/BOLETIN-DD HH/ CHINA: Internet pone al gobierno en un dilema

El gobierno de China se debate, tras la prepotente irrupción de Internet, entre la aspiración de ubicar al país en la vanguardia de la información tecnológica y el temor a supuestas actividades subversivas y delitos informáticos.

En efecto, China proclama su deseo de ser un país dotado de alta tecnología, pero al mismo tiempo debe enfrentar problemas derivados de su liberalización y tratar de regularla en todo su inmenso territorio.

Las agencias de seguridad del gobierno chino consideran que las actividades ilegales vinculadas con la informática y el uso de Internet aumentaron 30 por ciento al año en los últimos tiempos.

Noventa y cinco por ciento de los proveedores de conexiones de Internet de China ha sido atacada por "hackers" (piratas o intrusos telemáticos) tanto del país como del exterior. Bancos e instituciones financieras son los blancos preferidos.

Como en otros países, muchos de esos hackers son jóvenes. Un niño de 13 años de la región de Mongolia Interior fue arrestado por intrusión ilegal, pero no fue sometido a juicio porque era menor de 14 años. Esos casos no son nuevos en China, porque casi todos los días los diarios informan de incidentes parecidos.

Dos personas fueron sentenciadas a muerte en la provincia oriental de Jiangsu el año pasado por transferir más de 300.000 dólares de un banco local a su propia cuenta a través de Internet.

Sin embargo, el problema más alarmante para el gobierno chino es el hecho de que los disidentes están apelando a las computadoras y a la Internet para su causa.

Un empresario de Shanghai especializado en programas fue procesado en diciembre por suministrar 30.000 direcciones de correo electrónico a VIP Reference, una publicación de Washington que hace circular a diario por esa vía material sobre movimientos prodemocráticos.

El material es enviado a China y llega a manos de disidentes, ciudadanos comunes y también altos funcionarios.

Organizaciones disidentes chinas, en especial desde el exterior, afirman que pueden atravesar todas las barreras que interpone el gobierno frente a Internet para evitar el acceso de la población a noticias y opiniones contrarias a los puntos de vista oficiales.

En resumen, China debe equilibrar sus objetivos de convertirse en una moderna potencia tecnológica con los riesgos inherentes a esa iniciativa, mientras el uso de Internet en el país siga aumentando.

El Centro de la Red Informática de Internet en China, que sirve a los usuarios, indicó que 80 por ciento de los dos millones de usuarios tienen entre 21 y 35 años de edad. El centro no calculó la cantidad de hackers que merodean en la red.

La cantidad de usuarios de Internet en China aumento de 10.000 hace cinco años a 1,17 millones en diciembre, y se estima que llegará a cinco millones en el 2000. "La tasa de crecimiento supera el promedio mundial", afirmo Mao Wei, director del Centro.

China cuenta hasta ahora con cuatro proveedores públicos del servicio, aprobados por el Estado, mediante los cuales los servidores privados pueden conectarse directamente a Internet.

La red informática mundial Internet fue introducido en China por instituciones científicas en 1986 mediante llamadas telefónicas de larga distancia, pero el servicio entró en una segunda etapa cuando la Academia de Ciencias estableció un centro de computación con una red informática.

El primer cybercafé (centros de esparcimiento con acceso a Internet) de China se instaló en Shekou, provincia de Shenzhen, en 1993. Beijing tiene ahora cerca de 200, pero Shanghai sigue a la cabeza con más de 400, casi todos ellos instalados desde 1996.

En 1996, el Consejo de Estado, máxima instancia del Poder Ejecutivo en China, introdujo medidas provisorias para la administración de Internet.

Entre ellas figuraba la prohibición a toda "unidad o individuo suscripto a Internet" de "involucrarse en actividades criminales que pongan en peligro la seguridad nacional a través de su uso", al tiempo que se establecían sanciones penales para los infractores.

Estas normas también prohibían la intrusión, la propagación de virus informáticos y la difusión de "información maligna".

Algunas organizaciones disidentes reciben material por correo electrónico desde distintas direcciones, que cambian a menudo para evitar ser detectadas. De todos modos, se trata de una actividad riesgosa porque la distribución de material considerado "subversivo" puede acarrear graves sanciones.

Zhu Lin, estudiante de la prestigiosa Universidad Qianghua, expresó que, en su intento de detener "elementos innecesarios" que entran al país, el gobierno mantiene bloqueadas páginas enteras de diversas organizaciones del exterior en Internet.

"Sin embargo, no puede lidiar con los problemas internos", acotó Zhu.

Para defender la seguridad nacional y castigar a los hackers, la última ley china en materia penal agregó nuevas medidas para combatir los delitos vinculados al uso de computadoras.

Pese a los problemas, China sigue decidida a seguir adelante con la información tecnológica y se prepara para su primera exposición internacional de productos vinculados con Internet en junio.

Su enorme mercado continúa atrayendo a algunas de las mayores companías mundiales del área. Microsoft, por ejemplo, estableció el año pasado una oficina en China y ya estableció contactos con distintos sectores, en especial el educativo.

En noviembre, Microsoft ofreció 12 millones de dólares en programas a 50 universidades chinas, así como ayuda para entrenar a profesionales de la computación. Además, inició su propio programa de formación academica. (FIN/IPS/tra-en/pa/js/ego/mj/cr hd ip/99

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