Las fuertes lluvias y las inundaciones que afectaron a partes de Sudán desataron una epidemia de malaria que ya costó la vida a miles de personas en este país del nordeste de Africa.
Un médico de Jartum dijo a IPS este martes que "más de 10 personas" mueren diariamente de malaria sólo en el principal hospital estatal de la capital. La epidemia también se cobra todos los días una cantidad sin confirmar de vidas en el norte y este de Sudán.
El ministro de Salud Pública, Mahdi Babio Nimir, solicitó este martes la ayuda internacional para combatir la epidemia, a la que calificó de principal causa de muerte en este país.
Babio pidió a organizaciones no gubernamentales y países amigos que ayuden a Sudán a lanzar una campaña nacional contra la malaria.
Sólo Egipto y Kuwait enviaron medicinas. El ministro de salud pública egipcio, Ibrahim Salem, dijo que médicos de su país se encuentran trabajando en zonas de Sudán afectadas por las inundaciones.
"Nuestro presidente Hosni Mubarak envió personalmente esta asistencia al pueblo sudanés, que no tiene nada que ver con las malas relaciones reinantes entre los gobernantes de ambos países", declaró Salem a la prensa de Jartum el lunes.
Las relaciones entre El Cairo y Jartum se encuentran deterioradas desde que Mubarak sufrió en 1995 un intento de asesinato por fundamentalistas islámicos en la capital de Etiopía. Egipto acusó a Sudán de tener responsabilidad en el atentado, pero Jartum negó participación alguna en el hecho.
Kuwait, que cesó las relaciones diplomáticas con Sudán luego de que Jartum apoyara la invasión de Iraq a su territorio en 1990, envió "toneladas de medicinas" que llegaron a este país la noche del lunes.
Tanto Egipto como Kuwait respondieron al pedido de ayuda luego de que altos funcionarios sudaneses criticaron la falta de solidaridad de los dos países.
"Enviamos más de un avión, cargados con diversos elementos, a Egipto durante la crisis que padeció por el terremoto de 1992. ¿Por qué vacila El Cairo cuando nos toca a nosotros?", preguntó Ahmed Abdul Wahab, director de la ayuda humanitaria de Sudán.
El año pasado, cifras del gobierno revelaron que más de 30 por ciento de los casos de enfermedad en este país se debieron a la malaria.
La malaria, que provoca ataques de fiebre y frío, es transmitida por el mosquito y está limitada en su mayoría a zonas tropicales y subtropicales.
Nimir solicitó a los médicos sudaneses en el exilio que vuelvan al país y ayuden a paliar la crisis actual.
Según fuentes del ministerio de salud pública, más de 70 por ciento de los médicos huyeron de Sudán luego de que en junio de 1989 el régimen fundamentalista islámico del teniente general Omar Hassan al Bashir derrocó al gobierno del primer ministro Sadiq al Mahdi.
El doctor Al Fatih Mohamed Malek, director de la Administración de Medicina Preventiva de Jartum, advirtió que una epidemia de cólera se desatará en la capital "en cuestión de días", si no ceden las inundaciones.
Informes del norte del país indican que las inundaciones arrasaron las carreteras que vinculan a la localidad de Abu Hamed con el resto de Sudán, lo que impide que las organizaciones no gubernamentales y el gobierno entreguen alimentos y medicinas a las víctimas.
El gobierno tiene intención de trasladar a la población de la zona a otros lugares donde puedan recibir alimentos, agua potable y medicinas. (FIN/IPS/tra-en/nb/mn/aq/he-dv/98