El comando militar de la organización separatista vasca ETA fue detenido hoy en París por la policía francesa, que actuó en coordinación con la de España.
Las previsiones sobre los efectos de la detención del comando en el proceso de paz iniciado el 16 de septiembre, cuando ETA declaró la tregua unilateral por tiempo indefinido que todavía se mantiene, son dispares.
El gobierno del centroderechista Partido Popular (PP) y la principal fuerza de la oposición, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), manifestaron su satisfacción y consideran que la aplicación de la ley no aleja la paz definitiva, sino que la aproxima.
El moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV), que encabeza el gobierno autónomo del País Vasco, y la coalición Izquierda Unida (IU, basada en el Partido Comunista) plantean que las detenciones pueden ser inoportunas, aunque sean legales.
Su temor es que el hecho provoque una respuesta violenta de ETA y, por lo tanto, la ruptura de la tregua y la interrupción del proceso de paz.
Fuentes del Ministerio del Interior informaron en Madrid que dos dirigentes de ETA fueron detectados a principios de febrero en París por la policía francesa, con el apoyo de la española. Desde entonces estuvieron bajo una discreta vigilancia.
Este lunes, los dos recibieron la visita de otros cuatro, con los que se reunieron en la tradicional zona de Montparnasse de la capital francesa.
La policía mantuvo un dispositivo de vigilancia y el martes a la mañana arrestó a los seis, casi a la misma hora en que el presidente del gobierno español, José María Aznar, iniciaba una visita oficial a París.
El más buscado de los detenidos era Irantzu Gallastegui, a quien se acusa, entre otros delitos, de haber dirigido los asesinatos del abogado y dirigente socialista Fernando Múgica, en 1996, y del concejal del PP Miguel Angel Blanco, en 1997, ambos vascos.
Todos los detenidos portaban pistolas automáticas de nueve milímetros de calibre, según la policía francesa. Cada uno de ellos llevaba varios documentos de identidad falsos, algunos como si fueran policías franceses.
En la vivienda de los dos etarras vigilados la policía encontró una computadora con datos que están siendo examinados y que pueden conducir a nuevas detenciones.
El ministro del Interior de España, Jaime Mayor Oreja, aseguró que el grupo detenido era el responsable desde 1994 de los "comandos liberados", como se denomina a los grupos de acción clandestinos.
Ese grupo dirigió todos los atentados cometidos desde 1994 en adelante e incluso sus integrantes participaron en algunos de ellos, dijo Mayor Oreja.
El ministro negó que las detenciones puedan hacer peligrar el proceso de paz. "Para la paz es necesario el respeto de la ley, una reconciliación profunda de la sociedad vasca y que superemos el miedo", afirmó.
Ese miedo está en vías de superación, según Mayor Oreja, quien mencionó como prueba de ello las manifestaciones masivas que se produjeron en todo el País Vasco como repudio al asesinato de Blanco en 1997.
En España ya se produjo una primera detención derivada de los arrestos de París. La concejal en Guipuzcoa de la coalición Herri Batasuna (HB, próxima a ETA), Dolores Chapartegui, fue detenida en la ciudad de Tolosa, acusada de ser un enlace con los responsables de los "comandos liberados".
Mientras, Aznar se entrevistaba en París con el presidente de Francia, Jacques Chirac, y con el primer ministro, Lionel Jospin, y manifestaba su plena confianza en la cooperación policial entre los dos países. (FIN/IPS/td/mj/ip/99