Los cambios sobre la concepción de la familia y el matrimonio en Chile volvieron a reflejarse en 1998 en un aumento porcentual de los llamados hijos ilegítimos, una categoría discriminatoria que desaparecerá con una nueva ley.
La ministra de Justicia, Soledad Alvear, señaló que el incremento sostenido de los hijos nacidos fuera de matrimonios está acompañado en los últimos años de una baja paulatina en el número de nacimientos.
En 1998, 46 por ciento de los 256.000 nacimientos correspondió a hijos "ilegítimos", indicó el jueves la ministra, al inaugurar una jornada de capacitación a funcionarios del Registro Civil e Identificación.
El tema de la capacitación es la nueva Ley de Filiación, que se comenzó a tramitar en 1993 y entrará finalmente en vigencia en octubre, para terminar los las actuales categorías legales de hijos legítimos, naturales e ilegítimos.
La jornada de adiestramiento del personal del Registro Civil es apoyada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), como parte de la materialización de los principios de la Declaración de los Derechos del Niño.
Según la normativa actual, en Chile son hijos legítimos los nacidos en matrimonios constituidos, naturales, los nacidos fuera de una unión matrimonial pero inscritos por ambos progenitores, e ilegítimos, aquellos cuyo padre biológico no los reconoce.
Alvear indicó que 41 por ciento de los 275.000 nacidos en 1995 correspondió a esta última categoría, que aumentó a 42 por ciento en 1996 sobre 268.000 nacimientos y a 44 por ciento en 1997, cuando se registraron 261.000 nacidos en el país.
La actual titular de Justicia era ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), cuando en 1993 el gobierno de Patricio Aylwin (1990-94) envió al parlamento el proyecto de nueva Ley de Filiación.
La iniciativa tuvo una larga y a veces compleja tramitación en las dos cámaras del Congreso, y sobre todo en el Senado, donde parlamentarios conservadores intentaron mantener privilegios en materia de herencia para los hijos "legítimos".
Con la nueva normativa se eliminarán oficialmente las tres categorías y además todos los hijos ignorados por sus padres biológicos podrán requerir su reconocimiento con instancias que incluso pueden llegar a los tribunales.
Los jueces podrán ordenar exámenes de ADN en el Instituto Médico Legal como prueba definitiva si mediante trámites administrativos no se logró el reconocimiento en causas que pueden iniciar tanto la madre como el propio hijo, si es adulto.
Y es que la Ley de Filiación tendrá un carácter retroactivo, subrayó Alvear, quien estimó que sin embargo no habrá una avalancha de demandas desde que la ley entre en vigencia el 26 de octubre, sino que tendrá lugar un proceso gradual.
El Instituto Médico Legal espera para el último trimestre de 1999 unas 5.000 peticiones de reconocimiento filial, lo cual determinará la realización de 15.000 exámenes de ADN, a padres, madres e hijos.
La Ley de Filiación es rigurosa tanto en el reconocimiento de hijos nacidos fuera del matrimonio, como para evitar que se produzcan abusos y prevé en este último caso fuertes sanciones para quienes entablen demandas infundadas.
El aumento porcentual de los hijos "ilegítimos" refleja en Chile cambios en la concepción de la familia y el matrimonio, sobre todo en los estratos más jóvenes, aunque también es consecuencia de problemas sociales y legales.
Se calcula que 15 por ciento de los embarazos que se producen anualmente en este país de 14 millones de habitantes corresponde a madres precoces, menores de 18 años, lo cual incide en nacimientos fuera de matrimonios, sobre todo en sectores pobres.
El hecho de que Chile sea el único país del llamado mundo occidental que carece de una ley de divorcio, estimula también el establecimiento de uniones de hecho, sobre todo entre hombres y mujeres que han roto anteriores matrimonios.
Con la Ley de Filiación se plantea que, más allá de las causas de los nacimientos extramatrimoniales, no se haga recaer las consecuencias en los hijos, con las actuales discriminaciones en contra de los "ilegítimos".
Los niños nacidos fuera del matrimonio están marginados de los derechos de herencia y también sufren exclusiones educativas y laborales, sobre todo en algunos colegios católicos y en escuelas de oficiales de las Fuerzas Armadas.
A ello se agrega el estigma social y cultural, y de ahí la importancia de esta nueva ley que, según la ministra subrogante del Sernam, Natacha Molina, junto con terminar con la discriminación promueve la paternidad responsable. (FIN/IPS/ggr/ag/hd/99