Italia destinó 54 millones de dólares en los últimos 10 años a la recuperación y valorización del patrimonio artístico y cultural de los países del Sur en desarrollo, a lo que se suman más de cuatro millones destinados a las misiones de estudio enviadas a esas naciones.
La Dirección General de Cooperación al Desarrollo realizó un estudio sobre el último decenio de actividad en el campo de la tutela del patrimonio cultural en el extranjero.
La investigación reveló que cerca del 60 por ciento de las iniciativas italianas se concentró en los países del sur del Mediterráneo, mientras el restante 40 por ciento se distribuyó entre Asia, Europa oriental y América Latina.
El subsecretario de Relaciones Exteriores, Rino Serri, responsable de la política de cooperación, consideró "natural que Italia asumiera un papel destacado en este campo", ya que aseguró que su país "se encuentra empeñado en la protección del patrimonio de los países en desarrollo".
El ministro de Relaciones Exteriores, Lamberto Dini, precisó que el objetivo central de la cooperación es la lucha contra la pobreza, pero al mismo tiempo existe la necesidad de encontrar nuevas respuestas a esta lucha, subrayó.
El arquitecto Fabrizio Ago, del área de Relaciones Culturales de la Dirección General de Cooperación al Desarrollo, dijo a IPS que "los bienes culturales son considerados como un recurso capaz de generar beneficios de diverso tipo: políticos, sociales y económicos.
Los bienes culturales están llegando a ser un auténtico recurso no renovable, por lo tanto deben tutelarse, sobre todo en los países de menores disponibilidades financieras, afirmó.
Ago añadió que las actividades culturales generan empleo y también pueden jugar un papel importante en la integración social, basada en la tolerancia, en las grandes ciudades de algunos países en desarrollo que reciben grandes flujos migratorios.
La acción cultural puede sentar las bases para una convivencia social y un desarrollo basado en los valores fundamentales, como la libertad, la tolerancia, el respeto por el otro, expresó.
El funcionario italiano considera que existe, además, una relación entre el patrimonio cultural y el desarrollo sustentable, "teniendo en cuenta la importancia que la tutela y la valorización del patrimonio cultural pueden tener para el desarrollo social y económico de una región".
La defensa de la identidad de los pequeños centros urbanos y de las áreas rurales puede contribuir a reducir el éxodo hacia las grandes ciudades en los países del Sur. De esta manera se contribuye a preservar los recursos humanos necesarios para el desarrollo local.
Además, la valorización del patrimonio cultural ha estimulado el turismo cultural.
La Dirección para la Cooperación al Desarrollo se propone reforzar la estabilidad de los países, luchar contra la pobreza y garantizar ayuda humanitaria en situaciones de crisis.
Los primeros dos objetivos asignan a la valorización del patrimonio cultural un papel importante en los países en desarrollo, por su contribución a la comprensión de las diferencias, que previene las tensiones, y como generador de beneficios y empleo.
La Dirección de Relaciones Culturales se ocupa de los acuerdos de colaboración cultural y científica, apoya las misiones arqueológicas italianas en el extranjero y las actividades de los Institutos Italianos de Cultura.
En América Latina, Italia colabora en Guatemala, con la restauración de la ciudad de Antigua, en Brasil, donde financia un estudio sobre la Amazonia, y en México, donde realiza una investigación sobre las etnias Huave y Nahua, en el estado de Puebla.
En Perú, colaboró en la restauración de la ciudad de Pinchay y financió una misión etnológica-religiosa en la región amazónica y excavaciones en las necrópolis del Valle de los Incas. (FIN/IPS/jp/ag/cr dv/99