El gobierno de Estados Unidos y legisladores partidarios de un aumento del presupuesto de ayuda para el desarrollo enfrentarán en los próximos meses una dura lucha en el Congreso, dominado por el opositor Partido Republicano.
En la primera de una serie de batallas, la poderosa Comisión de Asignaciones Presupuestales del Senado aprobó esta semana 12.600 millones de dólares para el presupuesto de ayuda al desarrollo del año 2000.
La cifra es 1.900 millones de dólares inferior a la solicitada por el presidente Bill Clinton y 600 millones de dólares más baja que el total de este año.
La Comisión hizo grandes recortes al pedido de Clinton para los préstamos preferenciales del Banco Asiático de Desarrollo y el Banco Africano de Desarrollo, que financian proyectos en los países más pobres del mundo.
También recortó la suma solicitada para el Fondo Mundial para el Medio Ambiente, que solventa programas en países en desarrollo destinados a proteger el ambiente mundial de amenazas como la destrucción de la capa de ozono y el cambio climático.
Algunas agencias especializadas de la ONU también podrían verse perjudicadas debido a la propuesta reducción en los aportes voluntarios de Washington, pese a la decisión de la Comisión de incluir 25 millones de dólares para el Fondo de las Naciones Unidas para la Población, que no recibió nada el año pasado.
El último proyecto de ley, que probablemente será aprobado por el Senado en su conjunto la semana próxima, incluye apenas 165 millones de dólares para organismos internacionales, frente a los 293 millones solicitados.
El proyecto completo de ayuda al extranjero tiene un largo camino a recorrer antes de llegar a la Casa Blanca para su promulgación, probablemente en octubre o noviembre.
La Cámara de Representantes todavía no comenzó a trabajar en su propia versión de la propuesta, pero se sabe que ésta incluirá menos dinero que la del Senado.
Los defensores de la ayuda para el desarrollo tratan de no mostrarse demasiado pesimistas. "Hemos estado en esta situación antes, y las cosas salieron mejor de lo que esperábamos", declaró un colaborador del Senado.
Sin embargo, no será fácil. Los líderes republicanos de ambas cámaras prometieron sujetarse a límites máximos establecidos en resoluciones presupuestales aprobadas este año.
Dichos límites, que deben dar lugar a incrementos sustanciales en el gasto de defensa y otros rubros, determinan que todos los demás presupuestos sean recortados.
Los miembros de la Comisión de Asignaciones Presupuestales del Senado establecieron un máximo de 12.600 millones de dólares para "operaciones extranjeras", la cuenta básica de ayuda al exterior.
La cuenta no incluye el pago de contribuciones regulares o atrasadas a la ONU, sus organismos ni algunas operaciones de mantenimiento de la paz, que corresponden al presupuesto del Departamento de Estado.
Los líderes de la Cámara de Representantes fueron aun más estrictos, asignando apenas 10.400 millones de dólares para operaciones extranjeras. Si esto se aprueba, determinaría un recorte sin precedentes de 25 por ciento en la ayuda al desarrollo el próximo año.
La secretaria de Estado, Madeleine Albright, consideró "desastroso" ese límite y advirtió que podría "poner en grave peligro los intereses de Estados Unidos a corto y largo plazo", aunque sugirió que la administración sólo puede gastar 1.000 millones de dólares más.
Desde 1998, el gobierno logró incrementar el gasto en ayuda al exterior, poniendo fin a un constante declive de 13 años que colocó la asistencia al desarrollo de Estados Unidos en su nivel más bajo desde la segunda guerra mundial y en el más bajo de los 21 países más ricos teniendo en cuenta el gasto por habitante.
"Un aumento por tercer año consecutivo casi establecería una tendencia y estimularía a otros países a incrementar sus presupuestos de ayuda al desarrollo", señaló un funcionario del Banco Mundial.
La ayuda de las naciones industrializadas a los países pobres se redujo casi un tercio desde el fin de la guerra fría, observó el funcionario.
Las perspectivas no son buenas. Todo sugiere que la ayuda de Estados Unidos caerá al menos cinco por ciento el año próximo si el Senado logra la aprobación del actual proyecto.
Además del Banco Asiático de Desarrollo, el Banco Africano de Desarrollo y el Fondo Mundial para el Medio Ambiente, la reducción afectaría gravemente a las repúblicas ex soviéticas, los esfuerzos contra el narcotráfico y los programas para refugiados. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/mlm/dv/99