Grupos ecologistas acusaron al gobierno de Japón de ignorar la caza rampante de marsopas en las costas del norte del país y advirtieron que la práctica podría provocar la extinción de algunos mamíferos marinos.
Un promedio de 18.000 marsopas son arponeadas cada año fuera de las costas de Hokkaido, la isla del norte de Japón, advirtió Allan Thornton, presidente de la Agencia de Investigación Ambiental (AIA), con sede en Londres y Washington.
La estimación se basa en investigaciones realizadas por conservacionistas en los años 80 y 90, explicó Thornton.
Lo que más preocupa a los ambientalistas es la creciente demanda de marsopas para el consumo de su carne, ahora que se ha vuelto más difícil cazar ballenas con fines comerciales.
La marsopa es un cetáceo parecido al delfín que vive en mares fríos y templados.
Unos 250.000 ejemplares fueron cazados desde 1986, cuando se implementó la prohibición de la captura comercial de ballenas, denunció el informe de la AIA, publicado coincidentemente con la reunión el día 19 de la Comisión Internacional sobre la Caza de Ballenas.
Dos poblaciones de marsopas Dall son explotadas en Japón, observó Thornton. Preocupa especialmente la caza de hembras lactantes con sus crías en el mar de Japón, lo que indica una caza excesiva.
Así mismo, una población que se reproduce en invierno en el mar central de Okhotsk es cazada en el norte de Japón entre noviembre y abril.
Las marsopas del tipo Dall, que se encuentran en el norte del Pacífico y mares adyacentes, se capturan en el mar de Japón entre mayo y mediados de junio, que es el período de reproducción.
Los grupos conservacionistas creen que el incremento de la caza de marsopas tras la prohibición de la caza de ballenas es resultado de la expansión del comercio de la carne de marsopa Dall.
Tradicionalmente, esa carne era usada para consumo local en el norte de Japón, donde los duros inviernos limitan el suministro de alimentos, pero ahora es también embarcada hacia el sur para compensar la disminución de carne de delfín y ballena, explica el informe de AIA.
El informe y un vídeo exhibido a la prensa revelaron que varias fábricas procesan y enlatan carne de marsopa, etiquetada como "carne de ballena".
Thornton destacó que la Comisión Internacional sobre la Caza de Ballenas exhortó a Japón en 1990 a reducir su captura de marsopas a 10.000 por año, exhortación que fue totalmente ignorada por el gobierno. En 1997, se cazaron 18.540 marsopas Dall, según cifras oficiales.
Un funcionario de gobierno afirmó que Japón se ciñe a una política de "captura sustentable", y señaló que la población actual de marsopas no sugiere ningún peligro de extinción de la especie.
Más de 200 botes, cada uno con una tripulación de dos o tres personas, están autorizados a cazar marsopas Dall, pero la investigación de AIA reveló que muchos botes no autorizados y también grandes empresas balleneras están involucrados en el comercio de la carne de marsopa.
Existen más de 70 tipos de cetáceos o mamíferos marinos, y las normas internacionales sobre su captura se diferencian según la especie.
Por ejemplo, está totalmente prohibida la caza de ballenas de las especies indicadas por la Comisión Internacional, excepto para fines científicos.
También se prohíbe la caza de ocho especies de pequeñas ballenas y algunos tiburones, y 20 especies de cetáceos, entre ellas el delfín manchado y la ballena de aleta corta, están sujetas a cuotas de captura. El resto debe ceñirse a un régimen de caza sustentable. (FIN/IPS/tra-en/sk/js/mlm/en/99