Los países de América Central devastados por el huracán Mitch encontraron eco en sus demandas de condonación de la deuda externa, pero la medida sería insuficiente para superar las pérdidas.
Por esa razón, los presidentes de cinco países de la región, asesorados por sus expertos, echaron sus redes al mar y plantearon este lunes en El Salvador la necesidad de un plan integral de reconstrucción que saque al istmo, finalmente, del estancamiento económico y la miseria.
Según cálculos oficiales, América Central tardará 30 años en recuperar la infraestructura y los daños a la economía que dejó el huracán a su paso.
En primer lugar, los gobernantes pidieron al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional (FMI), al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) que participen en la elaboración de ese plan de reconstrucción.
La elaboración del plan estaría a cargo del Programa Latinoamericano de Competitividad y Desarrollo Sostenible del INCAE, una institución académica centroamericana que trabaja estrechamente con la Universidad de Harvard y sus "gurúes" en materia económica, Michael Porter y Jeffrey Sachs.
Como segundo paso, pretenden que la comunidad internacional convoque a un "grupo consultivo regional de emergencia que permita proveer a Centroamérica de los recursos financieros necesarios para la ejecución de este plan, de acuerdo con los daños que enfrenta cada país".
En ese grupo, los mandatarios recomiendan incluir, de nuevo, a los organismos financieros internacionales, junto con representantes del Grupo de los Siete países más industrializados, la Unión Europea y de Naciones Unidas.
En tercer lugar, los gobernantes consideraron indispensable el libre acceso de los productos de exportación de América Central a los mercados internacionales.
En ese sentido, solicitaron a Estados Unidos un compromiso para negociar un tratado de libre comercio con el istmo y la ampliación inmediata de los beneficios de la Iniciativa para la Cuenca del Caribe.
Esta ampliación tendría por objeto equiparar los beneficios de la región con los que disfrutan México y Canadá, como países socios de Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC).
América Central realizó innumerables esfuerzos y gestiones por lograr entrar al TLC, o al menos lograr esa ampliación, sin resultado alguno.
El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, de visita en Costa Rica en 1997, se comprometió con esa ampliación, pero la iniciativa sigue archivada hasta ahora.
"Ahora es el momento oportuno para pedir esa ampliación", dijo el economista y ex canciller de Costa Rica, Fernando Naranjo, al semanario El Financiero.
Los presidentes pretenden también que la Unión Europea elimine las tarifas y aranceles que limitan las exportaciones agrícolas e industriales de América Central.
Los presidentes solicitaron a la comunidad internacional, además, una amnistía general para los inmigrantes indocumentados de origen centroamericano dispersos por el mundo. Sin embargo, ese es un pedido dirigido especialmente a Estados Unidos, donde hay millones en esas circunstancias.
En la declaración emitida este lunes, los mandatarios reiteraron las solicitudes de condonación de la deuda externa de Nicaragua y Honduras -que en conjunto superan los 10.000 millones de dólares- hechas desde la semana pasada por los presidentes de esos dos países, Arnoldo Alemán y Carlos Flores.
Este es el único punto en el cual ya se ven algunas respuestas del mundo desarrollado. Francia, por ejemplo, anunció que está dispuesta a condonar la deuda de casi 100 millones de dólares de ambos países.
Autoridades francesas admitieron que el monto es bajo, pero pretenden que sirva de ejemplo para que los demás acreedores adopten una medida semejante.
Para Honduras y Nicaragua, las dos naciones más afectadas por la tragedia, la condonación de la deuda externa es muy importante, en virtud de que estos compromisos consumen gran parte del presupuesto nacional.
La deuda de Honduras es de aproximadamente 4.000 millones de dólares y demanda el 40 por ciento del presupuesto nacional anual. La deuda de Nicaragua ronda los 6.500 millones de dólares.
El paso del huracán Mitch dejó hace una semana un saldo preliminar de 10.000 muertes y destruyó la infraestructura vial, fundamental para las exportaciones del istmo. (FIN/IPS/mso/mj/dv/98