BRASIL: Gobierno se apresta a emplear reservas internacionales

El gobierno de Brasil se apresta finalmente a emplear sus reservas internacionales, para hacer frente al pánico financiero que ya se apoderó de la población.

Las reglas para la intervención oficial en el cambio serán discutidas en los próximos días con una misión del Fondo Monetario Internacional, informó el ministro de Hacienda, Pedro Malán.

El presidente del Banco Central, Francisco Lopes, anunció que divulgará diariamente el nivel de las reservas, que antes se ofrecía mensualmente. Al contrario, la información sobre ingreso y salida de divisas deja de ser diaria y pasa a ser mensual, con atraso de 15 días.

El flujo negativo era equivocadamente interpretado como pérdida de reservas, justificó Lopes. La decisión, sin embargo, tuvo lugar el primer dia de este mes, en el que los ingresos superaron las salidas en más de 50 millones de dólares.

Para la población en general, poco significan tales informaciones.

Las reservas internacionales, antes alabadas como una sólida protección contra la crisis financiera, se revelaron inútiles. Habían superado los 74.000 millones de dólares en abril del año pasado y se licuaron rápidamente, tras la moratoria rusa en agosto.

Para evitar que siguieran desapareciendo sin dejar huellas el gobierno decidió dejar flotar libremente la moneda brasileña, explicaron las autoridades.

El propio Lopes reconoció ahora como un error la política de principios del año pasado, atrayendo capital especulativo con las altas tasas de interés pagadas internamente.

Esto representó un alto costo para el país, ya que, para evitar el exceso de liquidez con la entrada de divisas, el gobierno tuvo que aumentar su deuda interna, pagando los altos intereses, y agravando la vulnerabilidad de la economía.

El Banco Central sigue reiterando que el país dispone de "elevadas" reservas, cerca de 36.000 millones de dólares, pero siguieron sin utilidad para contener el desplome del real, desde el día 15, cuando se adoptó la libre flotación de la moneda y el Banco Central dejó de intervenir vendiendo o comprando divisas.

En consecuencia, el dólar subió de 1,21 reales el día 12 a los actuales 2,05 o 2,07 reales. Rumores generalizados atemorizaron a la poblacin el viernes, llevando a muchas personas a retirar todos sus ahorros de los bancos, perdiendo utilidades, por temor a la repetición del bloqueo de activos adoptado en 1990.

La brutal devaluación del real comenzó a desorganizar la economía, con varios sectores indexando sus precios al dólar, incluso en actividades que nada importan ni sufren influencia externa en sus costos, como los hoteles.

Empresarios, economistas e incluso banqueros reconocen como exagerada la devaluación del real en los últimos 15 días, en que la cotización del dólar subió 69 por ciento. La sobrevaluación anterior de la moneda era estimada en un máximo de 30 por ciento.

De un cambio controlado durante 52 años, Brasil pasó así a una flotación totalmente libre en los últimos 15 días. La intensa especulación de este viernes se debió a la disputa entre instituciones financieras que apostaron al alza o a la baja del dólar, comprando o vendiéndolo en el mercado futuro.

La libre flotación del cambio es "una idea académica, que no corresponde al mundo real", dijo Paul Volcker, ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, para recomendar alguna intervencin oficial, ya que el mercado "no sabe cual es punto de equilibrio" cambiario.

Lopes reconoció que "la flotación total no existe", indicando que Brasil podrá adoptar un sistema similar al mexicano, de venta o compra de hasta 200 millones de dólares siempre que el cambio varía dos por ciento durante el día, o de intervenciones según parámetros definidos, pero no divulgados.

Además de la volatilidad y el no uso, las reservas cambiarias brasileñas enfrentan otro motivo de descrédito.

El economista estadounidense Rudiger Dornbusch, un crítico feroz de la política económica brasileña, acusó el Banco Central de elevar indebidamente las reservas poco antes de las elecciones de octubre, con la inclusión de 10.000 millones de dólares en títulos de la deuda externa. (FIN/IPS/mo/ag/if/99

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