/BOLETIN-DD HH/ SIERRA LEONA: Gobierno ejecuta a 24 militares golpistas

El gobierno de Sierra Leona ejecutó a 24 militares por colaborar con el golpe de Estado que lo derrocó en 1997, pese a los pedidos de clemencia de la comunidad internacional.

El presidente Ahmed Tejan Kabbah, cuyo gobierno civil fue derrocado en mayo de 1997 por un golpe de Estado que impuso una dictadura militar, sólo perdonó a 10 soldados al conmutar sus sentencias de muerte por prisión perpetua.

Kabbah, quien recuperó el poder en marzo de este año tras la expulsión de la dictadura por fuerzas de ECOMOG, el brazo militar de la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental, encabezadas por Nigeria, defendió enérgicamente las ejecuciones cumplidas el lunes pasado por un pelotón de fusilamiento.

La decisión de cumplir la pena capital consideró "el grado de participación (de los reos) en la planificación, instigación y ejecución de la rebelión del 25 de mayo de 1997… y los abusos de derechos humanos perpetrados contra el pueblo de este país", declaró Kabban en un mensaje a la nación tras las ejecuciones.

"Estas acciones se adoptaron no como un acto de venganza, sino para disuadir a futuros aventureros militares de hacer lo mismo y también para proteger la vidas y los bienes" de los ciudadanos de Sierra Leona mediante la defensa de la ley, agregó.

Varios países y organizaciones de derechos humanos solicitaron clemencia a Kabbah antes de que se realizaran las ejecuciones. Gran Bretaña, que gobernó Sierra Leona hasta su independencia en 1961, declaró que las ejecuciones "no son un buen augurio para la reconciliación" de este país.

"El uso de la pena de muerte no ayudará al proceso de reconciliación de Sierra Leona", expresó la semana pasada la organización Amnistía Internacional, con sede en Londres, que también solicitó a Kabbah que conmutara la sentencia.

La única organización de Sierra Leona que se opuso a las ejecuciones es el grupo no gubernamental Prison Watch. Su secretario general, Paul Allen, expresó su profunda preocupación por la medida.

"Escribimos una carta al presidente Kabbah instándole a aplicar la clemencia y conmutar las sentencias, pero parece que nuestros ruegos no fueron atendidos", dijo Allen a IPS este martes.

La mayor parte de la población reaccionó con agrado ante las ejecuciones. "Las fuerzas de la dictadura me cortaron las manos con machetes, destruyeron mi casa y mataron a cuatro integrantes de mi familia en mi presencia", aseguró Saur Pessima, habitante de la oriental localidad minera de Kono.

"Creo que es correcto que hayan pagado por sus crímenes con sus vidas", opinó.

"Vi a soldados de la dictadura quemar vivos a niños y mujeres, y en un caso, cinco niños pequeños fueron arrojados al agua hirviendo mientras sus madres eran obligadas a verlo", sostuvo Mariama Kamara, del norteño distrito de Bombali, quien también perdió una mano.

Kabbah reiteró el lunes pasado su ofrecimiento de amnistía a los soldados de la dictadura que aún luchan en este país y dijo que deben aprovechar el programa de Desmovilización, Desarme y Reintegración dirigido a los ex combatientes.

El programa es auspiciado por la comunidad internacional y supervisado por ECOMOG y observadores militares de la Organización de las Naciones Unidas. (FIN/IPS/tra-en/lf/mn/aq-ml/ip-hd/98

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