Los informes oficiales y los analistas independientes en Yugoslavia coinciden que los bombardeos aéreos de la OTAN causaron más daño a este país que la ocupación de la Alemania nazi entre fines de 1941 y mediados de 1944.
"Calculamos que es probable que el daño económico causado por la agresión de la OTAN y medido en relación al producto interno bruto supera el causado en la segunda guerra mundial", declaró esta semana Grupo-17, un centro de economistas independientes.
"Llamamos la atención de la comunidad internacional al hecho de que la agresión de la OTAN contra Yugoslavia representa un acto de brutal venganza contra todo un país y no un castigo a la maquinaria de guerra de Milosevic", agregó el grupo.
Según estadísticas del gobierno yugoslavo, 517 civiles murieron en Serbia a causa de los ataques aéreos de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). La información no especifica cuántos de ellos eran de origen albanés.
Expertos oficiales e independientes coinciden en que el daño directo a centros industriales, comerciales y civiles supera 10.000 millones de dólares, mientras el daño indirecto se puede calcular en varias decenas de miles de millones, ya que más de 500.000 personas perdieron sus empleos.
La información oficial agrega que fueron destruidos 11 puentes importantes, mientras 12 puntos ferroviarios y seis grandes carreteras se dañaron al punto de que ya no son funcionales. Siete aeropuertos en Serbia y Montenegro quedaron seriamente dañados, de los cuales sólo tres son militares.
Grupo 17 explicó que la OTAN ya atacó en Serbia a las refinerías de petróleo, las fábricas de químicos, automóviles, fertilizantes, maquinaria para la construcción y electrodomésticos.
El gobierno yugoslavo confirmó que 40 centros industriales, 16 refinerías y plantas químicas, y seis complejos agrícolas fueron destruidos totalmente desde el 24 de marzo.
Dieciséis hospitales y centros de atención médica fueron atacados, y más de 190 escuelas, facultades o centros estudiantiles o infantiles también fueron dañados o destruidos, además de 17 antenas transmisoras de televisión.
"Varios miles" de casas particulares fueron dañadas o destruidas en ciudades y pueblos de todo el país. Fuertes daños sufrieron 17 monasterios e iglesias medievales, además de ocho lugares clasificados de "herencia histórica".
Grupo 17, cuyos miembros trabajan tanto en el país como en el exterior, también coincidieron con la evaluación gubernamental de que las bombas provocaron un desastre ecológico de alcance regional.
"Con los ataques, la alianza arriesgó provocar conscientemente una catástrofe ambiental que podría" afectar a gran cantidad de gente, advirtió el grupo.
El informe gubernamental calcula que más de 2.000 misiles crucero se arrojaron sobre Yugoslavia, junto con más de 6.000 toneladas de explosivos en unas 7.000 misiones de combate de la OTAN.
El informe no especifica cuáles son sus fuentes, pero analistas en Belgrado aseguran que son militares.
El ejército yugoslavo no ofreció información sobre el daño que le provocaron los bombardeos de la OTAN, y sólo se limitó a confirmar la muerte de 10 soldados, pero se cree que la cifra es mucho mayor, a juzgar por la larga lista de obituarios que aparecen en los diarios serbios.
Fuentes militares se limitan a decir que "la mayoría de los sistemas antiaéreos, de apoyo y de otro tipo (de Yugoslavia) sólo sufrieron daños menores".
"Aún podemos movilizarnos, estamos en nuestro propio terreno y tenemos el respaldo del pueblo", dijo a IPS una alta fuente militar. "Sabemos que no somos un rival para la OTAN, nuestro propósito no es ganar, sólo tenemos que defender al pueblo", agregó.
El general Nebojsa Pavkovic, comandante del tercer ejército, con sede en Pristina, la capital de Kosovo, declaró a la prensa esta semana que los efectos de la campaña de la OTAN fueron "insignificantes" hasta el momento.
Pavkovic aseguró que sus unidades le derribaron a la OTAN 16 aviones, cinco helicópteros, 46 misiles crucero y cuatro aviones sin tripulación. Pero la alianza sólo reconoció haber perdido un avión caza, el F-117, derribado a principios de la guerra, y algunos aviones sin piloto.
Visto en las pantallas de televisión desde una cómoda distancia, los ataques contra la casa de Milosevic, el edificio de la televisión serbia o la sede del Partido Socialista (el grupo de Milosevic) quizá parezcan hazañas de los pilotos de la OTAN.
Pero el ciudadano común serbio los considera símbolos de la dolorosa devastación de este país.
"Llegamos al punto en que nadie parece recordar por qué comenzó todo esto", dijo Predrag Simi, del Instituto de Política y Economía Internacional, en Belgrado.
"Parecería que una destrucción de esta magnitud no tiene que ver con el retorno de los refugiados albaneses a Kosovo o con limitar la maquinaria militar de Serbia. Parece algo distinto. Se trata de una guerra de la OTAN contra Serbia", opinó Simi. (FIN/IPS/tra-en/vpz/ak/aq/ip/99