Occidente brinda más atención al conflicto en Yugoslavia que a las decenas de guerras que se desarrollan desde hace décadas en Africa, muchas de ellas de mayor magnitud que la que provocó el ataque de la OTAN a fuerzas yugoslavas.
Las minorías oprimidas y los millones de refugiados a causa de las dictaduras, los guerrilleros y la pobreza en países como Angola, República Democrática del Congo (RDC), Sierra Leona y otros, estarían encantados de recibir la atención de la comunidad internacional.
La ausencia de una segunda superpotencia provocó cruentos conflictos y grandes tragedias humanas en Africa desde comienzos de la década de 1990, mientras las potencias mundiales observan desde una cómoda distancia.
Los medios de comunicación hace mucho que dejaron de prestar atención a Africa, y ahora se concentran en Kosovo y las interminables idas y venidas de los diplomáticos de Occidente, en lo que parece la peor crisis de refugiados de Europa de las últimas décadas.
"En este momento, la comunidad internacional parece querer desentenderse del compromiso multilateral en los conflictos aparentemente interminables de Africa", señaló Greg Mills, director del Instituto de Asuntos Internacionales de Sudáfrica.
La tragedia de Kosovo parece menor si se la compara con lo que sucede en algunos países africanos. La reanudación de la guerra en Angola, por ejemplo, aumentó el número de desplazados internos a 1,5 millones, en una población total de 11,5 millones de personas.
La guerra civil de Sierra Leona, iniciada en 1991 y reanudada en 1997, destruyó casi toda su infraestructura, lo cual causó un gran deterioro de las condiciones de vida. Sólo entre 10 y 15 por ciento de los 4,5 millones de habitantes de ese país tienen acceso a la atención médica básica.
La guerra y el embargo impuesto por la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (ECOWAS) estancó la economía de Sierra Leona.
El golpe de estado de mayo de 1997 tuvo como consecuencia el cierre de todos los bancos comerciales. La agricultura, la pesca y la minería ya se habían paralizado al comenzar las hostilidades en 1991, y los ingresos del gobierno habían disminuido 90 por ciento.
La ayuda extranjera, que representaba 30 por ciento del presupuesto, fue cancelada.
Hubo unas 30 guerras en Africa desde 1970, la mayoría internas. En 1996, 14 de los 53 países africanos se encontraban en guerra, las que provocaron más de la mitad de los muertos por conflictos bélicos en todo el mundo y ocho millones de refugiados.
La guerra civil de Mozambique provocó entre 1981 y 1986 un descenso anual de 3,5 por ciento del producto bruto interno. Casi la mitad de las rutas del país se pueden utilizar sólo en vehículos todo terreno.
Un año de violencia en Kosovo costó la vida de 2.000 personas, mientras que sólo el conflicto de Angola, en 1994, cobró 200.000 víctimas.
La regla en Africa parece ser que la infraestructura destruida durante los conflictos civiles no se repara, queda como documento de lo sucedido y, en algunos casos, países enteros desaparecen del mapa, como en el caso de Somalia.
El presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, fue catalogado por los medios de comunicación como el nuevo Hitler, pero Africa padeció dictadores como el de Zaire (actual RDC), Mobutu Sese Seko, un aliado de Occidente que jamás convocó a verdaderas elecciones y sin embargo, nadie lo amenazó y mucho menos lo bombardeó.
Analistas africanos sostienen que se desarrolló una actitud especial hacia este continente desde que se terminó la guerra fría.
La falta de intereses estratégicos de Occidente en Africa parece ser una de las explicaciones. Pero esto sucede justamente cuando el continente vive agudas crisis humanitarias.
"Estados Unidos y sus aliados de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) intentan que su última acción parezca inspirada en la preocupación por los derechos de las minorías. De hecho, no tiene nada que ver con eso, sino con los grandes poderes políticos", observó el Partido Comunista de Sudáfrica (SACP).
"Dicha postura respecto de las minorías de Kosovo es contradictoria con la indiferencia de la OTAN hacia otros problemas de minorías de la región, como los kurdos, que desde hace décadas sufren la dominación y el genocidio de Turquía, un miembro de la organización", señaló el SACP.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se retiró de Angola este año, dejando un vacío en las negociaciones entre las partes en conflicto, el gobierno y la Unión para la Total Liberación de Angola (UNITA), y agregando argumentos para quienes afirman que el foro mundial es irrelevante.
Las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU alcanzaron su cumbre en 1994, cuando hubo 17 operativos con 85.000 voluntarios, y cuyo presupuesto ascendió a 3.400 millones de dólares. Ese año, 70 por ciento de las operaciones se desarrollaron en Africa.
Actualmente, la ONU desarrolla 15 operativos llevados a cabo por 24.000 personas, con un presupuesto de 1.000 millones de dólares.
"El ataque a Belgrado anula más aún la autoridad del Consejo de Seguridad de la ONU", sostuvo Jackie Cilliers, del Instituto de Estudios sobre Seguridad, una organización no gubernamental, en Johannesburgo.
"También hace que sea esencial crear un sistema internacional basado en criterios claros que se apliquen a todas las naciones, para no quedar librados a las interpretaciones del Consejo de Seguridad", concluyó. (FIN/IPS/tra-en/gm/ak/ceb/aq/ip/99