BOLIVIA: Grave crisis de la producción de soja

La sequía primero, las inundaciones luego y ahora la caída de precios internacionales llevaron al cultivo de la soja, principal producto de exportación no tradicional de Bolivia, a una de las peores crisis de su historia.

Las desgracias llegaron juntas para los productores sojeros de Santa Cruz, la región más próspera del país, que en la cosecha 1998-1999 perdieron unos 18 millones de dólares por la destrucción de 77.800 hectáreas a consecuencia de la sequía y de otras 1.000, posteriormente, debido a las inundaciones.

Los productores, agrupados en la Cámara de Agropecuarios del Oriente, dieron al gobierno un plazo que vence este viernes para que alivie sus graves dificultades. Solicitan la creación de un fondo de reactivación productiva de unos 150 millones de dólares, con tasas de interés preferenciales y plazos generosos.

También reclaman la moratoria de las deudas del sector agropecuario y una flexibilización de normas que les permita acceder a nuevos créditos del sistema financiero.

Pero las autoridades anunciaron que pondrán sólo 45 millones de dólares a disposición de los productores más afectados.

"El cuadro es crítico, pero aún no ha llegado a una situación extrema. La campaña grande (cosecha) no ha concluido y hay posibilidades de regularizar la situación del sector", declaró el ministro de Agricultura, Oswaldo Antezana, la semana pasada.

En opinión de Carlos Rojas, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas, la crisis es tan grave que no sólo amenaza a la región de Santa Cruz, sino también al equilibrio del conjunto de la economía boliviana.

Los productores de soja anunciaron que adoptarán medidas de presión si el gobierno no atiende sus demandas.

La soja representa 15 por ciento del producto interno bruto de Bolivia y es el principal rubro de sus exportaciones no tradicionales, principalmente con destino a los mercados de la Comunidad Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela).

Pero a diferencia de años anteriores, los productores celebraron este 6 de marzo el Día Nacional de la Soja agobiados por un desolador panorama.

Además de las pérdidas ocasionadas por causas naturales, enfrentan también perjuicios debidos a la caída del precio de la soja en el mercado internacional.

En 1998, Bolivia exportó 706.124 toneladas de soja, que produjeron ingresos de 202,8 millones de dólares (algo más de 287 dólares por tonelada).

Ahora el precio de una tonelada de soja cayó a 168 dólares en Chicago, y el precio en Bolivia a 145 dólares la tonelada, cuando los productores esperaban 165 dólares por tonelada en el lugar de origen.

Las organizaciones de sojeros bolivianos aseguran que la caída de los precios se debe, en parte, a una sobreproducción que estiman en 12 millones del total de 150 millones de toneladas que se producen en el mundo.

La oferta boliviana de soja llega a 925.000 toneladas, mientras Brasil produce 33 millones de toneladas, Argentina 19 millones y Paraguay tres millones, según datos de los productores locales.

Ronald Campbell, gerente de la compañía Industrias de Aceite, que utiliza la soja como principal insumo, indicó que el sector sojero debe incrementar su productividad.

"Los países vecinos (principalmente Argentina, Brasil y Paraguay) obtienen rendimientos de 2,5 toneladas de soja por hectárea, y el promedio boliviano varía apenas entre 1,8 y dos toneladas por hectárea", señaló. (FIN/IPS/ac/mp/dv if/99

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