(Arte y Cultura) COLOMBIA: Del español al turco, con acento latinoamericano

De la mano de Peral Bayaz Charum, una economista turca con fuertes raíces en Colombia, los lectores turcos han empezado a degustar la obra de escritores españoles y latinoamericanos sin mediación de una tercera lengua.

Es el caso de obras como "El Club Dumas", del español Arturo Pérez Reverte, lanzado en la pasada Fería del Libro de Estambul con el sello de la editorial Iletisim, casa que ya entregó a la traductora otra obra del mismo autor, "La Tabla de Flandes".

Bayaz participa también en un ambicioso proyecto de Iletisim, la traducción de las obras completas de Jorge Luis Borges, justo al cumplirse un siglo del nacimiento del escritor en Buenos Aires.

De la vasta producción de Borges, a ella le correspondió la pieza policial "El jardín de los senderos que se bifurcan", de la que el mismo autor dijo que "los lectores asistirán a la ejecución y a todos los preliminares de un crimen, cuyo propósito no ignoran pero que no comprenderán, me parece, hasta el último párrafo".

Tal vez no es casual que a una economista, traductora literaria, se le asignara uno de los cuentos que integran el libro Ficciones, igualmente del autor argentino.

De ese texto que mereció, en 1961, el Premio Internacional de Literatura, se dijo que es "la muestra más representativa de una obra que ha descubierto insospechadas posibilidades literarias en las matemáticas y la filosofía".

También de Borges y ya publicada es la traducción de "Los teólogos", cuento incluido en el libro "El Aleph".

En lo que puede interpretarse como una ola de interés en la literatura hispanoamericana, las editoriales turcas incluyen en su oferta cada vez con más frecuencia autores de estas latitudes, vertidos del español a la lengua nacional.

Con las notables excepciones de "El Quijote", de Miguel de Cervantes, traducido por Rosa Hakmen, y de "Cien Años de Soledad" y otras obras del colombiano Gabriel García Mérquez, traducidas por Inci Kut, la mayoría de las creaciones de autores en lengua castellana pasaban primero por el inglés y a veces por el francés.

Inci Kut es también la autora del único diccionario español – turco.

Ya traducidas por Bayaz y en proceso de impresión por la editorial Can están "Los cuadernos de don Rigoberto", del peruano Mario Vargas Llosa, y "Cristóbal nonato" y "Los Años con Laura", del mexicano Carlos Fuentes.

El oficio de traductora que para la juiciosa catedrática de Economía de la Universidad Nacional de Bogotá empezó como un pretexto del reencuentro con su cultura y su lengua es -ahora que dejó atras la docencia y la investigación- su actividad central.

"La literarura de aquí y de allá siempre me gustaron y siempre las seguí", contó Bayaz a IPS en su estudio bogotano, desde el que se divisa el Parque de la Independencia, un remanzo de verde en medio de la congestión del centro de la ciudad.

"Durante las tres décadas que estuve fuera -primero en París y luego en Bogotá- el contacto con mi lengua materna lo mantuve a través de la lectura de los nuevos autores turcos", señaló.

En lo que en por entonces parecía apenas un interés natural por seguir el transcurrir de su país, para la traductora merecía especial atención lo referente a los cambios lingüísticos, resultados de las reformas de la república y su apertura hacia Occidente.

En particular, dice Bayaz, "el retorno a los orígenes del idiona, a su depuración de palabras procedentes de idiomas extranjeros, sobre todo del árabe y el persa".

Por eso, cuando incursionó en la traducción -la única que ha hecho del turco al español- eligió "Cuentos de montañas de basura", de su coterránea Latife Tekin, texto que se encontró en la publicación francesa Le Monde Diplomatique.

Tekin era una autora joven de origen campesino a la que crítica llegó a señalar por supuesto plagio de García Márquez, pues encontraban en su narrativa un equivalente en turco al realismo mágico del creador de Macondo, al que ella por entonces aún no había leído .

Es probable que en los "Cuentos…", obra que ya había sido vertida al inglés, al francés y al italiano, Bayaz encontrara el eslabón entre la que entonces era su actividad principal, profesora de economía y urbanismo, y la que empezaría a ser su nueva pasión: recrear autores de lengua castellana.

Los "Cuentos…" trascurren en la marginalidad urbana y la obra tiene "momentos épicos y muy bonitos", dice su traductora al español, recordada por muchos de sus ex alumnos como una excepcional profesora de economía que los ponía a leer literatura.

En cuanto a la escritura en turco, por mucho tiempo el único ejercicio fue la correspondencia familiar y alguna que otra lacónica comunicación con el consulado turco en Venezuela, la más próxima representación diplomática de su país.

Una primera decisión -casi silenciosa y a manera de reto personal-, fue traducir al turco varios cuentos de la escritora colombiana Marvel Moreno, nacida en Barranquilla , sobre la costa Caribe.

De sus relatos el español Juan Goytisolo comentó que "con minuciosidad implacable", "ponen en la picota los pequeños vicios y vanidades".

Moreno "pasea su mirada despiadada por un mundo egoísta y caduco en el que la mujer es aún un mal necesario y su liberación una perspectiva remota", agrega.

Con los cuentos de la colombiana, Bayaz hizo una suerte de inmersión en su propia lengua para lograr lo que ella misma define como la clave de su nuevo oficio: leer en español y pensar en turco.

Además, poner el acento y la percepción de una de las regiones más dinámicas en la permanente construcción de la lengua española:

"El haber vivido tanto tiempo en América Latina me permite poder imaginar y sentir el espacio y el tiempo como se viven aquí", dice.

La vivencia de la cotidianeidad en Colombia y por extensión en América Latina, le dieron a Peral Bayaz dominio del habla popular que, junto con las exigencias del idioma castizo y técnico que le exigió la docencia universitaria, han sido un apoyo fundamental en su oficio de traductora.

"El español tiene un vocabulario más amplio que el turco pero éste es muy rico en modismos, dichos y expresiones, lo que resulta de gran ayuda en el momento de la traducción", cuenta con hablar pausado salpicado de entusiasmo.

"Con frecuencia – agrega- uno se encuentra con expresiones que son la misma cosa aqui y allá y entonces la sensación del tránsito de una a otra lengua es muy fluida". Tanto como su nueva vida de traductora con temporadas entre Estambúl y Bogotá, con casas y afectos profundos en uno y otro lado. (FIN/IPS/mig/dg/cr/99)

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