El gobierno de Cuba reaccionó hoy con extrema cautela ante el anuncio de Estados Unidos de una serie de medidas de flexibilización de su política hacia el país caribeño.
"Hemos visto el anuncio" estadounidense, "que analizaremos oportunamente. No voy a adelantar ninguna reacción por el momento", dijo el vocero de la cancillería Alejandro González.
Sin embargo, la televisión cubana había adelantado al mediodía de este martes que el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, haría en la tarde un anuncio sobre la política hacia el país caribeño.
La breve declaración del vocero de la cancillería fue la única reacción oficial cubana al anuncio presentado en Washington por la secretaria de Estado, Madeleine Albright.
Las nuevas medidas fueron dadas a conocer también en La Habana por la Oficina de Intereses de Estados Unidos a un grupo de periodistas de la prensa extranjera acreditada en la isla.
El gobierno estadounidense rechazó la formación de una comisión bipartidista propuesta a fines del año pasado para examinar la política estadounidense hacia Cuba e informó sobre un plan de medidas de acercamiento "para ayudar al pueblo cubano", pero sin fortalecer al gobierno del presidente Fidel Castro.
Las nuevas medidas amplían el derecho de enviar ayuda económica a los cubanos, facilitan contactos entre académicos y atletas de ambos países, contemplan más vuelos directos desde ciudades norteamericanas y facilidades para exportar alimentos.
Clinton expresó que se esforzará "por establecer un servicio de correos directo con Cuba" y adelantó que se propone "lanzar nuevos programas diplomáticos y de información pública en América Latina y en Europa para que la opinión internacional siga pendiente de la necesidad de cambios" en el país caribeño.
De acuerdo con el nuevo plan de Washington, cualquier estadounidense podrá, a partir de ahora, enviar ayuda económica a Cuba, y no sólo quienes tengan parientes en la isla.
Sin embargo, los envíos no podrán superar los 1.200 dólares anuales autorizados hasta el momento y deben estar destinados a "individuos u organizaciones independientes".
El gobierno estadounidens anunció también que se acelerará el "proceso de aprobación" de las visitas de académicos, atletas y científicos entre los dos países.
Además, se autorizará la venta de alimentos y productos para el desarrollo agrícola a "entidades no gubernamentales, inclusive grupos religiosos y el sector privado emergente de Cuba, restaurantes y granjas familiares".
Reformas como la autorización del trabajo por cuenta propia y la apertura de pequeños restaurantes han permitido la formación de un pequeño y bien regulado sector independiente del Estado, pero éste conserva el monopolio de la exportación e importación.
Para facilitar la reunificación de familias, el plan prevé la autorización de vuelos directos a ciudades cubanas que no sean La Habana y desde ciudades estadounidenses distintas a Miami.
Finalmente, Washington anunció su propuesta de dos nuevos directivos del Consejo de Radiodifusión para Cuba y más apoyo a Radio y Televisión Martí. En Cuba se escucha Radio Martí, pero no es posible ver la Televisión.
El plan de medidas, que aspira a "ayudar a preparar a los cubanos para un futuro democrático", forma parte de una estrategia de acercamiento al pueblo cubano establecida tras el viaje del Papa Juan Pablo II a la isla en enero del año pasado, según el comunicado oficial estadounidense.
Pero aclaró que las disposiciones no están en contradicción con la ley de embargo.
Tras la visita del Papa, el gobierno estadounidense restableció los vuelos directos a Cuba y el envío de remesas familiares, que habían sido suspendidos en represalia por el derribo de dos aviones de la organización del exilio cubano en Miami Hermanos al Rescate, en febrero de 1996.
Ese incidente provocó además la promulgación de la Ley Helsm- Burton, que reforzó el embargo económico y comercial que Estados Unidos mantiene contra Cuba desde principios de los años 60. (FIN/IPS/pg/ag/ip/99