INDIA: La campaña del yodo en el banquillo

La prohibición en India de la sal de mesa sin yodo, aprobada para conjurar enfermedades producidas por carencia de esta sustancia, es atacada por quienes consideran que amenaza una actividad económica y provoca problemas hormonales.

La estrategia de sal yodada comenzó a aplicarse en el valle de Kangra del estado norteño de Himachal Pradesh en los años 50, cuando se demostró que el bocio endémico provocado por la deficiencia de yodo era causada por una carencia ambiental.

Seis años después de iniciar ese programa el distinguido médico V. Ramalingaswamy recomendó el potasio yodado como un agente eficiente para fortificar la sal. En 1962, el gobierno inició una estrategia basada en esta recomendación en el cinturón del Subhimalaya.

Poco después, ante la incidencia del bocio endémico en varios estados, el gobierno indio aceptó que el sector privado se involucrara en la distribución de sal yodada. Y hace poco tiempo prohibió la distribución de sal sin iodo producida por la población costera.

Dirigentes políticos protestaron contra la medida argumentando que altera las costumbres de vida tradicional de centenares de miles de personas que habitan en la zona costera.

El político Ram Vilas Paswan, que se opuso a la prohibición en el parlamento, recordó que Mohandas Gandhi desafió el impuesto británico a la sal cuando encabezó una marcha hacia la costa de Gujarat, donde fabricó, en forma simbólica, esa sal sin yodo

Paswan argumentó que los únicos beneficiados por la prohibición son los fabricantes que pueden pagar las importaciones de yodo con el fin de adicionarselo a la sal.

Los políticos que se oponen a la prohibición encontraron aliados entre los médicos endocrinólogos, quienes demandaron un programa más restringido de la yodización que fuera aplicado sólo en las zonas con mayores deficiencias.

El endocrinólogo R.P. Singh, vinculado al multimillonario proyecto del Hospital Apollo en Nueva Delhi, comentó que las dietas urbanas ya son ricas en yodo, y por lo tanto no es necesario reforzar la dotación de esta sustancia.

Singh dijo que muchas personas sufren de hipertiroidismo por exceso de yodo en sus dietas.

Comentó que los problemas de hipertiroidismo y de alteraciones hormonales aumentan en las ciudades, pero no ocurre lo mismo en áreas rurales de las planicies indias.

El endocrinólogo destacó que el yodo es volátil y degenera y evapora con facilidad cuando se somete a altas temperaturas. "de esta forma es inútil para quienes viven en el Subhimalaya".

Singh y sus colegas le pidieron al gobierno una estrategia distinta a la promoción de sal de mesa yodada, y advirtieron que "las personas deberían poder escoger entre los dos tipos de sal".

Sin embargo otros especialistas consideran que se exagera al plantear los problemas de hipertiroidismo y otras alteraciones hormonales.

Citan estudios realizados en Estados Unidos, según los cuales el hipertiroidismo sólo aparece cuando se consumen dosis de yodo 10 veces superior a lo normal.

En India, las investigaciones del médico J.N. Berry concluyeron que el riesgo de hipertiroidismo es mínimo.

El presidente de la Fundación India de Nutrición, C. Gopalan, dijo que sería difícil reemplazar el uso de sal de mesa, pues el costo de la estrategia es ínfimo, de menos de un centavo por persona al año.

Gopalan dijo que 64 millones de indios sufren de deficiencia de yodo. Y este mal esta presente en todas partes, aunque el Subhimalaya sea la zona más golpeada.

Se estima que la falta de yodo causa dos millones de casos de cretinismo en niños en India, mientras que 40 millones de escolares en áreas de alto riesgo corren peligro de enfermarse.

El Instituto de Ciencias Médicas de India, principal entidad de investigación del sector, advirtió que el hipotiroidismo causado por la falta de yodo es la principal causa de deficiencia mental en el país.

El doctor D. Umesh Kapil, del departamento de nutrición del Instituto, aseguró que según los estudios los niños de áreas con deficiencia de yodo son menos inteligentes.

Los fabricantes de sal cuentan con apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y de subsidios del gobierno para añadirle yodo. Pero eso no impide que los agentes de la comisión de la sal descubran grandes existencias del producto sin ese aditivo.

"Esto significa que debemos insistir en el programa de yodización", dijo Kapil. La legislación prevé hasta seis meses de cárcel para quienes no cumplan con el dispuesto por la estrategia, pero hasta ahora ninguno ha sido procesado. (FIN/IPS/tra- en/rdr/an/mk/lc mj/he/98

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