El juicio en curso en Malasia contra el viceprimer ministro destituido Anwar Ibrahim está revelando a la población parte del funcionamiento de las fuerzas de seguridad secreta de este país.
Los testimonios de esta semana en el juicio, iniciado el día 2, permitieron a los malasios oír sobre las tácticas usadas en las investigaciones por la policía secreta, la temida División Especial.
Los espectadores en la sala de la corte de Kuala Lumpur contuvieron el aliento el jueves cuando el director de la División Especial Mohammad Said Awang, dijo que mentiría bajo juramento si la situación lo requería.
Interrogado por uno de los nueve abogados de Anwar, Christopher Fernando, sobre si se presentaría a la corte para mentir si recibía esas instrucciones "de alguien de más alto rango que el viceprimer ministro", Said respondió que "depende de la situación. Podría mentir o no mentir".
El juicio de Anwar comenzó con cuatro acusaciones de corrupción, entre ellas de una de abuso de poder en agosto de 1997 por interferir con pruebas policiales de su supuesta mala conducta sexual.
Anwar, quien compareció a audiencias anteriores con huellas de haber sido golpeado en un ojo, también está acusado de otro cargo de corrupción y cinco delitos de sodomía. El viceprimer ministro destituido se declaró inocente de los 10 cargos, y afirma que el juicio es un complot de altos funcionarios para orquestar su caída.
Antes de su detención en septiembre, Anwar sostuvo que fue destituido del gabinete porque el primer ministro Mahathir Mohamad, en el poder durante 17 años, se sintió amenazado por la creciente popularidad de su vice.
Pero en el correr del juicio, fue el jefe de la División Especial quien quedó en el centro del interés cuando dos de los abogados de Anwar, incluyendo Fernando, acorralaron a Said durante casi cuatro horas.
Las emociones afloraron durante la rara ocasión en que un funcionario de la División Especial se encontró bajo cuestionamiento público.
La División Especial, rama secreta de la policía malasia, es conocida por sus duras técnicas de interrogación, puestas en práctica durante la "Emergencia" de 1948-60 contra un movimiento insurgente comunista.
Estas técnicas incluyen largas horas de interrogatorios, confinamiento solitario, negación de acceso a abogados, familia y amigos y condiciones extremadamente duras a los detenidos bajo la Ley de Seguridad Interna, entre ellos políticos de oposición y críticos de la elite gobernante.
Bajo el velo del secreto, la División Especial, que funciona en el ámbito del Ministerio del Interior encabezado por Mahathir, es considerada el departamento de gobierno más eficiente.
Muchos activistas y figuras públicas creen que sus líneas telefónicas están intervenidas y sus movimientos son vigilados por la División Especial.
Recientemente funcionarios vestidos de civil de la División Especial han estado en las calles para controlar a miles de manifestantes que exigen la renuncia de Mahathir.
Según testigos, la policía ha reprimido duramente a manifestantes exigiendo reformas y respaldando a Anwar y a personas que se encontraban en la calle durante las demostraciones.
En su testimonio, Said sostuvo que Anwar lo instruyó en agosto del año pasado para que detuviera y "sacudiera" a un hombre y una mujer que escribieron cartas acusando al ex viceprimer ministro de mala conducta sexual para que retiraran sus acusaciones.
Said es el primero de 52 testigos que brindarán testimonio durante el juicio, el cual se extenderá durante gran parte de este mes.
Otros testigos serán Mahathir, su secretario político, dos ministros del gabinete, un ex ministro jefe, el procurador general, el inspector general de policia, y el autor del libro "50 Reasons Why Anwar Cannot Be Prime Minister" (50 razones por las que Anwar no puede ser primer ministro).
Esto será suficiente para mantener al público pendiente de lo que se considera el juicio del siglo en Malasia, aunque la gente no tiene acceso al pequeño salón de la corte. Muchos malasios se vuelcan a Internet y la televisión satelital para seguir noticias de canales extranjeros.
Mientras, las autoridades temen que el juicio opacará la cumbre del Foro de Cooperación de Asia-Pacífico, a realizarse en Kuala Lumpur este mes, y que los líderes extranjeros plantearán el caso de Anwar al gobierno de Mahathir.
El Relator especial de las Naciones Unidas sobre la Independencia de Abogados y Jueces, Param Cumaraswamy, de Malasia, sostuvo que la negativa de la corte malasia a otorgar estatuto de observador a representantes de organizaciones internacionales es inconsistente con la búsqueda de Kuala Lumpur de cargos de alto nivel en el foro mundial. (FIN/IPS/tra-en/an/js/lp/ip hd/98