YUGOSLAVIA: Enseñanzas de la guerra de Vietnam para la OTAN

Era otro lugar, otro momento y las excusas eran diferentes, pero los ataques aéreos contra Yugoslavia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) reviven en Indochina dolorosos recuerdos de la guerra de Vietnam.

Cuando cada vez más estrategas militares occidentales instan a sus gobiernos a utilizar tropas terrestres para "liberar" a Kosovo, muchos evocan el modo en que Estados Unidos se involucró en la guerra civil de Vietnam, entre 1960 y 1975, con trágicas consecuencias para todos.

Washington empleó fuerzas aéreas y terrestres para intentar evitar que las fuerzas comunistas y nacionalistas derrocaran a las autoridades que Estados Unidos respaldaba en Saigón como gobierno de Vietnam del Sur.

Las fuerzas estadounidenses dejaron caer sobre Vietnam, Laos y Camboya un mayor tonelaje de bombas que el empleado durante toda la segunda guerra mundial. La campaña mató y desplazó a millones de ciudadanos, pero al final Estados Unidos regresó a casa derrotado y humillado.

Sólo en Camboya, la fuerza aérea estadounidense lanzó más de 530.000 toneladas de bombas entre 1969 y 1973, matando a más de 600.000 personas y desplazando a casi dos millones.

"El uso de la fuerza causa la muerte de civiles, crea tensiones y amenaza la paz, estabilidad y seguridad en la región y en el mundo", declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores de Vietnam luego de que la OTAN lanzara sus ataques aéreos contra Yugoslavia el 24 de marzo.

Grupos vietnamitas como la Asociación de Veteranos de Guerra y la Unión de Mujeres de Vietnam conderaon el ataque en términos aun más severos, y demandaron el cese inmediato del bombardeo de la OTAN.

"Apoyamos totalmente la justa lucha y determinación del pueblo yugoslavo ante los actos de agresión a su independencia nacional, soberanía e integridad territorial", afirmó una declaración de la Asociación de Veteranos de Guerra.

Los medios de comunicación vietnamitas informan que los ciudadanos comunes, que sufrieron inmensamente a causa de los ataques estadounidenes, están sumamente irritado por las acciones de la OTAN.

"Dos de las lecciones fundamentales de la guerra de Vietnam fueron: a) 'nunca intervenir en una guerra civil', y b) 'los ataques aéreas no destruirán la voluntad de un pueblo que cree que está haciendo lo correcto"', dijo en Bangkok un diplomático de un país de Europa que no integra la OTAN.

En el caso de Kosovo, las dos reglas están siendo infringidas por la OTAN, agregó.

Después de más de quince días de intenso bombardeo y destrucción de instalaciones civiles y militares en Yugoslavia, muchos afirman que la crisis humanitaria que los ataques supuestamente iban a evitar sólo ha empeorado.

Según los críticos, la represión y expulsión por parte de las fuerzas serbias y el temor a quedar atrapados en la guerra se sumaron para obligar a casi un millón de kosovares de ascendencia albanesa a huir a los países vecinos.

Durante la Guerra de Vietnam, el bombardeo estadounidense sobre Camboya, Laos y Vietnam sólo sirvió para fortalecer la resolución de las fuerzas comunistas, y empujó a millones de ciudadanos que antes eran neutrales a las filas de la resistencia.

En Camboya, el bombardeo de las áreas rurales, que Estados Unidos justificó diciendo que atacaba a "infiltrados norvietnamitas", alimentó la fuerza de los guerrilleros del extremista Jemer Rojo, que eran una fuerza marginal a fines de los años 60 y conquistaron el poder en 1975.

En debates recientes sobre el castigo a los responsables de la muerte de más de un millón de personas durante el régimen del Jemer Rojo, que duró cuatro años, muchos dijeron que cualquier tribunal internacional establecido para ese fin deberá investigar también el "genocidio" causado por las bombas estadounidenses.

Entre quienes sostuvieron ese punto de vista estuvo el propio primer ministro de Camboya, Hun Sen.

"Toda clase de resultados inesperados puede surgir del uso ciego de la fuerza que implican las campañas de bombardeo", dijo un ex piloto estadounidense de aviones B-52, que participó de ataques contra Hanoi durante la guerra y ahora tiene un exitoso negocio en Bangkok.

Una de las primeras investigaciones independientes del conflicto de Camboya, realizada por una comisión finlandesa de académicos entre 1980 y 1981, concluyó que los bombardeos estadounidenses llevaron a la "casi completa desintegración de la estructura social tradicional".

Durante los ataques entre 1969 y 1973, la producción de arroz de Camboya cayó casi 70 por ciento. Aproximadamente 75 por ciento de los animales de granja resultaron muertos, y fue destruida gran parte del pequeño sector industrial, al igual que más de 40 por ciento de la red de carreteras.

"Es extremadamente perturbador ver imágenes de bombas de la OTAN destruyendo puentes, depósitos de combustible y otras instalaciones civiles para 'debilitar la capacidad militar de Milosevic"', dijo un diplomático asiático.

Agregó que, igual que en Camboya hace 30 años, la destrucción de infraestructura en un país en desarrollo como Yugoslavia podría perjudicar durante décadas, de modo incalculable, a la población civil.

Otro mortal legado de las campañas aéreas de Estados Unidos sobre Indochina, que existe hasta hoy en Laos, son las bombas que no explotaron durante los ataques, diseminadas por todo el campo, que cada año causan la muerte de miles de personas, la mayoría niños y granjeros pobres.

El área montañosa en el norte de Laos, que sufrió ataques muy intensos durante la guerra, todavía está minada por las llamadas "bombitas", que según los expertos son mucho peores que las minas terrestres y fueron diseñadas específicamente para matar y mutilar.

Se calcula que las muertes causadas anualmente por las "bombitas" varían entre algunas centenas y 20.000 en toda la nación.

El uso de bombas de dispersión para atacar los vehículos blindados serbios también aumenta la posibilidad de que queden en el campo, durante mucho tiempo, cientos de piezas de artillería sin detonar.

Algunos grupos de paz estadounidenses señalaron además que la OTAN está utilizando bombas de alta penetración reforzadas con plutonio usado, que probablemente contaminarán gran parte del territorio yugoslavo durante décadas.

El caso de Camboya también muestra que una consecuencia a largo plazo de los bombardeos fueron serios problemas de salud mental de poblaciones que vivían en el este, cerca de la frontera con Vietnam, y sufrieron la peor parte de los ataques.

"Hay muchos camboyanos que todavía no superaron el trauma causado por los ataques a sus villas, y por ver cómo las personas que amaban eran asesinadas o mutiladas", dijo el psiquiatra holandés Willem van de Put, que trabaja en Camboya.

Para los miembros de las fuerzas armadas de los países de la OTAN, las consecuencias de la guerra serán muy costosas en términos humanos, especialmente si se involucran en operaciones terrestres para arrancar Kosovo del control de Serbia.

Para muchos veteranos de la guerra de Vietnam que viven en Asia, no hay duda de que si la OTAN decide utilizar tropas terrestres Yugoslavia será otro Vietnam: un campo de batalla donde la muerte y la destrucción derrotarán a la sensatez. (FIN/IPS/tra- en/bs/js/at/mp/ip hd/99

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