INDIA: Gobierno honra a Gandhi, pero olvida sus ideales

El primer ministro de India, Atal Bihari Vajpayee, no probará bocado hoy, en ocasión del 51 aniversario de la muerte de Mahatma Gandhi, el hombre que con el ayuno y otros métodos no violentos logró la independencia de este país, y que fuera asesinado por un fanático hindú.

Aparte del ayuno, la India de hoy no se parece mucho a la India que pretendía Gandhi, aunque por todas partes se venera al hombre conocido como "apóstol de la no violencia".

Casi todas las calles principales de las ciudades llevan el nombre de Gandhi, y todos los políticos se visten con el algodón blanco hilado en el país que el líder utilizó para enfrentarse a la economía colonial, que explotaba el extenso mercado nacional para beneficiar a las fábricas británicas de Manchester y Birmingham.

Pero la creencia de Gandhi en la autosuficiencia y la no violencia, y el espíritu de tolerancia que predicó para todas las religiones se esparció por los cuatro vientos, junto con sus restos mortales.

El martes, en el Día de la República, India exhibió en el principal bulevar de Nueva Delhi su última arma de destrucción masiva, el misil de mediano alcance Agni.

Mientras, en el oriental estado de Bihar, un ejército privado de hindúes de castas superiores masacraba a 23 campesinos pobres, porque osaron pedir salarios justos.

Al presidente Kocheril Raman Narayanan le pareció necesario, en su discurso habitual del Día de la República, recordarles a sus conciudadanos cuánto se alejaron de los ideales de Gandhi.

La vida para el ciudadano común ya no es un "trance eterno o una vigilia eterna", dijo Narayanan, citando a Gandhi. Pero a pesar de los logros alcanzados desde la independencia, las desigualdades económicas se agravaron, declaró.

"Por ejemplo, se calcula que la cantidad de gente que vive por debajo de la línea de pobreza es un poco mayor al tamaño de la población de India en el año de la independencia", observó, en un discurso emitido por televisión.

"Tras la independencia, aprobamos muchas leyes que emanciparon e invistieron a las mujeres… los trabajadores y los campesinos de derechos sociales y económicos", declaró.

"Estas son leyes y medidas políticas de las que el país puede enorgullecerse, aunque no avanzaron lo suficiente y con frecuencia se frustraron en el proceso de aplicación", dijo Narayanan.

Cuando Narayanan redactó su discurso aún no sabía que fanáticos hindúes habían quemado vivos a un misionero cristiano australiano y sus dos pequeños hijos, en el oriental estado de Orissa.

Aunque Vajpayee ayune a la manera de Gandhi, el hinduista partido de gobierno Bharatiya Janata (BJP) que preside no le permitirá llevar a cabo el ideal de una India secular que no es "del todo hindú, del todo cristiana o del todo musulmana, sino del todo tolerante", defendido por el líder de la independencia.

El ministro de Defensa George Fernandes encabezó un equipo de tres ministros que visitó la aldea de Manoharpur donde fueron asesinados el misionero y sus hijos. El funcionario atribuyó el brutal incidente a "conspiradores internacionales".

"Descubrir la mano de conspiradores internacionales" en el asesinato de un misionero extranjero y de sus pequeños hijos es un vuelo de la imaginación rayano en lo farsesco", replicó A.B.Bardan, el presidente del Partido Comunista de India.

Bardhan y otros dirigentes políticos exigen la prohibición de los partidos fundamentalistas hindúes asociados con el BJP, sobre todo del Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS), que ejerce una influencia desmedida sobre el gobierno de coalición.

El RSS ya había sido prohibido por planificar y ejecutar el asesinato de Gandhi en 1948, pero desde entonces se rehabilitó y defiende sus propuestas derechistas, nacionalistas y fundamentalistas a través de testaferros como el BJP y el más militante Vishwa Hindu Parishad (Consejo Mundial Hindú).

Un miembro del RSS que integra el gabinete de Vajpayee es el ministro del Interior Lal Kishan Advani, quien intenta culpar del crimen del misionero y sus hijos a delincuentes comunes.

Ciudadanos destacados de Nueva Delhi decidieron organizar este sábado la Marcha de los Ciudadanos por la Armonía Comunal en protesta contra el fanatismo hindú.

"Hace 51 años, el mismo clima de odio e intolerancia causó el asesinato de Mahatma Gandhi. Ayer fue el padre de la nación, hoy es la nación entera que es atacada", aseguró un comunicado de prensa del grupo, en el que se encuentran los ex primeros ministros Vishwanath Pratap Singh e Inder Kumar Gujral. (FIN/IPS/tra-en/rdr/an/aq/ip/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe