Continuas alzas de las tarifas de los servicios públicos, combustibles y alimentos y el aumento de las denuncias de corrupción contra funcionarios del gobierno condujeron a una creciente movilización social en Nicaragua.
La violencia callejera estalló nuevamente este viernes en Managua cuando grupos de estudiantes universitarios se enfrentaron con la Policía, con un saldo de diez heridos, uno de ellos grave.
Los jóvenes protestaban porque la mayoría liberal en la Asamblea Nacional se resiste a aprobar el presupuesto para las universidades estatales.
Es el primer incidente de esta naturaleza que ocurre en los últimos 18 meses.
Sin embargo, se produce en un momento de particular dificultad para el gobierno, que debe enfrentar continuas denuncias de corrupción.
Una Coordinadora Popular "para luchar contra la corrupción y la política económica del gobierno" fue creada este viernes por 22 organizaciones gremiales, comunales y de derechos humanos.
Uno de sus organizadores, Porfirio Gámez, advirtió que "se van a ocupar las calles hasta expulsar del poder a los corruptos".
El nuevo frente anunció una manifestación contra la corrupción para el 1 de mayo, la segunda de este tipo tras la realizada el 25 de marzo.
Además, aseguró que la Coordinadora está en conversaciones con otros sectores "con el objetivo de preparar las condiciones para un paro nacional".
"Creemos que es posible no sólo frenar la corrupción, sino también obligar al gobierno a cambiar sus políticas o renunciar", señaló Gámez.
El gobierno anunció para este domingo alzas en los precios del combustible y en todas las tarifas de servicios públicos (energía eléctrica, agua potable, alcantarillado y teléfonos), que aumentarían, según informaciones periodísticas, entre ocho y 14 por ciento.
En los últimos tres años, la tarifa de los servicios públicos creció 83 por ciento.
El economista opositor Alejandro Martínez Cuenca, ministro de Planificación bajo el sandinismo, advirtió que las alzas tendrán un impacto devastador en la estructura de precios de todos los bienes y servicios del país, "y aún mayor en la economía doméstica, la cual difícilmente podrá resistirla".
Cooperativas de transporte colectivo de autobuses y taxis y camiones de carga, anunciaron este viernes que realizarán un paro nacional para exigir al gobierno disminuir los precios del combustible, que en los últimos tres meses sufrieron ocho alzas.
Según los transportistas, en Nicaragua se vende el diesel más caro de América Central, al situarse en 1,42 dólares por galón.
Los distribuidores minoristas dicen a su vez que las alzas los perjudican al disminuir el consumo.
El presidente del Banco Central, Noel Ramírez, dijo este viernes que las alzas son "medidas dolorosas pero necesarias para que el país pueda acometer con éxito la tarea de reconstrucción después de la destrucción que causó el huracán Mitch", a fines de octubre.
Las pérdidas materiales ocasionadas se calculan en 2.000 millones de dólares.
"El gobierno está incurriendo en un libertinaje en el manejo comercial", denunció el presidente de la Asociación Nicaragüense de Distribuidores de Productos de Petróleo y Derivados, Omar González.
"Mientras en el resto de Centroamérica las gasolineras ganan 12 centavos de dólar por galón de diesel, aquí se ganan sólo cinco centavos", se quejó. (FIN/IPS/wg/dg/ip-if/99