Estados Unidos avaló hoy la cooperación de Colombia y México en la lucha contra el narcotráfico, al tiempo cuestionó el desempeño de Camboya, Haití, Nigeria y Paraguay, si bien suspendió las sanciones correpondientes a esos países por razones "de interés nacional".
Estas decisiones, la mayoría esperadas, dejaron a Afganistán y Birmania como únicos países productores de droga sobre los cuales Washington mantendrá las sanciones unilaterales, como lo requiere una polémica ley aprobada diez años atrás.
La decisión de certificar a México recibirá, como en años anteriores, duras críticas en el Congreso legislativo, que tendrá 30 días para revisar y refrendar el dictamen del gobierno de Bill Clinton.
Al margen del anuncio del gobierno de Ernesto Zedillo de que asignaría 500 millones de dólares a la implementación de un nuevo programa antidrogas mexicano, la mayoría de los expertos afirman que el país no hizo virtualmente ningún avance en la reducción del narcotráfico y la corrupción en 1998.
Pero el gobierno de Clinton dejó en claro que México es demasiado importante en varios otros asuntos bilaterales, como comercio e inmigración, para arriesgar a un conflicto relacionado con las drogas.
Dos semanas atrás, Clinton le dijo a Zedillo en Mérida que "México no debería ser castigado por tener el coraje de enfrentarse a sus problemas".
Menos controvertida fue la decisión de certificar a Colombia, luego de la elección el año pasado del nuevo presidente, Andrés Pastrana. En la presidencia de su antecesor, Ernesto Samper, Clinton negó la certificación, aunque el año pasado suspendió las sanciones por razones de "interés nacional vital".
El gobierno de Clinton alegaba que Samper había recibido contribuciones financieras de narcotraficantes para su campaña electoral.
A pesar de "descertificarla", Estados Unidos incrementó persistentemente durante el período de Samper su ayuda militar a Colombia, que recibirá casi 300 millones de dólares en asistencia antidroga este año. Ese país es el principal receptor de ayuda de Washington en América.
Más sorprendente aun fue la determinación del gobierno de Clinton de que Haití habían dejado de cooperar de forma adecuada en la lucha contra el narcotráfico, aunque se suspendieron las sanciones por razones de interés nacional.
Igual suerte corrió Nigeria, lo cual se relacionaba, con claridad, al cambio del régimen tras la muerte inesperada del dictador Sani Abacha en junio y el proceso en curso para entregar el gobierno a un régimen civil elegido en las urnas.
"Tenemos gran respeto por la transición de esta nación a la democracia, y la fomentaremos", dijo este viernes el director de la Oficina de Políticas Antidrogas de la Presidencia estadounidense, Barry McCaffrey.
"Prevemos avances contra las drogas con esta transición", agregó.
Una suspensión de las sanciones a los países descertificados por razones de interés nacional permite a esas naciones recibir ayuda económica y militar de Estados Unidos, así como gozar de preferencias económicas, créditos a la inversión y garantías.
También significa que Washington no opondrá sus votos a los pedidos de préstamo de esos países a instituciones financieras internacionales, como el Banco Mundial.
Los anuncios de este viernes fueron acompañados por un informe de 731 páginas sobre la estrategia de control de drogas del gobierno.
En su capítulo de introducción, el informe sostuvo que Washington realizó "sólidos avances" contra el narcotráfico en 1998, en especial en los países andinos.
El informe observó que los cultivos totales de coca, la materia prima de la cocaína, cayó en esos países 17 por ciento en 1998, a unas 191.000 hectáreas, a pesar del aumento de 28 por ciento en Colombia. (FIN/IPS/jl/mj/ip/99