Las manifestaciones en Chile de apoyo o rechazo al fallo judicial en Gran Bretaña contra el ex dictador Augusto Pinochet dejaron un saldo de 64 detenidos y una decena de policías lesionados, informó hoy el Cuerpo de Carabineros.
Los incidentes más violentos, de acuerdo con el informe, se registraron en el campus de la Universidad de Concepción (515 kilómetros al sur de Santiago), donde estudiantes lanzaron balines de acero con hondas y ácido contra los policías.
Las detenciones afectaron sobre todo a manifestantes de izquierda, que salieron a las calles a expresar su júbilo por el dictamen del Comité de Apelaciones de la Cámara de los Lores, que por tres votos a dos le negó inmunidad a Pinochet y abrió paso a su posible extradición a España.
En el céntrico sector de Plaza Italia, donde se concentraron los actos de apoyo al fallo, hubo 46 detenciones, incluyendo la de un estudiante sueco, mientras la policía disolvía a los manifestantes con carros lanzaagua y bombas lacrimógenas.
Las fuerzas especiales de Carabineros utilizaron también carros lanzaagua contra partidarios de Pinochet que intentaron llegar hasta la embajada de Gran Bretaña, pero sólo hubo siete detenidos en esos incidentes.
Frente a la sede de la Fundación Augusto Pinochet fue apresado un hombre que agredió a golpes a un camarógrafo de la cadena informativa estadounidense CNN, en medio de expresiones de hostilidad contra la prensa.
Unos 300 seguidores del ex dictador, que se habían concentrado en el lugar con el propósito de celebrar tanto un fallo favorable como el cumpleaños número 83 de Pinochet, reaccionaron con lágrimas, indignación e histeria ante el dictamen adverso.
Las consecuencias las pagaron los reporteros destacados en el lugar, en quienes se personalizó el repudio del pinochetismo a una supuesta campaña internacional contra su líder en la cual participaría la prensa extranjera.
En Concepción, la policía ingresó al campus universitario para detener a nueve estudiantes de izquierda, acusados de agredir a los agentes de carabineros.
El informe oficial difundido este jueves señaló que un policía resultó con la clavícula fracturada por un balín de rodamientos de acero lanzado con honda y que otros tres agentes fueron quemados por ácido por los manifestantes.
El saldo general de detenidos fue inferior al que se esperaba, considerando el clima de intranquilidad creado por las reacciones de los sectores derechistas, que acusaron a Gran Bretaña y España de "atropellar la soberanía nacional".
Un factor que contribuyó a disminuir la magnitud de los incidentes fue el carácter localizado de las manifestaciones de apoyo al fallo contra Pinochet, ya que los habitantes de sectores populares optaron por celebrar en sus barriadas, sin concentrarse en áreas céntricas.
Otras "víctimas" policiales del fallo de la Cámara de los Lores fueron el español Gonzalo Fernández de Córdova y su hija Ana, a quienes el Ministerio del Interior ordenó expulsar del país este miércoles.
Ambos se encontraban como turistas en el norte de Chile y el martes decidieron hacer una broma a sus familiares residentes en Santiago, enviándoles un mensaje por correo electrónico donde informaban que estaban secuestrados y que su suerte se resolvería tras el fallo de los Lores.
La esposa de Fernández informó del supuesto secuestro a las autoridades chilenas y la noticia causó conmoción tanto en Chile como en España, donde los diarios la destacaron en sus ediciones matutinas del miércoles.
En la noche del martes en Chile, ellos ya habían aclarado que se trataba de una humorada de mal gusto, pero en vista de la situación creada el gobierno decidió expulsarlos por "dañar la imagen internacional" del país. (FIN/IPS/ggr/mj/hd ip/98