ARGENTINA: Una sociedad cada más más desigual

La brecha que separa a ricos y pobres en Argentina dio un salto el último año. Un miembro del sector más favorecido ganaba hace dos décadas casi ocho veces más que uno de la franja más pobre, y hoy es preciso multiplicar por 25 para calcular la diferencia entre ambos.

El economista Artemio López explicó que en Argentina quedó probado que no existe el llamado "efecto derrame", porque aun con crecimiento económico y aumento del empleo, la sociedad se muestra cada vez más inequitativa.

"La discusión en este país no surge por la pobreza que crece en los márgenes como en muchos países de América Latina, sino por la forma precaria en que se integra a miles de familias pauperizadas que pertenecieron históricamente a la clase media", dijo López a IPS.

Según el experto, 60 por ciento de los pobres de Argentina lo son por sus ingresos, una categoría que incluye a trabajadores con sueldos bajos como los maestros, jubilados con pensiones que no alcanzan el nivel de subsistencia o empleados de forma precaria.

Entre estos últimos figuran miles de trabajadores que participan en planes de empleo subsidiado por el Estado, que reciben en promedio 200 dólares al mes, frente a una canasta básica de 1.200 dólares, y trabajadores por cuenta propia, subempleados o sin seguro social.

"Ochenta por ciento del nuevo empleo que se creó en 1998 es de baja calidad", aseguró López para referirse a la declinación de un punto en la desocupación en el último año.

Para López, la regresividad creciente en la distribución del ingreso no debe atribuirse a un aumento de la marginalidad sino a la forma compleja en que el modelo de desarrollo argentino está incorporando a sus integrantes al sistema.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos informó este jueves que, pese a la caída del desempleo de 13,7 a 12,4 por ciento entre octubre de 1997 y octubre de 1998, la distribución del ingreso se hizo más inequitativa.

Los que integran la franja más rica, que en octubre de 1997 ganaban 22 veces más que los que se ubican en el renglón más pobre, saltaron en octubre de 1998 a obtener 25 veces más que los menos favorecidos. En 1975, los más ricos apenas ganaban 7,9 veces más que los más pobres.

En el mismo período, los más ricos pasaron de acaparar 35,3 a 36,9 por ciento, mientras los más pobres pasaron de un magro 1,6 a 1,5 por ciento. Los datos muestran que la brecha aumentó desde que se logró bajar la inflación y comenzó a acelerarse el crecimiento económico.

En 1991, cuando el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo puso en marcha su plan antiinflacionario, los más ricos ganaban 15 veces más que los más pobres.

Hoy, Argentina es el país con más baja inflación en el mundo: 0,7 por ciento al año. El crecimiento en el último año fue de cinco por ciento. Pero los ricos ganan 25 veces lo que obtienen los más pobres de la pirámide social. (FIN/IPS/mv/mj/if/98

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