El Banco Central de Brasil renunció hoy a la férrea defensa del real que mantuvo desde noviembre de 1997, cuando la profundización de la crisis asiática lo había obligado a fijar tasas de interés incompatibles con el desarrollo económico.
La libre flotación del real dispuesta para este viernes será seguida el lunes por medidas de nueva política cambiaria que aún no se conocen, pero ya se tiene una depreciación del real de 25 por ciento desde el miércoles.
La caída del real tendrá claro impacto en el comercio entre los cuatro países miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur), cuyo curso está determinado por la respiración del gigantesco mercado brasileño.
"Ya sabíamos que el real estaba sobrevaluado", comentó el uruguayo Arturo Porzecanski, de ING Barings. Mientras, el economista estadounidense Rudiger Dornbusch calculó entre 20 y 25 por ciento la depreciación que la moneda brasileña aún tendría que sufrir después de la devaluación de nueve por ciento del miércoles.
Brasil, con un déficit fiscal equivalente a ocho por ciento de su producto interno bruto y una deuda de corto plazo de 170.000 millones de dólares, era la siguiente pieza en el efecto dominó que comenzó el 2 de julio de 1997 en Tailandia, se propagó por el resto del sudeste de Asia, afectó a Japón y hundió luego a Rusia.
Argentina, Paraguay y Uruguay, los tres socios de Brasil en el Mercosur, mostraron en el último trimestre de 1998 señales de pérdida de vigor exportador y la depreciación del real aumenta sus problemas.
Chile, que ya perdió ventas a Asia, también se resentirá, debido a su estrecha asociación comercial con el bloque.
Así mismo, la crisis de Brasil aumentará la presión deflacionaria que ya se manifestaba en el área del Mercosur a causa de la caída de precios de productos básicos en el mercado internacional, observó el semanario uruguayo Búsqueda.
Argentina coloca 30 por ciento de sus exportaciones en Brasil y 60 por ciento de las ventas de Uruguay van a esos dos países.
La industria automovilística, los lácteos y el petróleo serán los sectores más afectados en Argentina. En cuanto a Uruguay, podría presentar este año un cuadro de recesión, como el que soportó en 1995 por efecto indirecto de la crisis mexicana, advirtió Búsqueda.
En Argentina "no se va a desarticular el sistema ni habrá crisis financiera", aseguró el ex ministro de Economía Domingo Cavallo, padre del plan de estabilización argentino.
El gobierno brasileño tiene que adoptar un sistema de caja de conversión a la usanza argentina o mantener la libre flotación del real, dijo este viernes Cavallo, uno de los especialistas más consultados por empresarios y medios de prensa desde el miércoles, cuando se precipitó la crisis brasileña.
Agregó que el gobierno de Fernando Henrique Cardoso debe también favorecer el descenso de las tasas de interés, cuyo alto nivel estaba determinado por el esfuerzo de defensa del real.
"Brasil no seguirá dilapidando sus reservas para defender una moneda indefendible", comentó en Nueva York Jeff Woodruff, un especialista en mercados de cambios del BankBoston. La libre flotación del real es "una señal alentadora", agregó.
Entre 1.200 y 1.400 millones de dólares abandonaron Brasil el jueves, en evidencia de la debilidad de la respuesta del gobierno de Cardoso a la presión sobre el mercado financiero y el cambiario.
La defensa a ultranza del real tuvo un alto costo para el Banco Central. En efecto, sus reservas internacionales, que llegaban en julio a casi 70.000 millones de dólares, se ubican ahora en unos 30.000 millones, según cálculos extraoficiales.
El real entró en circulación hace cinco años, a iniciativa de Cardoso, creador del plan de estabilización cuando se desempeñaba como ministro de Hacienda del gobierno de Itamar Franco.
La bolsa de Sao Paulo, la principal de América Latina, reaccionó al alza ante las noticias de este vierenes, para ajustar sus valores en moneda nacional a la nueva cotización del dólar.
La siguieron los restantes mercados latinoamericanos, para dar razón al parecer a Woodruff. También el economista argentino Guillermo Calvo había dicho que, para su país, lo mejor sería un desenlace rápido de la crisis brasileña.
Las acciones también subieron en casi todas las plazas de la Unión Europa y en Nueva York. En cambio, cayeron en Europa oriental, junto con las cotizaciones de cambio.
"La economía de Brasil es más grande que la de Rusia", de modo que un eventual colapso brasileño tendría "mayor impacto en el mundo y en Europa oriental" que la crisis rusa, señaló este viernes Michal Szymanski, del ING Bank en Varsovia. (FIN/IPS/ff/ff/if/99