Funcionarios de la Unión Europea (UE) manifiestan que la primera cumbre entre los mandatarios de este bloque y los de América Latina y el Caribe, que se celebrará la próxima semana en Río de Janeiro, marcará el nacimiento de una sociedad estratégica entre las dos regiones.
Sin embargo, los críticos señalaron que la UE quiere adelantarse a Estados Unidos para llegar a un acuerdo de libre comercio con América Latina, y en consecuencia se vio obligada a mostrar disposición a comenzar negociaciones comerciales con el Mercado Común del Sur (Mercosur) y Chile antes de la Cumbre.
"Habría sido irresponsable de parte de Europa ir a Río de Janeiro sin ningún mensaje político", dijo a IPS un alto funcionario de la UE luego de que los ministros de la UE finalmente acordaran, apenas una semana antes de la Cumbre, una agenda para comenzar a negociar con el Mercosur y Chile.
Francia bloqueaba las conversaciones, en las que se destacará el problema de los subsidios agrícolas europeos y los aranceles.
La cumbre "no es una negociación comercial", dijo Francisco Da Camara Gómez, director para América Latina de la Comisión Europea (CE), órgano ejecutivo de la UE, y trató de restarle importancia a las conversaciones comerciales con el Mercosur.
En la cumbre de Río de Janeiro, 48 jefes de Estado adoptarán una declaración política y un plan de acción conjunta sobre tres importantes temas: el diálogo político, asuntos económicos y comerciales y educación y cultura.
Las relaciones entre la UE y los países latinoamericanos se basan en el reconocimiento de tres subgrupos regionales: América Central, la Comunidad Andina y el Mercosur.
A ellos se suman países como Chile, que está asociado con el Mercosur sin ser miembro pleno, y México, que integra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) con Canadá y Estados Unidos.
El Mercosur es el bloque más importante en términos de volumen comercial, pues representa alrededor de 80 por ciento del producto interno bruto combinado de América del Sur, y la UE es el mayor inversor extranjero en el bloque regional.
El bloque latinoamericano y la CE, que estará a cargo de las negociaciones en nombre de los 15 estados miembros de la UE, manifestaron estar listos y dispuestos a comenzar las conversaciones inmediatamente.
Francia, que temía que los acuerdos de libre comercio pusieran en peligro a su agricultura altamente subsidiados, quería que las negociaciones comenzaran en el 2003.
Esa es la fecha más temprana prevista para el fin de una nueva ronda de conversaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que comenzarán en noviembre de este año en Seattle, Estados Unidos.
España presionó para un rápido comienzo este año, pero en la reunión ministerial de la UE realizada en Luxemburgo el 21 de junio propuso un acuerdo para iniciar las conversaciones sobre la reducción de aranceles el 1 de julio del 2001.
Las negociaciones comerciales generalmente llevan varios años. Las conversaciones para un "acuerdo de asociación" que establece una zona de libre comercio entre la UE y Egipto comenzaron en 1995 pero los ministros lo aprobaron recién esta semana.
En el acuerdo, Francia insistió en que las negociaciones entre la UE y el Mercosur "concluyan luego de finalizada la ronda de la OMC".
El resultado de las negociaciones deberá ser compatible con las reglas de la OMC, ya que "legalmente sería imposible que fuera de otro modo", dijo el vicepresidente de la CE, Manuel Marín.
Se espera que el Mercosur declare en la próxima cumbre que el bloque quiere que el acuerdo comercial se realice de acuerdo con el "principio de compromiso único", que dice que nada está aprobado hasta que todo sea aprobado y que debe ser completo.
Los alemanes, a cargo de la presidencia rotativa de la UE, también presentaron el 21 de junio una propuesta de acuerdo para comenzar las negociaciones sobre asuntos no relacionados con los aranceles a partir de 1999 y dejar otros asuntos para julio del 2002.
Los observadores opinan que la insistencia de los estados de la UE en intentar llegar a una posición común muestra que las relaciones entre la UE y el Mercosur son un punto crucial para dar a la cumbre un significado político, y Marín dijo que sería "embarazoso" para la UE ir a Rio sin un mandato de negociación. (FIN/IPS/tra-en/ns/ak/at/mj/ip if/99
