América Central enfrentará una fuerte caída de sus ingresos por exportación de café en la cosecha 1998-1999, debido al paso devastador del huracán Mitch y a los bajos precios en el mercado internacional.
Guillermo Canet, director ejecutivo del Instituto del Café (ICAFE) de Costa Rica, afirmó que el reporte preliminar de daños indica que en sólo dos de las mayores zonas productoras de este país, las pérdidas ascienden a 120.000 sacos de 46 kilos.
Pero la inhabilitación de caminos y la destrucción de puentes pueden aumentar las pérdidas, pues el grano de café, una vez recolectado, debe ser llevado de inmediato a las plantas industrializadoras. De lo contrario, en 24 horas fermenta y queda inutilizado para la industria.
Canet indicó que la organización de cafetaleros de Guatemala calculó de modo preliminar que el huracán destruyó en ese país el equivalente a 200.000 sacos de 46 kilos de café.
El funcionario dijo no tener aún datos de otros países centroamericanos, pero puntualizó que la situación en Honduras es tan grave que ni siquiera es posible comunicarse con zonas del interior para saber qué ha pasado con la caficultura.
El embajador de Honduras en Costa Rica, Arístides Mejía, aseguró el lunes que su país perdió las dos terceras partes de su cosecha cafetera.
Honduras iba a ser el mayor productor y exportador de café de Centroamérica, con una producción prevista en la campaña 1998-1999 de cuatro millones de sacos.
Las pérdidas en El Salvador y Nicaragua también son elevadas, sobre todo en el segundo de esos dos países, debido a la intensidad del huracán.
En total, América Central tenía previsto producir 9,2 millones de sacos de 60 kilos de la variedad "otros suaves", un tipo de café considerado de alta calidad y producido por pocos países. La exportación de café es decisiva en la economía centroamericana.
Los daños ocasionados por el huracán Mitch, que se estacionó la semana pasada frente a las costas de Honduras, impactarán fuertemente en la población campesina centroamericana.
El huracán, que fue inicialmente tormenta tropical y luego pasó a la categoría 5, la de mayor peligrosidad, causó la muerte a no menos de 7.000 personas en América Central, según los últimos recuentos, y tuvo graves consecuencias económicas.
Canet explicó que la producción de café en el istmo está básicamente en manos de pequeños agricultores, por lo cual el efecto social negativo será gigantesco.
A las pérdidas ocasionadas por el huracán se sumarán los bajos precios que se prevén para la cosecha de café que se avecina.
El funcionario opinó que si bien el lunes hubo una alza significativa en el mercado internacional, el promedio se sitúa actualmente en 100 dólares el saco de 60 kilos y puede bajar aún más.
Eso se debe a que la demanda mundial se calcula en 99 millones de sacos de 60 kilos, mientras la producción rondará los 102 millones de sacos. Brasil, el mayor productor, anunció una cosecha de 34 millones de sacos.
América Central presenta una producción de 9,2 millones de sacos al año y controla 12 por ciento del mercado mundial. Como bloque es el segundo productor, después de Brasil, aunque ese lugar corresponde a Colombia, si se considera individualmente a cada país.
La cosecha 1998-1999 será la menor de América Central en mucho tiempo y la debilidad de los precios no ayudarán al istmo a recuperarse del paso del huracán.
Canet descartó toda influencia de las pérdidas de América Central en los precios internacionales del grano. (FIN/IPS/mso/ff/dv/98