corresponderán a representantes de las fuerzas armadas.

El Consejo y 200 representantes de varios sectores de la sociedad formarán la Asamblea Consultiva del Pueblo, que elegirá un presidente y un vicepresidente en noviembre.

Pese a la tensión reinante y a los hechos de violencia, especialmente fuera de la capital, la campaña electoral fue menos problemática de lo que se esperaba.

En los 17 días de campaña que culminaron el día 4, partidarios del gobernante partido Golkar fueron atacados en varias ocasiones, por lo que un grupo de soldados abrió fuego en Yakarta el pasado viernes.

Así mismo, varias zonas como el territorio de Timor Oriental, Aceh y las islas de Maluku fueron escenario de sangrientos disturbios en los últimos meses debido a tensiones políticas o religiosas.

Aunque se preveía una alta participación electoral en todo el país, fue escasa en Aceh, donde el movimiento separatista llamó a un boicot.

Sin embargo, muchos asimilaron la campaña a un carnaval que tuvo como protagonistas los colores de los diferentes partidos políticos, en marcado contraste con las "campañas" de la era de Suharto.

Muchos de los partidos políticos activos en esta elección son recién llegados a la escena política, y otros resurgieron luego de su proscripción bajo el gobierno de Suharto, cuando sólo Golkar y otros dos partidos eran legales.

El propio Golkar intentó transformarse en un partido de reforma y distanciarse del antiguo régimen, con escaso éxito. Ahora enfrenta un gran desafío por parte de los partidos con plataformas reformistas.

Entre las agrupaciones con más posibilidades de victoria está el secular Partido-Lucha Indonesio de la Democracia, encabezado por la popular Megawati Sukarnoputri, hija de Ahmed Sukarno, fundador de la república.

Megawati, quien previsiblemente será candidata a la presidencia, es inmensamente popular, aunque los críticos apuntan a su inexperiencia política. Hasta ahora no presentó un programa concreto de gobierno.

Junto a otros dos partidos (el Partido del Mandato Nacional, del reformista Amien Rais, y el Partido del Despertar Nacional, del líder musulmán moderado Abudrrahman Wahid), Megawati integra un frente anti-Golkar.

La pertenencia de Rais y Wahid a circunscripciones musulmanas generaron especulaciones sobre la probable incomodidad de ambos líderes junto a un grupo secular como el de Megawati.

Sin embargo, muchos analistas opinan que los numerosos partidos islámicos que se disputan los votos no modificarán radicalmente la escena política.

Aunque los musulmanes constituyen cerca de 90 por ciento de la población indonesia, de 202 millones, los clérigos islámicos tuvieron escaso poder durante el régimen de Suharto.

Varios observadores opinaron que la oposición tiene buenas posibilidades de lograr la mitad de los votos, pero eso será más fácil en la isla de Java, con un fuerte resentimiento hacia Gokar, que en las provincias más remotas, donde el partido de gobierno tiene una impresionante maquinaria.

Si ningún partido o grupo obtiene una clara mayoría para formar un gobierno, tendrá que establecerse una coalición.

El período de negociaciones podría ser de gran inestabilidad. Peor aún, podría conducir a una parálisis de la Asamblea Consultiva del Pueblo, señalan analistas.

Por otra parte, una victoria de Golkar y sus aliados, que representan la continuación del actual status-quo, muy probablemente generará acusaciones de fraude electoral.

"Si triunfan los partidos continuistas, el proceso de reforma se paralizará", advirtió el intelectual musulmán Nurcholish Majid.

En ese caso, "perderíamos la posibilidad de realizar cambios significativos desperdiciando una rara oportunidad de hacerlos", agregó el diario Jakarta Post en una columna editorial el fin de semana. (FIN/IPS/tra-en/ky/js/mlm/ip-hd/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe