La corta visita del presidente de Colombia, Andrés Pastrana, a Venezuela esta semana concluyó con la firma de un memorando sobre el desarrollo de la frontera común y la emisión de un comunicado a favor de negociaciones directas para resolver un diferendo limitrofe.
Pastrana debió regresar a su estancia nueve horas después de iniciar una visita a Caracas que debía durar un día más, ante el ataque guerrillero a la ciudad de Mitú, que dejó un saldo de cerca de un centenar de muertos.
El viaje de Pastrana a Caracas tenía como objetivo primordial iniciar los contactos oficiales de su gobierno con su primer socio latinoamericano y el segundo mundial, después de Estados Unidos, donde dispensó una visita la semana pasada.
Pastrana tomó posesión el 7 de agosto y las relaciones bilaterales deberá construirlas con el sucesor de su anfitrión, Rafael Caldera, ya que en Venezuela asumirá el poder en febrero quien resulte ganador en las elecciones de diciembre.
En el memorando suscrito el lunes pasado, los dos países acuerdan un Programa de Desarrollo Integral Fronterizo, como componente esencial de los respectivos planes de desarrollo nacionales y la inclusión de sus costos anuales en los respectivos presupuestos.
El comunicado conjunto resalta que los dos presidentes reiteraron la determinación de sus gobiernos de mantener "la negociación directa y el enfoque de globalidad" como guía para resolver la controversia sobre las áreas marinas y submarinas del Golfo de Venezuela.
El sábado 31 de octubre, el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Miguel Angel Burelli, reveló que la comisión binacional negociadora que discute una propuesta desde 1990, había presentado varias hipotesis para una solución pacífica al diferendo, que es una espina clavada en los nexos bilaterales.
Pero la definición sobre esas hipótesis dentro de los gobiernos de Caracas y Santafé de Bogota deberá esperar, admitió el propio Burelli, que estén dadas las condiciones políticas en ambos países para esa discusión y después que asuma el sucesor de Caldera.
Pastrana no pudo encontrarse con los principales aspirantes a la Presidencia de Venezuela, tal como tenía previsto realizar la tarde del lunes.
El presidente colombiano invitó a su toma de posesión a Henrique Salas, un ex gobernador y empresario que capta la segunda intención de voto y es su amigo personal, pero no ha tenido contacto hasta ahora con el favorito, Hugo Chávez, un militar retirado que protagonizó un alzamiento en 1992.
Pastrana aseguró en los dos discursos que pronunció durante su corta permanencia en Caracas que los dos países tienen una historia y un futuro común, por lo que se impone la obligación conjunta de fortalecer los lazos de amistad y cooperación, como herramienta para el desarrollo de sus respectivos pueblos.
El presidente colombiano aseguró que las relaciones de Colombia y Venezuela son un ejemplo de integración para América Latina y evidencian su liderazgo en el bloque al que ambos pertenecen: la Comunidad Andina.
Caldera, por su parte, resaltó "la capacidad y energía" con que Pastrana ha promovido un proceso de paz, pese a lo "etéreo y difícil" que ese camino resulta, aunque no se refirió al ataque contra Mitú, el mayor y más masivo desde el 7 de agosto.
Los dos presidentes sostuvieron un encuentro privado y participaron en una reunión de trabajo de ministros de los dos países, antes de que Pastrana recibiera la Orden el Libertador de Venezuela de manos de Caldera y retornara a Bogotá. (FIN/IPS/eg/ip/98
