Albania, Bosnia-Herzegovina, Bulgaria, Croacia y Macedonia perderán al menos cinco puntos de su tasa de crecimiento económico este año como consecuencia de los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia, pronosticaron el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los cinco vecinos de Yugoslavia en la región de los Balcanes, todos a favor de la ofensiva de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), ya habían sufrido las consecuencias de la crisis financiera de Rusia en 1998.
Así mismo, en el caso de que los ataques se prolonguen, el cuidado de los refugiados del conflicto hasta fin de año costará 430 millones de dólares, según calcularon el Banco Mundial y el FMI, reunidos en su sesión semestral en Washington.
El impacto de la guerra sobre los cinco vecinos excederá 1.800 millones de dólares este año por mayores costos de transporte, inversiones perdidas y el descenso del turismo y el comercio, lo que equivale a 2,5 por ciento de su producto interno bruto combinado, según un estudio de ambos organismos multilaterales.
Estos cálculos son conservadores, destacaron funcionarios que mantuvieron una reunión preliminar de donantes en Washington durante las reuniones del FMI y el Banco Mundial.
La crisis no sólo afecta a "Kosovo y Yugoslavia, sino también a los estados adyacentes", habría dicho el presidente del Banco Mundial James Wolfensohn en la reunión.
El comisario de asuntos económicos y monetarios de la Unión Europea (UE), Yves Thibault, dijo a los donantes que los costos de reconstrucción para la región podrían alcanzar 30.000 millones de dólares, aunque la mayor parte se gastaría en Yugoslavia, luego de la guerra.
La UE y el Banco Mundial copresidirán las gestiones para recaudar dinero de 40 donantes internacionales y bilaterales en una serie de reuniones regionales y con cada país que tendrán lugar en mayo. Ambos se encargarán de concebir y coordinar el gasto de los fondos.
Los países más afectados por la guerra, además de Yugoslavia, son Albania, Bosnia-Herzegovina y Macedonia, cuyos ingresos por habitante son respectivamente de 750 dólares, 950 dólares y 1.200 dólares. Además de ser los más pobres de Europa, también se encuentran entre los 50 estados más necesitados del mundo.
A pesar de su pobreza, los tres cargaron con la mayor parte de los refugiados de Kosovo, que ya suman 600.000 y se espera que sean más a medida que se intensifique la guerra.
El costo de albergar a los refugiados podría aumentar si no vuelven a sus lugares de residencia para octubre, cuando comience el frío en Europa.
El frío en el "norte de Albania y Macedonia comienza en octubre, y entonces ya no se podrá vivir en tiendas de campaña", dijo Michael Deppler, director del Departamento Europeo del FMI.
El Banco Mundial confía que los donantes internacionales brinden 300 millones de dólares, la mayor parte del dinero necesario para cuidar a los refugiados, pero igualmente los tres gobiernos deberán desviar más de 100 millones del desarrollo a la ayuda humanitaria, según el informe.
Esa cifra incluso podría estar "subestimada" en esta etapa, advirtió el estudio del Banco Mundial y el FMI.
Los tres países, que eran políticamente frágiles incluso antes del ingreso de los refugiados kosovares, se enfrentan a otras pérdidas económicas.
La incertidumbre creada por la crisis reducirá necesariamente la inversión extranjera, mientras el daño sufrido por la infraestructura de transporte yugoslava eliminó un vínculo vital entre Albania y Macedonia y Europa central.
Macedonia y Bosnia-Herzegovina sufrirán especialmente el conflicto actual porque Serbia, que recibe la mayor parte de los bombardeos de la OTAN, es un gran mercado para sus exportaciones.
Bulgaria, Croacia y Romania, que tienen poblaciones mayores y economías más ricas, no obstante también sufrirán pérdidas económicas, según el Banco Mundial y el FMI.
La costa adriática de Croacia, que en 1998 recibió 2.500 millones de dólares por el turismo, perderá cientos de millones de dólares por el menor número de reservas en los próximos meses.
Las exportaciones de Bulgaria y Rumania a Europa central y occidental habitualmente utilizaban el río Danubio o las carreteras de Yugoslavia, pero ahora deberán transitar por caminos más largos y caros.
Los seis países sufrirán la incertidumbre causada por la guerra, incluso la pérdida de la inversión extranjera y la confianza empresarial que, a su vez, retrasará las reformas económicas y las privatizaciones, agregó el informe.
Esos factores tendrán un gran impacto a nivel microeconómico, según el vicepresidente del Banco Mundial para Europa y Asia central, Johannes Linn.
"Si un negocio pierde 20 por ciento de sus exportaciones y oportunidades comerciales, esa podría ser la diferencia entre seguir en el ramo o caer en bancarrota, y el impacto en el empleo y en la economía en general puede ser mucho mayor", dijo.
Los donantes internacionales ya tomaron varios pasos para enfrentar esas pérdidas.
En una conferencia celebrada la semana pasada en Bruselas, los países donantes prometieron 750 millones de dólares para Bulgaria este año, de los cuales 100 millones se destinarán a superar las consecuencias de la crisis de Kosovo.
Una reunión similar se realizará la próxima semana para Macedonia y otra para Bosnia-Herzegovina a fines de mayo en París.
La UE también programó una importante conferencia de los donantes para el 27 de mayo en Bonn, que considerará un programa regional de medio plazo para los Balcanes.
El Banco Mundial, que brinda ayuda de emergencia a Albania y Macedonia, prepara modificaciones en sus programas de préstamo a todos los países afectados.
Así mismo, el FMI puede recurrir a otros instrumentos concebidos para compensar a los países por la pérdida inesperada de exportaciones y otros medios de ingreso.
El Club de París de donantes bilaterales también acordó esta semana aplazar el pago de la deuda externa de Albania y Macedonia hasta marzo. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/aq/if-ip/99