Rusia impulsará un "plan integral de acción" para detener la campaña militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra Yugoslavia y resolver la crisis de Kosovo, anunció hoy el presidente Boris Yeltsin.
Yeltsin calificó de "bárbaros" los ataques aéreos de la OTAN contra Yugoslavia, que se suceden desde el 24 de marzo, pero no habló de proporcionar a Belgrado otra ayuda además de las gestiones diplomáticas.
Moscú parece haber logrado que el Grupo de Contacto para el área de los Balcanes, integrado por Alemania, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Rusia, acepte reunirse esta semana, antes de una sesión del Grupo de los Ocho (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia).
El cese de hostilidades unilateral anunciado este martes por Yugoslavia podría debilitar el frente de la OTAN, debido a que aumentará la presión interna sobre los gobiernos de Italia y Francia para poner fin a los bombardeos y hallar una solución política a la crisis de la provincia serbia de Kosovo.
El primer ministro de Italia, Massimo d'Alema, pidió el fin de semana a Yugoslavia "un gesto humanitario" ante la tragedia de los refugiados de Kosovo, para que Roma pueda proponer la reconsideración de la estrategia de guerra de la OTAN.
Yeltsin parece creer que la situación militar en Yugoslavia llegó a un punto muerto, a pesar de las fuertes declaraciones de Washington y Londres.
El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, insistió el lunes en que la OTAN "persistiría hasta prevalecer" sobre el rechazo de Belgrado a un plan que implica autonomía para Kosovo y el despliegue de tropas de la OTAN en esa provincia para garantizar el acuerdo.
Pero Yugoslavia y Kosovo consideran prácticamente muerto el plan de paz discutido en marzo en Rambouillet, Francia. El gobierno yugoslavo no aceptó el propuesto despliegue de soldados de la OTAN como fuerza de policía.
Aunque los misiles de la OTAN destruyen puentes, cuarteles del ejército y otros blancos en Yugoslavia, la campaña en curso no logró hasta ahora evitar la expulsión de kosovares de ascendencia albanesa de la provincia.
"La intensificación de la presencia militar en los Balcanes necesariamente llevará a la OTAN a un callejón sin salida", advirtió Vladimir Lukin, jefe del comité de Asuntos Internacionales de la Duma (cámara baja del parlamento) y ex embajador en Estados Unidos.
"El plan de enviar tropas de infantería apoyadas por helicópteros de combate Apache sólo podría causar bajas, algo inaceptable para la OTAN", señáló Lukin.
Analistas en Moscú coinciden en que los acontecimientos en los Balcanes representan el último, y probablemente más serio, desafío a la doctrina estadounidense de la intervención, que podría llevar a la OTAN a una guerra en tierra, una posibilidad impopular en Estados Unidos y en la mayor parte de Europa.
Además, una larga campaña aérea le valdrá a la OTAN la oposición de gran parte de la opinión pública internacional, dijo Lukin. (SIGUE/2-E