CAMBIO CLIMATICO: UE exhorta a Rusia y EEUU a ratificar protocolo

La Unión Europea (UE) urgió a todos los países, y en particular a Estados Unidos y Rusia, a firmar y ratificar el Protocolo de Kyoto, suscripto en diciembre de 1997 para reducir las emisiones de gases invernadero.

"Necesitamos que el Protocolo de Kyoto sea firmado y ratificado por todas las partes lo antes posible", sostuvo a través de un comunicado la comisaria europea de Ambiente, Ritt Bjerregaard, a través de un comunicado enviado a Buenos Aires, donde sesiona una reunión internacional especializada.

"Sin los compromisos, por ejemplo, de Rusia y Estados Unidos, los logros en la reducción de emisiones se desvanecerán, y no podemos permitir que eso pase", agregó.

Bjerregaard llegará el día 11 a Buenos Aires para participar de las reuniones ministeriales de la Cuarta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 4) que se desarrolla en la capital de Argentina.

"No hay nada en la mesa (de negociaciones) que la UE no tenga la voluntad, la capacidad y la predisposición de discutir", dijo Bjerregaard.

El comunicado difundido por la delegación del bloque europeo en Argentina indica que "la UE desea que en Buenos Aires se adopte el Programa de Trabajo que incorpora un claro cronograma para la resolución del 'trabajo no terminado' del Protocolo de Kyoto".

Según la UE, esa tarea debe comenzar de inmediato, "para que el programa sea incluido en la próxima conferencia de las partes".

La Convención sobre Cambio Climático reconoce, como la mayoría de los científicos, que la causa del recalentamiento del planeta son las emisiones de dióxido de carbono y otros gases invernadero liberados por la quema de combustibles fósiles como carbón, petróleo y derivados y gas.

Si no se reducen esas emisiones, la temperatura seguirá en aumento en todo el mundo, con el consiguiente peligro de tormentas, inundaciones, olas de calor y sequías, según los expertos.

La consecuencia más grave podría ser el derretimiento de los hielos polares, que ocasionaría el aumento del nivel de los oceános y la sumersión de islas y zonas costeras bajas.

El Protocolo de Kyoto fue reconocido por casi todos los países que participaron en la reunión realizada en diciembre de 1997 en esa ciudad de Japón para buscar soluciones al efecto invernadero.

La posición de la UE se basa en tres principios. El primero es que "la lucha contra el cambio climático debe ser asumida primero por los países industrializados, que son los que crean el problema", para demostrarle al mundo en desarrollo su verdadero compromiso.

En segundo lugar, que "el uso de los mecanismos flexibles nunca debería ser una excusa para descuidar las obligaciones en la propia casa", afirmó Bjerregaard.

El Protocolo de Kyoto establece que las emisiones del mundo industrial deberán reducirse 5,2 por ciento en el período 2008- 2012 respecto de 1990, pero también prevé "mecanismos de flexibilidad" que permitirían reducir ese porcentaje a nivel nacional pero mantenerlo a nivel planetario.

Estos son son el "mecanismo de desarrollo limpio" (MDL), el "comercio de emisiones de dióxido de carbono" y la "implementación conjunta", que implicarían reducción de emisiones en los países en desarrollo.

Sin embargo, Bjerregaard advirtió que las acciones nacionales "deben seguir siendo la herramienta clave para atacar el problema del cambio climático", pues "hacer lo de siempre no es la opción", agregó la funcionaria.

En tercer lugar, Bjerregaard destacó la necesidad de que el Protocolo de Kyoto sea firmado y ratificado por todas las partes de la Convención sobre Cambio Climático.

Tras señalar que "los mecanismos de flexibilidad son importantes como suplemento de la acción doméstica" tendiente a la reducción de gases que incrementan la temperatura global, advirtió que deben instrumentarse bajo "reglas estrictas de control".

De acuerdo con el comunicado, la UE considera que "los países industrializados deberían hacer todo el esfuerzo posible para mejorar su diálogo con los países en desarrollo acerca de los mecanismos flexibles, en especial sobre el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL)".

El MDL permite a los países industrializados reducir sus metas de reducción de emisión de gases invernadero mediante el financiamiento de proyectos de prevención de emisiones en naciones en desarrollo.

Desde el punto de vista europeo, "este instrumento ofrece inversión interna para los países en desarrollo, así como transferencia de tecnología y podría ser beneficioso para ellos".

Por otra parte, la UE sostiene que "las opiniones de los países en vías de desarrollo deberían ser respetadas al idear las reglas de este mecanismo".

En cuanto a la participación del sector privado, la UE considera que la COP 4 debería promover la intervención de una entidad legal controlada por las partes de la Conferencia en las negociaciones sobre emisiones internacionales.

Mediante el "comercio internacional de emisiones de dióxido de carbono", los países firmantes de la Conferencia que han asumido compromisos para reducir emisiones pueden vender a otros sus derechos de emisión. El objetivo es incrementar la flexibilidad y la eficiencia económica de las reducciones.

La UE firmó en abril el Protocolo de Kyoto y trabaja internamente para que los 15 países que la integran ratifiquen ese acuerdo.

Por otra parte, la UE se comprometió voluntariamente a estabilizar hacia el 2000 sus emisiones de dióxido de carbono, el principal de los gases invernadero, al nivel de 1990. (FIN/IPS/va/mj/en/98

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