AMBIENTE: La energía eólica es cada vez más barata y segura

La apuesta a la generación de energía mediante turbinas de viento es más barata y segura que el desarrollo de plantas nucleares, señala un estudio especializado.

"El uso de turbinas más grandes y confiables y la instalación de plataformas generadoras costa afuera han hecho que el viento sea una fuente de energía más económica a corto plazo y más promisoria a largo plazo que el plutonio", dijo Marc Fioravanti, uno de los autores del informe.

Elaborado por el Instituto de Estudios sobre Energía y Ambiente (IEER), el informe recuerda que los países industrializados procuran reducir sus emisiones de gases causantes del efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles como petróleo, carbón y gas.

También presentan a la industria nuclear como un medio limpio de producir electricidad.

Los ambientalistas, en cambio, han señalado los peligros para el equilibrio ecológico y la salud que representa el almacenamiento de residuos radiactivos de plantas nucleares, abogando por las energías eólica y solar como alternativa.

Esas fuentes de energía han sido desestimadas a menud, por considerarse que serían demasiado costosas en gran escala, pero el estudio del IEER demostró que los generadores eólicos son comparativamente más baratos que los reactores nucleares alimentados con plutonio.

"Es hora de dejar atrás el plutonio junto con el siglo en el que comenzó a utilizarse y cesar el desperdicio de un enorme monto de recursos públicos en su obtención y empleo", dijo Arjun Makhijani, presidente del IEER, cuya sede está en Maryland, Estados Unidos.

Estudiando el caso de Japón, el instituto mostró que incluso ese país, cuyo programa de generación de energía nuclear es uno de los más ambiciosos en el mundo, podría ahorrar dinero si concentrara sus esfuerzos en la obtención de energía eólica mediante los procedimientos tecnólogicos más avanzados.

Invertir en el aprovechamiento energético del viento tendría menos costos que el programa japonés de instalación de reactores que emplean un combustible conocido como MOX, mezcla de dióxidos de plutonio y uranio. El MOX es aún más caro que el uranio usado actualmente en las plantas de energía nuclear de Japón.

La justificación de los elevados gastos de este programa es que el uso del MOX ayudará a desarrollar tecnologías para una nueva generación de reactores, decisiva para la estrategia energética a largo plazo de Japón, que planea usar MOX en dos reactores este año, y en 16 o 18 en el 2010.

El informe del IEER indica que la instalación de generadores eólicos con una capacidad ligeramente mayor a los 12.000 megavatios durante los proximos 10 años podría generar tanta electricidad como la que se espera obtener mediante el empleo del MOX.

Se estima que el reemplazo de los reactores que emplean ese combustible por generadores de energía eólica podría ahorrar a Japón hasta 2.000 millones de dólares.

El estudio también indicó que existe una tendencia a la disminución de los costos de la energía eólica gracias a los avances teconlógicos, cosa que no ocurre en el caso de los nuevos reactores nucleares.

"Japón ha gastado muchísimo dinero en el empleo del plutonio como fuente de energía. Sólo la planta reprocesadora de Rokassho costó 11.000 millones de dólares. Pero la generación eólica es mucho mejor en términos ambientales y económicos, y además ayuda a evitar la proliferación de armas nucleares", señaló Makhijani.

El país asiático carece, sin embargo, de planes significativos para explotar sus recursos eólicos, mientras los esfuerzos en ese sentido de otras nacionaes están haciendo crecer la generación mundial de energía a partir del viento a una velocidad récord.

Según el informe, en 1998 el mundo agregó 2.100 megavatios a su capacidad de generar energía eólica. Esto representa un incremento de más de 25 por ciento en relación a 1997, y convierte al viento en la fuente de energía cuya explotación crece con mayor rapidez.

El desarrollo de la generación de energía eólica durante 1998 fue liderado por Alemania, que agregó 800 megavatios a su capacidad de producción, llevándola a 2.800 megavatios, informó Chris Flavin, vicepresidente del Worldwatch Institute de Washington.

En Dinamarca, ocho por ciento de las necesidades energéticas anuales son cubiertas mediante generación eólica, y el gobierno anunció que planea satisfacer de ese modo un cuarto de la demanda en el año 2030, como parte de un programa para reducir a la mitad la emisión de dióxido de carbono.

España también emergió como uno de los principales protagonistas, al agregar 395 megavatios a su capacidad de generación eólica en 1998 (un incremento de 86 por ciento), llevando el total de la misma a 850 megavatios.

No obstante, la explotación de fuentes de energía renovable como el viento recibe una parte muy pequeña de los recursos públicos para el desarrollo tecnológico, en comparación con el desarrollo de la generación de energía nuclear.

El informe agregó que la mayoría de los incentivos gubernamentales para la generación eólica tuvieron escasa visión de futuro.

Muchos países se han limitado a otorgar privilegios fiscales a las inversiones iniciales, sin brindar apoyo a largo plazo a la explotación de esa fuente de energía renovable.

El informe propuso como alternativa que las instituciones públicas se comprometan en contratos a largo plazo a comprar todos los años, con precios fijados de antemano, cierta cantidad de energía proveniente de generadores eólicos, ubicados en determinadas regiones de sus países.

El sector privado podría hacer ofertas para producir energía eólica en esas regiones, garantizando un determinado desempeño durante cierto período.

"Esto podría alentar las inversiones privadas en investigación y desarrollo, con mejores resultados a menor costo", apuntó Makhijani. (FIN/IPS/tra-en/dk/kb/ego/mp/en/99

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