/BOLETIN-DD HH/ CHILE: Gobierno quiere retiro político definitivo de Pinochet

La posición oficial del gobierno de Chile es que el general Augusto Pinochet "se vaya a su casa" y deje toda actividad política una vez solucionada la crisis por su arresto en Londres, dijo el canciller José Miguel Insulza.

En una rueda de prensa con corresponsales de prensa extranjera que tuvo un abrupto desenlace, Insulza confirmó que el gobierno del presidente Eduardo Frei explora la posibilidad de pedir la repatriación del ex dictador por "razones humanitarias".

Pero precisó a renglón seguido que esto no implica abandonar las otras vías, como los reclamos de inmunidad diplomática para Pinochet en Gran Bretaña y de incompetencia de los tribunales de España para pedir su extradición y juzgarlo en ese país.

Insulza reclamó permanentemente igualdad para los países grandes y pequeños en el derecho internacional y estimó que la crisis desatada por el caso Pinochet es una involución de la transición chilena, con una institucionalidad que sin embargo saldrá fortalecida de este episodio.

El viernes se cumplió una semana del arresto preventivo del general retirado en una clínica de Londres, ordenado por la justicia británica a solicitud del juez español Baltasar Garzón, quien investiga cargos por genocidio y terrorismo internacional contra el ex dictador.

Pinochet, quien cumplirá 83 años en noviembre y es senador vitalicio desde marzo de este año, gobernó Chile entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990, período en que se produjeron en 3.190 casos de asesinatos políticos y desapariciones forzadas.

La reunión de Insulza con la prensa extranjera terminó abruptamente, luego de unos 45 minutos, cuando el canciller se indignó por la pregunta de un corresponsal alemán sobre el "precio a pagar por el negocio" de la liberación del ex dictador.

El periodista aludía a la negociación política, pero su falta de vocabulario y supuestos comentarios sobre una confluencia de Insulza con la oposición derechista causaron la molestia del canciller, quien puso término a la rueda de prensa tras disculparse con los demás corresponsales.

"Yo soy el vocero del gobierno chileno en este caso", subrayó Insulza al dejar establecida la posición oficial de que Pinochet, en un gesto de reciprocidad, debería abandonar todo protagonismo político si prosperan las gestiones para impedir su extradición a España.

El ministro ratificó los criterios del presidente Eduardo Frei, quien en una intervención por la red nacional de televisión y radio dijo en la noche de este jueves que el gobierno chileno "defiende principios, no a personas determinadas".

En ese sentido, reiteró que los tratados internacionales vigentes avalan la inmunidad diplomática que el gobierno concedió a Pinochet y no dan legalidad ni al arresto del ex dictador ni a su enjuiciamiento en otro país.

Comentó que estos aspectos serán diferentes una vez que cobre vigencia el Tribunal Penal Internacional, creado en septiembre en Roma, pero recordó que este instrumento no tendrá carácter retroactivo.

Pinochet viajó a Londres como "embajador extraordinario" con una "misión especial", invitado por una fábrica de armamentos, dijo Insulza, quien confirmó antecedentes al respecto difundidos en Gran Bretaña y que el gobierno chileno mantenía en reserva.

El motivo central del viaje, según se conoce, fue el propósito del ex dictador de hacerse operar de una hernia discal en el centro médico London Clinic, donde fue arrestado cuando completaba su primera semana de convalescencia.

El vicecanciller Mariano Fernández llegó este viernes a Londres para explorar personalmente las diversas vías de liberación de Pinochet, entre las cuales tiende a predominar la repatriación por "razones humanitarias", atendiendo a la avanzada edad y la delicada salud del ex dictador.

"Yo no me comparo con Pinochet. Nosotros somos demócratas. No acepto que me pidan hacer con él lo mismo que él hizo", señaló Insulza al justificar la gestión humanitaria en favor de un ex dictador que atropelló los derechos humanos.

El canciller, un militante del Partido Socialista que estuvo exiliado más de 14 años en México, señaló que muchos de sus amigos fueron asesinados por la represión dictatorial y justificó el júbilo por el arresto de Pinochet de los familiares de los desaparecidos.

Insulza dijo que la resolución del Parlamento Europeo, que por 184 votos a favor, 12 en contra y 14 abstenciones, pidió la extradición de Pinochet a España, es coherente con la solidaridad que ese órgano tuvo siempre con la democracia en Chile.

Sin embargo, se declaró molesto por la forma en que votaron los eurodiputados, apuntando con su pulgar hacia abajo "al estilo de los emperadores romanos", lo cual, dijo, "hiere no sólo a los partidarios de Pinochet, sino a todo este país".

Desde una perspectiva política, el gobierno "no quiere a un Pinochet mártir, sino que vuelva a Chile y nos deje cerrar nuestras heridas" del pasado dictatorial, dijo el canciller.

"Queremos que el general Pinochet de una vez por todas se vaya a su casa. Si se hubiera ido en 1989 (tras su derrota en el plebiscito presidencial de 1988) no habría pasado nada de esto", subrayó Insulza. (FIN/IPS/ggr/ag/hd-ip/98

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