INDONESIA: Banco Mundial aprueba más préstamos, con condiciones

El Banco Mundial aprobó 1.100 millones de dólares en préstamos para Indonesia a cambio de que Yakarta no utilice el dinero hasta después de las elecciones legislativas del 7 de junio.

El gobierno indonesio depositará los fondos en una cuenta bloqueada que no se podrá abrir hasta el 30 de junio.

El organismo financiero multilateral aprobó el jueves el "Préstamo de Ajuste de la Red de Seguridad Social", por 600 millones de dólares, y el "Segundo Préstamo de Apoyo a la Reforma Política", por 500 millones.

Los créditos reforzarán el presupuesto indonesio para que se restructuren los sistemas bancarios y empresariales, y se destinarán a programas de alimentos, salud y becas educativas, informó el Banco Mundial.

"No necesitamos el dinero con urgencia, pero sí necesitamos el compromiso ya, para poder planear el gasto del presupuesto en lo que resta del año fiscal", explicó Jannes Hutagalung, el director ejecutivo indonesio del Banco Mundial.

La aprobación de los préstamos estaba prevista para el martes, cuando se autorizaron 400 millones de dólares en créditos para el Ajuste Estructural de los Recursos del Agua y para el Proyecto contra la Pobreza Urbana de Indonesia.

Pero funcionarios de Estados Unidos aplazaron 48 horas su decisión con respecto de los préstamos de 1.100 millones ante el temor de que el gobierno indonesio utilizara el dinero para comprar votos en las primeras elecciones libres del país desde 1955.

Indonesia estuvo gobernada por el dictador Alí Suharto hasta que su renuncia en mayo de 1998.

Esa inquietud la plantearon más de 400 grupos religiosos, ambientalistas y de desarrollo indonesios, que advirtieron que los préstamos serían "utilizados por el gobernante partido Golkar para asegurar su permanencia en el poder".

"No hay razón técnica para no aplazar los préstamos", afirmaron en una carta dirigida a los directores ejecutivos del Banco Mundial.

El gobierno "demostró que tiene reservas monetarias suficientes para armar a un movimiento de milicias sumamente violento en Timor Oriental, para enviar tropas para cerrar la frontera de Papua Occidental y para abrir fuego contra manifestantes desarmados en Aceh", escribieron.

Las tres zonas mencionadas en la carta se oponen al gobierno de Indonesia en sus territorios.

"En lugar de aumentar la impresionante deuda de Indonesia, que nuestros hijos y nietos deberán reembolsar, el Banco Mundial debe presionar al gobierno para que canalice la enorme cantidad de fondos que destina a la represión al alivio de la pobreza", exhortaron los grupos.

Las elecciones parlamentarias de junio allanarán el camino a la selección del presidente. Las encuestas muestran que el apoyo popular del presidente B.J. Habibie, el sucesor elegido por Suharto, y del Golkar, disminuyó debido a las continuas denuncias de corrupción durante la dictadura.

El propio Banco Mundial fue criticado por tolerar y encubrir el mal uso dado a préstamos pasados.

Fuentes del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmaron que el acuerdo alcanzado para aplazar el uso de los fondos reforzará la credibilidad de las instituciones y de Habibie sin alterar la aplicación prevista del programa económico adoptado bajo las directivas del FMI.

El FMI entregó 9.500 millones de dólares de los 11.000 millones que aprobó para Indonesia. El directorio de la institución sesionará a fines de mes para aprobar la entrega de 460 millones más, y a esto se sumarán 500 millones más de préstamos del Plan Miyazawa, de Japón.

La entrega del préstamo para la seguridad social dependerá de que se compruebe el buen gobierno y la responsabilidad en la aplicación de los programas sociales, declaró el Banco Mundial.

Este año, los medios de comunicación indonesios señalaron que el gobierno administró mal casi la mitad del Fondo de la Red de Seguridad Social, y que funcionarios se referían al dinero como ayuda provista por el Golkar.

La carta de las organizaciones indonesias solicitó que el programa de asistencia sea diseñado nuevamente y que incluya la participación de los supuestos beneficiarios.

El programa actual, sostienen, viola las normas del Banco Mundial que requieren "estabilidad política y apoyo -o al menos falta de oposición- de los principales destinatarios" de la ayuda.

El mes pasado, "7.000 de los pobres urbanos de Yakarta, uno de los principales grupos destinatarios del programa, firmaron un pedido contra el programa basado en su experiencia de que está plagado por la corrupción, no beneficia a los pobres y conduce a una mayor deuda del país", afirmaron.

Granjeros indonesios también denunciaron la violación de las reglas del organismo multilateral en el Proyecto de Desarrollo Integrado de Pantanos, al que califican de corrupto y que provocó un mayor uso de pesticidas, aunque el Banco Mundial pretende reducir la dependencia de productos químicos peligrosos.

Funcionarios de la institución señalaron que se están investigando las denuncias de los granjeros.

El proyecto contra la pobreza urbana aprobado el martes fue el primero desde 1980 que será financiado totalmente por la Asociación de Desarrollo Internacional, la filial de préstamos blandos del Banco Mundial.

Debido a la crisis económica, que a partir de 1997 llevó a la mitad de los 200 millones de indonesios por debajo de la línea de pobreza, Indonesia puede recibir préstamos de la IDA, prácticamente sin intereses, que normalmente se destinan a los países más pobres del mundo. (FIN/IPS/tra-en/aa/mk/aq/dv/99

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