El fin del monopolio petrolero se formalizó hoy en Brasil, al concluir la licitación de 27 áreas para exploración y producción. Los precios superaron incluso 535 veces los valores mínimos fijados por el gobierno
El director de la Agencia Nacional del Petroleo (ANP), David Zylbersztajn, celebró como un éxito las subastas iniciadas el martes, aunque más de mitad de las áreas no tuvieron interesados.
La meta era "vender" las concesiones al menos sobre 20 áreas, pero sólo hubo interesados para 12. Las 15 restantes serán incluidas en licitaciones futuras, tras la evaluación y modificaciones que permitan atraer inversionistas, anunció Zylbersztajn.
Lo importante es que se rompió el monopolio y ahora, en lugar de una sola empresa, la estatal Petrobrás, habrá otras 10 participando en la producción de petróleo en Brasil, afirmó.
Las empresas se interesaron más por cuencas marítimas de aguas profundas y menos por las terrestres.
Los precios obtenidos por las áreas concedidas también sorprendieron. La Agip, empresa del grupo italiano ENI, ofreció 134 millones de reales (75 millones de dólares), con un sobreprecio de 53.565 por ciento, por un área en la cuenca marítima de Santos, cerca de Sao Paulo.
En total, la ANP recaudó 321 millones de reales (180 millones de dólares), por lo menos 36 veces más de lo esperado.
La Agip adquirió la concesión para exploración de cuatro, sola o en asociaciones con la empresa argentina YPF, la British Gas, Petrobrás y otros grupos de Estados Unidos y Canadá.
También la estatal brasileña había conquistado cuatro áreas, generando críticas de que su participación en las subastas reduce el objetivo de poner fin al monopolio. Además, Petrobrás estaría adquiriendo los mejores yacimientos por disponer de informaciones anteriores.
Zylbersztajn rechazó tales críticas, atribuyendo a "la capacidad de la dirección de Petrobrás" su éxito en la licitación.
La compañía YPF y las gigantes internacionales Esso, Shell y Texaco también se destacaron en la disputa por ingresar en una actividad hasta ahora exclusiva de Petrobrás.
Brasil es el país que más atrae el interés de las petroleras, según el ministro de Minas y Energía, Rodolpho Tourinho.
La competencia entre 34 empresas, organizadas en numerosos consorcios, se hizo no solo por el precio ofrecido por cada área. También consideró el compromiso en inversiones y en compra de equipos y servicios de proveedores locales.
La Asociación Brasileña de la Industria de Máquinas (Abimaq) protestó contra el bajo índice de nacionalización prometido por los ganadores, en especial en la fase de exploración, en muchos casos solo cinco por ciento, en otros de hasta 50 por ciento.
Los industriales reclamaban al menos 40 por ciento de equipos nacionales. En la etapa de desarrollo las petroleras se revelaron más generosas, prometiendo adquirir hasta 60 por ciento de máquinas y servicios de empresas brasileñas.
Zylbersztajn consideró injustificada la pretensión de la Abimaq. En Brasil ya no tiene lugar para "mercados cautivos", las empresas nacionales tendrán que competir en precio y calidad con las extranjeras, afirmó.
Con el ingreso de grupos internacionales en la producción de petróleo y gas en Brasil, el gobierno espera abultadas inversiones en la actividad, 70.000 millones de dólares en los próximos 10 años.
La ANP estima que de esa forma se generarán 300.000 nuevos empleos en el país en los próximos cinco años. (FIN/IPS/mo/dm/if/99
