La detención del general chileno Augusto Pinochet y la decisión británica de no reconocerle inmunidad dividieron a parlamentarios de América Latina reunidos hoy en esta ciudad brasileña para celebrar el 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El curso que ha seguido el caso Pinochet "no beneficia a nadie y perjudica principalmente a la izquierda", advirtió el diputado cubano Lázaro Barredo, señalando que defiende la misma posición del gobierno de su país.
Los hechos unieron a la derecha chileno y alejaron a la gobernante Democracia Cristiana de la izquierda, argumentó Barredo, para explicar su posición.
Pero el diputado Felipe Valenzuela Herrera, representante del Partido Socialista de Chile, aplaudió el fallo del Comité de Apelaciones de la Cámara de Lores de Gran Bretaña, que el miércoles no reconoció inmunidad a Pinochet, reclamado por la justicia española.
"Es un fallo sin precedentes, especialmente porque fue adoptado por una corte superior que tiene orientación claramente conservadora y porque pone fin a la inmunidad de los dictadores", afirmó Valenzuela.
Agregó que el Partido Socialista fue el grupo político más perjudicado por el golpe militar de septiembre de 1973, que llevó al poder a Pinochet.
Arturo Longton Guerrero, del ala liberal del centroderechista partido de Renovación Nacional, también de Chile, condenó la actitud británica por "romper con el principio de inmunidad diplomática, ya que Pinochet viajó a (Gran Bretaña) al servicio del gobierno".
Longton defendió la posición del gobierno chileno, de rechazo a la detención del general, por "violar la soberania de Chile".
Si debe ser juzgado, Pinochet debería ser llevado ante tribunales de Chile, donde hay 16 querellas en su contra, sostuvo el diputado. Explicó que la amnistía dispuesta por la dictadura de Pinochet, prolongada hasta 1990, sólo comprende los hechos registrados entre 1973 y 1978, y no los posteriores.
Incluso lel asesinato del ex canciller Orlando Letelier en Estados Unidos y del general Carlos Prats, ex jefe del ejército general Carlos Prats, muerto en Argentina, cometidos en el periodo cubierto por la amnistía política chilena, no están fuera de la acción de la justicia, puntualizó Langton.
El general Manuel Contreras y el brigadier Pedro Espinoza fueron condenados a prisión en Chile por el asesinato de Letelier, destacó.
Reunidos en la sede del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), los legisladores homenajearon el brasileño José Gregori, que recibirá el 10 de diciembre el premio de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Gregori, secretario nacional de Derechos Humanos, fue reconocido por su labor en la formulación y ejecución de un programa que convirtió su labor en una política pública de amplia repercusión.
El homenajeado no quiso opinar sobre las decisiones de Gran Bretaña en el caso Pinochet, pero expresó su "esperanza" en que "el episodio empiece a poner un fin a la serie de dictadores que morían longevos sin responder por sus crímenes".
En el gobierno brasileño, sólo el ministro de Salud, José Serra, manifestó su posición, saludando como un triunfo de la democracia la detención de Pinochet y el no reconocimiento de su inmunidad.
Serra vivía en Santiago cuando Pinochet derrocó al presidente socialista Salvador Allende. Era entonces funcionario de la Comisión Económica para América Latina, órgano de la ONU, y su vida estuvo en riesgo, como fue el caso de muchos extranjeros.
El presidente Fernando Henrique Cardoso no comentará el asunto, debido a la función que desempeña, informó su portavoz, Sergio Amaral.
La dirección del Parlatino tampoco se manifestó sobre el caso. Se trata de un foro de representantes de 22 parlamentos de la región y todo pronunciamiento que resolviera sólo expresaría la opinión de un sector, dada la división registrada entre los parlamentarios presentes.
El diputado Barredo, de Cuba, cuestionó que se prepare un juicio a Pinochet mientras se olvidan "otros crímenes", como los cometidos por Israel contra los palestinos y los bombardeos de Estados Unidos contra Iraq.
En la misma Gran Bretaña, el primer ministro Tony Blair recibió al jefe de gobierno israelí, Binyamin Netanyahu, dijo Barredo. (FIN/IPS/mo/ff/ip hd/98