Colombia pidió hoy a Venezuela cumplir con las normas de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) relativas al transporte de carga sin restricciones entre los dos países.
El presidente interino Néstor Martínez dijo que su país "cumple y seguirá cumpliendo" la decisión 399 de la CAN, que establece la libertad para el transporte de cargas a través de las fronteras.
Martínez, que suple a Andrés Pastrana en gira por Asia, informó este miércoles que ya comunicó al gobierno venezolano el rechazo a "cualquier decisión unilateral contraria a los acuerdos" del bloque.
El también ministro del Interior colombiano se refería así a la decisión adoptada por Venezuela el martes de aplicar una salvaguardia temporal sobre la norma de la CAN, que liberalizó el transporte en el bloque, y que podría derivar en la suspensión del libre tránsito de vehículos de carga desde Colombia.
Los transportistas venezolanos cumplen este miércoles 13 días de paro en reclamo de medidas que impidan el libre ingreso de los colegas colombianos a su país.
Los transportistas del fronterizo estado venezolano de Táchira, argumentan problemas de inseguridad en Colombia, por lo que han pedido que el transporte en este país lo hagan los locales, mientras que ellos lo harían en Venezuela.
La ministra de Comercio Exterior, Marta Lucía Ramírez, quien acompaña a Pastrana en su gira, dijo a la radioemisora Radionet (tercera en alcance nacional) que Colombia no permitirá que por decisiones "unilaterales se obstaculice el comercio bilateral".
Ramírez indicó que hay que respetar los compromisos de integración y que es "muy difícil comenzar a replantear este tema (el del libre tránsito vehícular)" cuando los transportistas han trabajado de manera conjunta por seis años.
En opinión de la ministra, "no se ve muy claro" que exista diferencia entre ese lapso y la situación actual, cuando se supone que "han sido capaces de competir libremente todos estos años".
Ramírez propuso que los dos gobierno estimulen la creación de una gran empresa binacional que reúna a todas las pequeñas compañías transportistas, para que puedan servir mejor "al comercio y a los negocios entre ambos países".
"Los compromisos de la integración se han adquirido a nivel multilateral", dentro de la Comisión de la CAN, por lo cual los gobiernos no pueden de manera unilateral autorizar a los empresarios a incumplir con esos compromisos, agregó.
La funcionaria invitó también a los transportistas a no seguir mirando el proceso de integración "de una manera recortada e inmediatista", sino con "una visión de futuro y de grandeza".
El presidente de la Federación Colombiana de Transporte de Carga por Carretera, Jaime Sorzano, dijo a IPS que la posición de sus colegas venezolanos "es arbitraria y violatoria de los acuerdos" de la CAN.
El portavoz de la asociación indicó que las dificultades de la coyuntura económica no son exclusivas de ese país, sino del mundo entero.
Sorzano dijo que el argumento de que "las empresas venezolanas de transporte están en desventaja con las colombiana puede ser válido, pero ese no es un problema de los colombianos.
Agregó que a la competencia abierta "es un problema al que estamos sometidos todos en la globalización" y pidió que no se los discrimine "por estar mejor equipados".
En cuanto a las condiciones de inseguridad en Colombia, de la cual se quejan los venezolanos, Sorzano dijo que es un problema que afecta por igual a los transportistas de los dos países.
Jairo Murillo, director del Consejo Superior del Transporte, señaló, a su vez, que es preocupante que Venezuela busque solucionar el problema del transporte fronterizo en detrimento de los acuerdos convenidos.
"La propuesta de que los venezolanos presten el servicio en su lado de la frontera" y que los colombianos lo hagan en el suyo "retrocede el servicio a lo que se vivía en la época de las cavernas", afirmó
Murillo señaló que la decisión venezolana afecta las relaciones comerciales entre los dos países, las más dinámicas de la CAN, que también intergan Bolivia, Ecuador y Bolivia.
El intercambio comercial entre Colombia y Venezuela, que se hace en su mayoría por vía terrestre, alcanzó en 1998 a 2.498 millones de dólares.
De esta suma, 1.353 millones correspondieron a exportaciones de Venezuela hacia Colombia y 1.145 a las compras de Caracas a Bogotá. (FIN/IPS/yf/dm/if ip/99