RUSIA-VIETNAM: Buscan renovar deteriorados lazos económicos

Funcionarios rusos y vietnamitas celebrarán a fines de mes Hanoi la primera reunión de la comisión intergubernamental desde septiembre de 1997, para tratar asuntos comerciales y económicos.

La especial relación que había entre rusos y vietnamitas se desvaneció casi de un día para otro luego del colapso del principal benefactor de Hanoi, la Unión Soviética, en 1991.

Sin embargo, ese declive bien puede revertirse con un renovado interés de Moscú y Hanoi, en medio del descenso económico global, de profundizar los lazos económicos y otros.

"La cooperación bilateral entre Vietnam y la Federación Rusa todavía no alcanzó su potencial", dijo en una entrevista Viktor Shevelukha, diputado de la Duma Estatal o cámara de diputados del parlamento ruso.

"Debemos desarrollar la cooperación en la ciencia y la tecnología, así como entre las regiones", agregó Shevelukha, que es miembro del Partido Comunista ruso y viaja con frecuencia a Hanoi.

Debido a preocupaciones con problemas internos, el Kremlin no se molestó mucho en impulsar el comercio con Vietnam en los últimos años.

En el apogeo de sus lazos ideológicos de tres décadas y media, desde mediados de los 50 hasta 1990, la ex Unión Soviética inundó a su aliado en el sudeste asiático con préstamos concesionarios.

El legado de los "lazos fraternales" todavía es visible en las decenas de edificios de cinco pisos diseñados por arquitectos soviéticos en los suburbios de Hanoi. Los "jeeps rusos" son todavía el principal vehículo del ejército y la policía vietnamitas.

Decenas de miles de vietnamitas hablan ruso, pero todavía debe surgir un nuevo entendimiento mutuo.

En agosto de 1998 Rusia y Vietnam prometieron revitalizar los débiles lazos económicos, especialmente en el lucrativo campo de la energía, durante una visita a Moscú del presidente vietnamita Tran Duc Luong.

El presidente ruso, Boris Yeltsin, aceptó a su vez una invitación para visitar Vietnam en 1999, pero esto es poco probable en el futuro próximo debido a su deteriorada salud.

Entre un conjunto de documentos firmados por los dos presidentes hay un acuerdo para construir una refinería de petróleo en Vietnam con una capacidad anual de 6,5 millones de toneladas.

En diciembre de 1998 Vietnam aprobó un permiso de inversión para la refinería Dung Quat, una empresa de riesgo compartido a partes iguales entre la empresa estatal rusa Zarubezhneft y la petrolera pública PetroVietnam.

Hay más proyectos económicos en la agenda cuando el primer viceprimer ministro ruso, Vadim Gustov, y el viceprimer ministro vietnamita Ngo Xuan Loc celebren una reunión de la comisión bilateral entre los días 25 y 30.

La comisión, un foro para conversaciones sobre comercio y otros asuntos, celebrará su sexta sesión durante la visita de Gustov. La delegación rusa incluirá funcionarios de las regiones orientales de Primorye y Khabarovsk.

Desde el colapso soviético, los lazos entre los ex aliados fueron eclipsados por una aparente parálisis en el pago de la deuda en rublos de Vietnam a la ex URSS, heredada por Rusia.

Vietnam todavía debe 10.500 millones de rublos transferibles (RT) a Moscú.

Gran parte de la deuda corresponde a proyectos modelo que Moscú apoyó en el pasado, inclusive la estación hidroeléctrica Hoa Binh de 1.920 megavatios, la mayor represa de Vietnam, que cubre aproximadamente la mitad de las necesidades en electricidad del país.

Se estima que la suma que pagará Vietnam será mucho menor que los préstamos originales.

Los negociadores rusos solían decir que un dólar vale 0,7 RT, una tasa utilizada por el ex banco central soviético. Moscú ofreció cancelar la mitad de la deuda con la condición de que Hanoi aceptara sus condiciones de tipo de cambio, pero las dos partes todavía no llegaron a un acuerdo.

El comercio bilateral está obstaculizado por los altos costos de transporte, la falta de capital y la engorrosa burocracia en ambos países.

El volumen comercial en 1998 fue de 400 millones de dólares. El año anterior fue de 280 millones de dólares, y Vietnam tenía un déficit comercial con Rusia, dijo Alexander Tikhonov, un especialista en Vietnam del Ministerio de Comercio ruso.

En mayo del año pasado el entonces canciller y hoy primer ministro ruso Evgeny Primakov dijo que Moscú quería multiplicar por diez su comercio con Vietnam, para alcanzar un volumen de 3.000 millones de dólares en los próximos años.

Otros especialistas sugieren una meta más modesta, de mil millones de dólares, pero incluso ese objetivo parece lejano.

Las ventas de armamento de Rusia a Vietnam representan aproximadamente un tercio de su comercio.

En las últimas tres décadas, Moscú suministró al ejército de Hanoi la mayor parte de su equipo porque consideraba a Vietnam un puesto clave del "campo socialista" en el sudeste de Asia.

Tras el colapso de la Unión Soviética, la ayuda militar fue remplazada por las ventas comerciales de armamento, ya que el ejército vietnamita, de 500.000 integrantes, todavía necesita armas y repuestos rusos.

En los últimos cuatro años, Vietnam compró 12 aviones caza Sukhoi-27 por aproximadamente 330 millones de dólares.

La armada rusa todavía mantiene varios cientos de hombres en la Bahía de Cam Ranh, 400 kilómetros al norte de Ciudad de Ho Chi Minh, una gran base naval de construcción estadounidense que en el pasado sirvió de punto estratégico para la flota soviética en el Pacífico.

Rusia tiene un contrato de arrendamiento de la base de Cam Ranh que expira en el 2004 y que quiere extender. El ministro de Defensa, Igor Sergeyev, visitó Vietnam en octubre y prometió que a pesar de los problemas financieros los militares harán todos los esfuerzos posibles para mantener el contrato.

Expertos moscovitas afirmaron que Rusia también participaría en licitaciones para suministrar maquinaria y equipo a las plantas hidroeléctricas del centro y el norte de Vietnam.

Pero las posibilidades de que el país participe en la construcción de la planta de Son La, de 4.000 megavatios, son escasas, ya que al no tener dinero, Rusia es incapaz de ofrecer ningún paquete financiero sustancial para un proyecto que insumirá más de 3.000 millones de dólares.

Los funcionarios rusos insisten en que Moscú no tiene intención de descuidar los lazos de tanto tiempo con Hanoi.

Pero esas declaraciones todavía deben ser sustanciadas, también proque el sector privado ruso, seriamente afectado por la crisis, se resiste a celebrar acuerdos con Vietnam. (FIN/IPS/tra-en/sb/js/at-dg/if-dv-ip/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe