SWAZILANDIA: Comienzan elecciones bajo críticas de oposición

La oposición llamó a un boicot pacífico de las elecciones parlamentarias iniciadas hoy en Swazilandia, una de las últimas monarquías absolutas del mundo, donde los partidos políticos están prohibidos.

La policía aumentó la vigilancia del proceso electoral en este reino montañoso ubicado entre Sudáfrica y Mozambique. La ley swazi pena a quienes interfieran en las elecciones con multas de hasta 1.000 dólares y hasta cinco años de cárcel.

Las tensiones aumntaron esta semana cuando viviendas de algunos líderes opositores fueron allanadas por policías y soldados armados. Las autoridades dijeron que se trató de procedimientos de rutina para evitar la delincuencia.

"La situación es tensa", dijo Mario Masuku, presidente del opositor Movimiento Democrático Unido Popular (PUDEMO). La vivienda de Masuku fue registrada el martes por unos 45 soldados y policías que llegaron en una docena de camiones.

Desde el allanamiento, Masuku denuncia estar bajo vigilancia policial en su casa y el trabajo.

La Federación de Uniones Sindicales de Swazilandia (SFTU), liderada por el secretario general Jan Sithole, se opone al actual gobierno y prometió boicotear las elecciones.

Los trabajadores anunciaron que planifican solicitar una audiencia con el rey Mswati III para manifestarle sus quejas, según permiten las tradiciones swazis. Tanto el rey como Sithole están fuera del país. El rey está en Asia y Sithole viajó esta semana a Bruselas.

La oposición sostiene que la elección es una farsa, porque los candidatos tienen el respaldo tácito de la monarquía. Más de 300 candidatos compiten por 55 escaños en el parlamento.

Los candidatos fueron designados en reuniones realizadas en establos ganaderos en el reino. El rey Mswati III, el monarca de 30 años, designará 10 miembros adicionales al parlamento, que tiene autoridad legislativa, pero el rey puede aprobar leyes por decreto.

La oposición acusa al gobierno de forzar a los soldados a registrarse para votar, y denuncia que menores de 18 años y adultos fueron registrados sin su consentimiento.

El Instituto Nacional Democrático para Asuntos Internacionales criticó a la monarquía por no buscar la democratización, y destacó que hay poco entusiasmo público por las elecciones. A la vez, urgió al gobierno a levantar la prohibición a los partidos políticos.

El jefe de la comisión electoral de Swazilandia, Robert Thwala, dijo que unas 200.000 personas están registradas para votar y el gobierno puso todos sus vehículos a disposición para trasladar a la gente a los centros de votación. En 1994, el reino africano tenía 906.000 habitantes.

Thwala dijo que se están dando pasos para asegurar una elección libre y limpia, y que los candidatos o sus representantes podrán observar los procedimientos en los recintos de votación. Además, se aceptarán quejas antes del conteo de los votos el sábado.

El presidente de la comisión electoral defiende el sistema político de Swazilandia, que prohibió los partidos políticos en 1973. "La gente cree que el gobierno gobierna por el consenso popular. Si los partidos políticos fueran permitidos, explotarían la ignorancia del pueblo", sostuvo.

"¿Dónde hay en Africa estabilidad en un sistema multipartidario?", arguyó. El sistema swazi funciona porque, dijo, los candidatos sólo representan a sus comunidades y por lo tanto pueden responder ante los votantes.

Una Comisión de Revisión Constitucional fue designada en 1996 con la tarea de redactar una constitución, pero un asesor del rey predijo que la comisión no recomendará la creación de una constitución y que no tomará una decisión en otros dos años.

Swazilandia está dividida en regiones bajo su sistema tinkundla de gobierno. Los candidatos son nominados en cada jefatura tribal para representar a su distrito.

Esto otorga un poder extraordinario a los jefes, que tienen autoridad por sobre cada aspecto de las vidas de sus súbditos, como entregar un certificado de nacimiento, pasaporte o tierra para arar.

Algunos jefes no han dudado en utilizar su poder, en un intento por influir en las elecciones. Al menos uno amenazó a sus ciudadanos diciendo que si no votaban, serían considerados enemigos del rey. El rey Mswati III indignó a la oposición cuando dijo que quienes no votan no son "verdaderos swazis".

Otro jefe dijo a sus súbditos por quién tenían que votar, lo cual obligó a Thwala a amenazar con detener a los jefes que interfieren en el proceso electoral.

Las elecciones son polémicas desde hace un tiempo. El plazo para el registro de votantes debió ser extendido varias veces, a causa del bajo número de personas registradas. Además, las elecciones primarias se pospusieron menos de 24 horas antes de la votación. Thwala alegó que no había suficientes hojas de votación. (FIN/IPS/tra-en/jb/pm/lp/ip hd/98

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