SIERRA LEONA: Gobierno y rebeldes dispuestos al diálogo directo

El gobierno de Sierra Leona confía comenzar en los próximos días el diálogo directo con el Frente Revolucionario Unido (RUF) para poner fin a la guerra civil, después de las consultas internas que mantuvo la organización insurgente.

Las conversaciones entre las partes beligerantes empezarán esta semana en Togo, con el auspicio del presidente de ese país, Gnassingbe Eyadema, confirmaron a IPS fuentes allegadas al mandatario sierraleonés Ahmed Tejan Kabbah.

"Estamos enterados del fin de las conversaciones internas del RUF en Togo" y de la aparente disposición de los rebeldes a reunirse "cara a cara con nosotros", incluso "esta semana", dijo una fuente.

Representantes del Consejo Interreligioso, que reúne a varios grupos religiosos de Sierra Leona, ya viajaron a Togo en aviones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para participar de las aguardadas conversaciones.

Así mismo, la Misión de Observación de la ONU en Sierra Leona envió a Togo a su jefe militar, el general indio Subhash Joshi, y a otros funcionarios, para supervisar el diálogo entre el gobierno de Kabbah y el RUF.

La anunciada reunión será la primera en los últimos tres años para discutir un conflicto que se prolonga desde 1991. El gobierno y los rebeldes firmaron en 1996 un acuerdo de paz en Costa de Marfil, pero el RUF reanudó las hostilidades.

La guerra civil causó la muerte de 30.000 personas, localidades enteras fueron incendiadas y un cuarto de la población de Sierra Leona, de 4,5 millones de habitantes, se vio obligada a refugiarse en los países vecinos.

"Gracias a Dios. Ambas partes están dispuestas ahora a solucionar la crisis por medios pacíficos. Ruego que lleguen a un acuerdo aceptable, para que yo pueda volver a mis negocios de una vez por todas", comentó Fatu Kanu, un empresario de 38 años arruinado por la guerra.

Sahr Komer, un estudiante del Instituto Terciario Njala, dijo que espera que "ambas partes se hayan dado cuenta de la inutilidad de la opción militar en el conflicto".

"Sólo espero que, sea cual fuere el acuerdo al que lleguen, todos respeten los términos del mismo", declaró.

El gobierno y los insurgentes aseguraron estar dispuestos a poner fin a la guerra por medios políticos, pero se teme que no se logre un rápido cese del fuego.

En efecto, la discusión se podría empantanar en dos puntos. El primero es el declarado propósito de los rebeldes de participar en el gobierno, y el segundo, la exigencia de las autoridades de retiro del RUF de las principales zonas económicas de Sierra Leona, que en este momento están bajo su control.

"El requisito básico para un cese del fuego es que los rebeldes se retiren de las zonas más productivas económicamente, sobre todo de las regiones mineras y de las rutas que unen la capital con las provincias", afirmó Kabbah.

Así mismo, el gobierno de Kabbah rechazó las propuestas para una eventual tregua que el RUF comunicó luego de la reunión que sus dirigentes mantuvieron durante dos semanas en Togo.

La disposición de los rebeldes al diálogo se debe a sus derrotas en el frente militar, según creen algunos analistas.

Las fuerzas de mantenimiento de paz destacadas en Sierra Leona por la Organización Económica de Estados de Africa Occidental (Ecomog) y las milicias favorables al gobierno reconquistaron posiciones que habían sido tomadas por el RUF.

Otros comentaristas puntualizaron que los rebeldes aún conservan la mayoría de las zonas diamantíferas del oriente y del norte, además de las áreas agrícolas más productivas y tienen entonces cartas de triunfo para negociar.

Cerca de 70 por ciento del país está bajo control de los insurgentes, pero éstos se hallan bajo fuerte presión de las tropas de la Ecomog y de las milicias progubernamentales.

"No iremos contra los deseos de nuestro pueblo, ni contra la Constitución. Si los rebeldes quieren tener poder político, que transformen su movimiento en un partido y se presenten en las elecciones, para las cuales sólo faltan 18 meses", dijo un portavoz del gobierno.

Los periódicos advirtieron el riesgo que implicaría para el gobierno compartir el poder con el RUF.

Al respecto, los editorialistas mencionaron el caso de Guinea Bissau, donde los rebeldes encabezados por Ansumane Manne, que se habían incoporado a un gobierno provisorio de coalición, tomaron la totalidad del poder el 6 de este mes, sólo dos meses después de firmar un acuerdo de paz.

"Deberíamos tener en cuenta ese antecedente", señaló un periódico de Freetown. (FIN/IPS/tra-en/lf/mn/ceb-ff/ip/99

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