Cada febrero, el gobierno de Bangladesh estimula a los campesinos a matar a los roedores que destruyen las cosechas ofreciéndoles un kilogramo de trigo por cada cinco colas de rata que entreguen a la oficina de agricultura más próxima.
La campaña forma parte de un conjunto de medidas desesperadas adoptadas por las autoridades para hacer frente a la amenaza de las ratas, que arruinan cada año casi 700.000 toneladas de granos, valuadas en 190 millones de dólares, según el Departamento de Extensión Agrícola.
Bangladesh produce actualmente 20 millones de toneladas de granos por año, y aspira a aumentar esa cantidad a 30 millones para el año 2010 para satisfacer a su creciente población.
Más de la mitad de los 120 millones de habitantes del país surasiático viven por debajo de la línea de pobreza, y se estima que los granos perdidos por los roedores podrían alimentar a 3,5 millones de personas cada año.
De todas las amenazas a los agricultores, afectados regularmente por inundaciones y tormentas, la más grave es la de las ratas, tanto antes como después de las cosechas.
El déficit nacional de alimentos podría reducirse en 40 por ciento con un mejor sistema de protección de los cultivos, sugieren estimaciones.
Incluso en un año sin desastres naturales, Bangladesh debe importar hasta dos millones de toneladas de granos.
Las devastadoras inundaciones del año pasado, las peores de este siglo, forzaron al gobierno a comprar cuatro millones de toneladas de granos para alimentar a los hambrientos y reponer sus reservas.
Un estudio realizado por el Departamento de Protección de Plantas reveló que cerca de cinco por ciento de la producción anual de 1,4 millones de toneladas de trigo es consumida por roedores, cuya población fue estimada en 10 millones por la División de Investigación Agrícola.
Se estima que las ratas destruyen 10 veces más granos de los que comen, porque su orina y sus heces contaminan las cosechas y las vuelven no aptas para el consumo humano.
Aparte de arruinar cultivos en pie y ya cosechados, los roedores dañan con sus perforaciones caminos, diques, canales de irrigación y vías férreas.
Se calcula que 10 por ciento del agua que pasa por cañerías en todo Bangladesh se desperdicia debido a los agujeros realizados por las ratas en los canales de irrigación.
Así mismo, las ratas representan una grave amenaza para la salud pública y el ambiente, ya que son transmisoras de gérmenes causantes de peste bubónica, ictericia, fiebre tifoidea, lepra y diversas enfermedades de la piel y los riñones, según expertos médicos.
Desde 1983, el Departamento de Extención Agrícola realiza cada febrero su campaña de "alimentos por colas de rata" con moderado éxito. Todavía no se estableció el número de ratas que los campesinos mataron este año, señalaron funcionarios.
Los expertos creen que la población de ratas aumentó debido a la matanza de sus depredadores naturales, como los chacales, los búhos y los lagartos. Actualmente es raro encontrar este tipo de animales a causa de la reducción de áreas verdes para dar lugar a proyectos de desarrollo. (FIN/IPS/tra-en/ti/an/mlm/dv en/99