TIBET: Cultura tibetana está a salvo en India, dice Dalai Lama

La particular cultura de Tibet y siglos de tradiciones budistas están mejor resguardados en India que en su región de origen, incorporada a China, sostuvo el Dalai Lama, jefe espiritual de los tibetanos.

El Dalai Lama indicó que a las universidades monásticas instaladas en India por refugiados de Tibet llegan estudiantes indios y de otros países, al inaugurar la Sala Mayor de Reuniones de la Universidad de Drepung en Doeguling, cerca de Mundgod, en el suroeste de India.

La Universidad de Drepung, una réplica de la que llevaba el mismo nombre en Lhasa y fue incendiada por decisión de las autoridades chinas en 1959, cuando tenía 500 años de antigüedad, es una de las más grandes de India.

La universidad abrió sus puertas en 1971 con 200 estudiantes. Ahora tiene 3.500 inscriptos, sin contar a los monjes más ancianos que habitan en el monasterio. Hay 260 novicios de entre 8 y 14 años de edad que reciben educación general y clases especiales de Teología.

Los estudiantes completan su doctorado o "geshe", como lo llaman los tibetanos, en 18 años. El estudio es riguroso y la vida en el monasterio es espartana.

El Dalai Lama, que supervisa personalmente los exámenes finales de Drepung, estuvo allí unos días debatiendo sobre temas religiosos con los monjes. Las cinco materias principales que se enseñan en la institución son Etica Mahayana, Lógica, Psicología y Filosofía Madhamita y Paramita.

Gran cantidad de los estudiantes son budistas indios de la región norteña del Himalaya (lamas de las zonas de Kadkh y Zanskar, en el norteño estado de Jammu y Cachemira, y de áreas del este). Otros provienen de los países vecinos Bután y Nepal, y también de Occidente, sobre todo de los países nórdicos.

La Sala Mayor de Reuniones de Drepung fue construida por los monjes y la comunidad de refugiados tibetanos en India, que hicieron el trabajo como voluntarios, señaló Kensur Tenpa Tenzin, el abad más anciano del monasterio.

El asentamiento tibetano de Doeguling se encuentra en un terreno de unas 1.200 hectáreas en el estado de Karnataka, cuyo gobierno arrendó por 99 años unas 5.300 hectáreas a la comunidad de refugiados.

Decenas de miles de tibetanos huyeron de su país desde que el Dalai Lama escapó a India en 1959, tras una sublevación fallida contra las autoridades chinas.

El gobierno de India permitió en 1960 que el Dalai Lama y su gobierno en el exilio se instalaran en Dharamshala, en el estado norteño de Himachal Pradesh.

Muchos de los 100.000 refugiados tibetanos en India viven en Dharamshala o en sus cercanías. El resto está en unos 20 asentamientos en otros diez estados de India, incluyendo a Karnataka, donde el asentamiento de Doeglung, iniciado en 1966, alberga 12.000 personas.

Los refugiados de Tibet también se instalaron en Nepal (25.000 personas), Bután (2.000), Suiza (2.000), Canadá (600) y Estados Unidos (1.500).

Desde que el Dalai Lama abandonó Tibet, ha tratado de convencer al gobierno chino de que permita el regreso de los refugiados, enviando representantes desde Dharamshala para discutir en Beijing el futuro de la región ocupada, con un plan de paz de cinco puntos.

El Dalai Lama propone que se convierta a Tibet en zona de paz, que China cese la política de transferencia de población por la cual los tibetanos son ahora minoría en su propio país, que se respeten los derechos humanos, que se proteja el ambiente y que se inicie un diálogo sobre el futuro de la región.

El líder religioso sostuvo, en una entrevista en Doeguling, que mantiene su política de aproximación gradual a la autonomía. "Creo que eso es lo mejor para nosotros, para el Tibet y para la región", afirmó.

El Dalai Lama fue optimista al evaluar las posibilidades de apoyo a la causa tibetana por parte de la comunidad internacional, y señaló que en todo el mundo se reconoce que la cultura de Tibet integra y preserva lo mejor de la tradición budista.

El gobierno tibetano en el exilio ha presentado documentos que denuncian la alteración del ambiente y la destrucción de la fauna silvestre en Tibet. Antes de la invasión china, la región era un intocado santuario natural protegido por la tradición budista, que profesa un gran respeto hacia todas las formas de vida.

Las planicies de Tibet fueron utilizadas para la fabricación de armas nucleares y el depósito de desechos radiactivos, lo que constituye una amenaza no sólo para las generaciones actuales, sino también para las futuras, advirtió el Dalai Lama, como lo ha hecho en varias ocasiones.

La postura estrictamente no violenta del líder religioso fue desafiada por grupos de jóvenes refugiados tibetanos, que este mes realizaron una manifestación contra la "ocupación ilegal" de Tibet frente a la Embajada de China en Nueva Delhi.

El Dalai Lama consideró "lamentable" la protesta pública de los jóvenes, y opinó que su actitud fue un "síntoma de frustración" por la situación que viven. (FIN/IPS/ka/an/ceb/mp/ip/99

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