Fiji elegirá desde este sábado un gobierno multiétnico, marcando un cambio respecto del predominio político de los aborígenes sobre los descendientes de inmigrantes de India que caracterizó a esta isla del Pacífico sur en la última década.
Se espera que unos 420.000 votantes registrados acudan a las elecciones de los 71 miembros del parlamento a realizarse entre este sábado y el día 14.
En las elecciones, obligatorias para todos los mayores de 21 años, competirán 20 partidos políticos, una cantidad sin precedentes.
Las elecciones concluirán en una fecha significativa para la historia de Fiji.
El día 14 se cumplirán 12 años del primer golpe de Estado militar en el Pacífico sur. El coronel Sitiveni Rabuka irrumpió entonces en el parlamento fijiano con soldados armados para derrocar al recién instalado gobierno de mayoría india.
Rabuka dijo que dio el golpe porque no quería que Fiji fuera gobernado por indios. Tres meses después, llevó a cabo otro golpe, insatisfecho con la acción del gobierno militar para restablecer la supremacía política de los aborígenes fijianos.
Hoy, los fijianos de ascendencia india, descendientes trabajadores llevados a las plantaciones de caña de azúcar de las islas por los británicos hace más de un siglo, ya no superan en número a los fijianos nativos, como antes del golpe de 1987.
Desde entonces, más de 100.000 fijianos de ascendencia india se marcharon el país. Los aborígenes suman ahora unas 395.000 personas, y los descendientes de inmigrantes de India, 336.000.
La población nativa tiene derechos especiales a la propiedad de la tierras. Mientras, los fijianos de ascendencia india dominan el comercio y muchas profesiones, si bien muchos todavía son trabajadores de la caña de azúcar, pobres y sin tierras.
Se prevé que la coalición multiétnica de gobierno esté encabezada por Rabuka o por Mahendra Chaudhry, del Partido Laborista de Fiji (FLP), de predominio indio, que integra la opositora Coalición de los Pueblos. Chaudhry fue uno de los ministros arrestados por los militares en el golpe de 1987.
Rabuka cambió las ideas con las que se embanderó en 1987. Hoy, dirige una coalición que incluye al Partido Federación Nacional (NFF), de mayoría india, y basa su campaña en la diversidad étnica.
Rabuka dijo que el golpe de 1987 no estuvo motivado por el racismo sino por el nacionalismo. "Para mí, ser nacionalista significa trabajar por el bien de nuestra nación, Fiji, y no sólo por los fijianos indígenas", dijo este mes en una reunión de su partido, Soqosoqo ni Vakavulewa ni Taukei (SVT) en el gobierno.
Este partido fue formado por Rabuka y los jefes nativos después del golpe de 1987 para salvaguardar los intereses económicos de los aborígenes. El SVT y el NFF, de hecho, han sido por mucho tiempo los principales partidos de Fiji, en un mapa político dividido por el origen étnico.
Ahora Rabuka dice ver más allá de las divisiones raciales. Paradójicamente, el NFF era el partido mayoritario del gobierno de la coalición de mayoría india que Rabuka derrocó hace 12 años.
A medida que se aproximan las elecciones, Rabuka, que ganó las elecciones de 1994 y 1996 al frente del SVT, se dedica a conseguir apoyo para su coalición dentro de su propia comunidad indígena, pero también los descendientes de indios y ciudadanos de otras etnias.
El cambio de tenor político es significativo, porque la política de Fiji se desarrolló sobre una base de división entre comunidades desde su independencia en 1970.
Tal giro también fue posible por la aprobación de una nueva Constitución en 1997, según la cual 25 por ciento de las bancas parlamentarias se votan de una lista común. Del resto de las bancas, 23 se reservan para los fijianos aborígenes, 19 para los descendientes de indios y cuatro para las restantes comunidades.
Esta disposición constitucional implica que cualquier gobierno futuro será, con seguridad, una coalición multirracial.
"No podemos construir una nación derribando gente. Es por eso que todos debemos unirnos. Le debemos a los trabajadores traídos a la isla y a los trabajadores de las plantaciones de algodón lo que ahora tenemos", dijo Rabuka.
El cambio en la Constitución ayudó a desviar el centro de estas elecciones. La campaña deja de lado los asuntos étnicos y se concentra en los económicos.
Por lo menos eso es lo que el FLP de Chaudhry intenta presentar. El FLP, que obtiene la mayor parte de su apoyo de los trabajadores de la caña de azúcar, tiene como principal punto de su plataforma una solución al problema del uso de la tierra.
Alrededor de 95 por ciento de los trabajadores de la caña de azúcar son indios, que laboran tierras arrendadas a propietarios indígenas por 30 años.
En virtud de la Ley de Arrendatarios y Tierras para la Agricultura de 1966, la mayoría de estos arrendamientos comenzaron a expirar en 1997, pero muchas renovaciones están pendientes.
El azúcar es el principal artículo de exportación de Fiji, la espina dorsal de su econonomía desde su independencia. Representa 40 por ciento de los ingresos de exportación y 12 por ciento del producto interno bruto.
La Coalición de los Pueblos liderada por el FLP dijo que, en caso de resultar electa, convocará una cumbre nacional para llegar a un acuerdo consensuado en materia de propiedad de la tierra.
La Coalición prometió eliminar el impuesto al valor agregado de 10 por ciento y reformar la economía orientada al libre mercado.
"El partido rechaza las políticas de bajos salarios del gobierno de Rabuka y su SVT, y el argumento de que debemos competir con las economías de bajos salarios de Asia", según el manifiesto de la Coalición de los Pueblos.
Rabuka afirmó que las políticas de su gobierno ayudaron a amortiguar el efecto de la crisis económica asiática. "Pudimos manejar la adversidad económica de manera mucho más efectiva que otras naciones", dijo.
La coalición liderada por el SVT también se concentra en la buena gestión de gobierno y la responsabilidad.
"Viajé por el mundo y vi lo que sucede en muchos países en desarrollo en Asia y en Africa. Creo que Rabuka no ha hecho un mal trabajo. No es nada fácil dirigir un país", dijo Paula Satutu, ex senadora y actual presidenta del Consejo de Servicios Sociales de Fiji.
Sin embargo, Rabuka debe todavía enfrentar su pasado. El líder del FLP, Jai Ram Reddy, fue acusado de decir a los fijianos de ascendencia india que si votan por la Coalición de los Pueblos habrá otro golpe de Estado.
"Vi el miedo en los rostros de los indios en 1987 y fui culpado por ello, y quiero que eso nunca vuelva a suceder en este país", replicó Rabuka. (FIN/IPS/tra-en/ks/js/at/mj/ip pr/99