HONDURAS: Hospitales y aeropuertos están semiparalizados

Hospitales y aeropuertos de Honduras están semiparalizados desde esta semana por demandas salariales a las que el presidente Carlos Flores calificó hoy de "injustas".

El presidente Carlos Flores lamentó las huelgas en el sector de la salud y en las oficinas de migración. "¿De dónde vamos a aumentarles, si no hay dinero?", dijo.

"¿Será que esas personas huelguistas no se dan cuenta que por el país pasó un huracán llamado Mitch, que nos partió por la mitad y no tenemos pisto (dinero) ni siquiera para reconstruir algunos tramos carreteros?", se preguntó.

"Ah, pero allí están los revoltosos con las huelgas, sabiendo que no tenemos dinero y enterados del enorme daño que Mitch dejó a este país. ¿Será que quieren que para aumentarles les quitemos las becas a los niños damnificados o que cerremos el crédito para las mujeres de las plantaciones bananeras?", agregó.

Faustino Martínez, del sindicato de la salud, afirmó que "el gobierno, en nombre del huracán Mitch, quiere eludir sus responsabilidades y dejarnos en un estancamiento, mientras otros sectores se enriquecen con la famosa reconstrucción".

"Todos estamos obligados a sacrificarnos por la patria, pero no nos pueden exigir más cuando se observan licitaciones amañadas para favorecer a grupos de poder, mientras los obreros quedamos estancandos con los sueldos. Eso lo debe entender el presidente Flores", apuntó.

Unos 8.000 trabajadores de la salud decretaron una huelga por tiempo indefinido desde este lunes en reclamo de aumentos de salarios y garantías de estabilidad laboral, ante la amenaza del gobierno de demandarlos por violar los derechos humanos al negar atención a los pacientes.

Los trabajadores atienden solo casos de emergencia en los 24 hospitales públicos, mientras el gobierno se apresta a realizar este lunes una masiva campaña de vacunación para inmunizar de distintas enfermedades a unos 800.000 menores de cinco años.

El diálogo entre los trabajadores y las autoridades sanitarias de Honduras se estancaron el fin de semana, pues, según los huelguistas, el gobierno faltó a la promesa de mejorar sus salarios contraída hace un año.

Mientras, los funcionarios de Migración comenzaron desde este martes, en detenciones progresivas de actividades, a causar retrasos en los vuelos nacionales e internacionales, al resistirse a chequear los pasaportes y solicitudes de los pasajeros.

El aeropuerto de Toncontín, en Tegucigalpa, estuvo este martes atestado de viajeros que mostraban su malestar por la protesta de los huelguistas, que exigen mejoras a sus salarios, que ascienden a entre 90 y 150 dólares mensuales.

La directora de Migración, Reyna Ochoa, concurrió al aeropuerto junto con un contingente policial para impedir el retraso de los vuelos, pero su acción fue imposible porque los funcionarios comunicaron su intención de no regresar al trabajo mientras no se les garantice un aumento.

"A esta gente no se les aumenta hace casi tres años, pero el mecanismo utilizado no es el más apropiado porque están dañando la imagen del país a nivel internacional", dijo Ochoa.

La funcionaria atribuyó la inexistencia de aumentos a la tardanza del Congreso legislativo en aprobar el presupuesto para 1999. "Una vez que el nuevo presupuesto sea aprobado, podemos hablar de aumentos y mejoras salariales", afirmó.

Gran parte de las demandas salariales por las que el gobierno recibe presiones responden a su propia tardanza para enviar al Parlamento el nuevo presupuesto general.

El presidente Flores manifestó a comienzos de año su intención de que el Congreso le diera poderes para aprobar el presupuesto y la privatización de las principales empresas estatales.

Aceptar esa propuesta sería "negarnos el derecho que tenemos de aprobar el manejo de las finanzas públicas", una "violación de libertades e independencia nuncavamos a permitir", reafirmó el presidente del parlamento, Rafael Pineda.

Los congresistas se negarán a aprobar un presupuesto que "quiera inflarse para satisfacer deseos de ciertos grupos de poder", agregó.

Molesto por las afrentas sociales que los obreros hacen a su gobierno, Flores dijo que todos deben sacrificarse y quienes no entiendan que la nación esta mal, "es porque son gente sin conciencia".

La espiral de demandas salariales que vive Honduras responde a la fuerte recesión a la que está ingresando el país, con una ostensible restricción de los créditos al sector privado.

Ocho de cada diez hondureños son pobres, el índice de desempleo de este país es de más de 40 por ciento y el déficit habitacional sobrepasa las 700.000 viviendas. (FIN/IPS/tm/mj/ip lb/99

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