SIERRA LEONA: Liberia apoya a rebeldes, acusan países vecinos

Reinaba hoy una tensa calma en Freetown, donde fuerzas de Africa occidental luchan contra insurgentes que pretenden derrocar al gobierno de Sierra Leona y que contarían con el respaldo de Liberia, según acusaron países vecinos, Estados Unidos y Gran Bretaña.

Por esa razón, Ecomog, el contingente de paz de la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (Ecowas), anunció el domingo que retirará sus soldados de Liberia, donde ayudó a concluir la guerra civil (1989-1997) de ese país y supervisó las elecciones multipartidarias celebradas en 1997.

Mientras, los rebeldes en Sierra Leona aseguran que respetarán un cese del fuego a partir de las 18:00 GMT de este lunes, aunque no hay indicio de que las fuerzas de Ecomog vayan a tomar la misma medida.

"Aún está previsto que el cese del fuego comience a las 18:00", confirmó Omrie Golley, portavoz del insurgente Frente Revolucionario Unido (RUF), en Abidjan.

Los rebeldes, aliados a soldados de la ex dictadura militar de Sierra Leona, invadieron Freetown el día 6, pero la semana pasada fueron expulsados de la mayor parte de la capital.

La ciudad estaba tranquila esta lunes, pero fuertes tiroteos se escucharon esporádicamente durante la noche desde el distrito oriental de Kissy, donde aún permanecen grupos rebeldes. Ecomog asegura que la seguridad reina en el oeste y el centro de Freetown, pero no en la zona este.

El presidente de Ghana, Jerry Rawlings, es uno de los líderes que acusan al presidente liberiano Charles Taylor por el enfrentamiento en Freetown que ya cobró más de 2.000 vidas.

Rawlings dijo a una delegación liberiana de visita en Ghana que resultaba decepcionante que Liberia -en paz gracias a que Ecomog ayudó a terminar con la guerra civil que devastó al país entre diciembre de 1989 y julio de 1997- apoyara a los rebeldes contra las mismas fuerzas de paz en un país vecino.

"Los recibo con dificultad, porque me resulta difícil creerles", declaró Rawlings ante la delegación, refiriéndose a que Liberia niega su participación en la guerra civil de Sierra Leona.

"Hay vidas en juego y Ghana no va a aceptar pasivamente perfidia alguna", dijo Rawlings al vicepresidente liberiano Enoch Dogolea, quien le entregó un mensaje especial de Taylor sobre el conflicto en Sierra Leona.

Rawlings advirtió a Liberia que deje de apoyar a la insurgencia o se enfrenterá al poderío de la subregión. El presidente aseguró que tiene en su poder informes de inteligencia sobre el movimiento de los rebeldes desde Liberia, el apoyo que reciben, y modernas armas utilizadas contra Ecomog en Freetown.

"El respaldo de Liberia al Frente Revolucionario Unido es una puñalada en la espalda para los países que aportan soldados a Ecomog. Hablo como militar que arriesga las vidas de sus soldados en el frente y eso no da lugar a las negociaciones diplomáticas", afirmó Rawlings.

El canciller liberiano, Monnie Captan, integrante de la delegación de visita en Ghana, sólo dijo que un conflicto en un país vecino es una amenaza para los países próximos, y calificó la guerra en Sierra Leona de "herida" que exige atención urgente.

Gran Bretaña también acusó a Liberia de intervenir en el conflicto de Sierra Leona. El canciller británico Robin Cook envió un fuerte mensaje a Liberia a principios de este mes y sugirió que su país tiene evidencia del apoyo que Taylor brinda a los rebeldes.

Así mismo, Estados Unidos y Nigeria acusaron del conflicto a Taylor.

Paradójicamente, Liberia, un pequeño país con 2,8 millones de habitantes, apenas comenzó a recuperarse de su propia guerra civil, que causó más de 250.000 muertes y arruinó a la economía y la infraestructura básica.

Pero a pesar de esas dificultades, "hay que vigilar de cerca a Liberia en la subregión", recomendó un analista.

El conflicto en Sierra Leona tiene su origen en la guerra civil de la vecina Liberia. El encarcelado líder del RUF, Foday Sankoh, lanzó la guerra contra el gobierno de Freetown en 1991 desde la vecina Liberia, con la ayuda de Taylor, entonces líder insurgente y opositor del plan de paz para Liberia.

Taylor ayudó a Sankoh en 1991 para impedir que Freetown permitiera a Ecomog utilizar el aeropuerto internacional de Lungi como base contra la organización insurgente de Taylor, el Frente Patriótico Nacional de Liberia (NPFL).

Para contrarrestar el plan de Taylor, Sierra Leona apoyó la creación de lo que luego serían los mayores rivales de Taylor, los movimientos liberianos Ulimo-K y Ulimo-J.

Trabajadores de organizaciones humanitarias en Freetown confirmaron que fuerzas de Ecomog capturaron o mataron a liberianos durante los combates en la capital de Sierra Leona. Taylor reconoció que integrantes del ex NPFL luchan junto al RUF, pero "por su cuenta".

Una semanas antes de que los insurgentes comenzaron su ofensiva hacia Freetown, Taylor ordenó el cierre de las fronteras liberianas con Sierra Leona porque, explicó, temía un ataque de sus antiguos rivales en Freetown.

"Siempre que Taylor grita lobo, significa que quiere realizar algún acto siniestro contra sus enemigos", aseguró el comandante de las fuerzas de Ecomog en Sierra Leona, Maxwell Khobe, cuando Liberia cerró sus fronteras. (FIN/IPS/tra-en/jc/pm/aq/ip/99

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