/REPETICION/AMERICA LATINA: Caída de precios con perfume de recesión

Brasil tuvo en agosto su segundo mes consecutivo de deflación, lo cual ya no se celebra como un logro antiinflacionario, sino más bien se lamenta como síntoma de una amenazante recesión.

El panorama del índice de precios al consumidor (IPC) en América Latina, que recoge regulamente IPS, mostró en el pasado mes otro caso de deflación en El Salvador, además de inflación cero en Argentina y tasas inusualmente bajas en Colombia y Honduras.

En términos anuales, Venezuela y Ecuador se mantuvieron con los índices de inflación más altos en la región hasta agosto, mes que trajo también un incremento inflacionario para Costa Rica y Paraguay.

Brasil tuvo en julio una deflación de 0,38 por ciento y en agosto el índice negativo fue de 0,17, para sumar en los ocho primeros meses del año una inflación de sólo 0,95 por ciento, la más baja de América Latina según la información disponible.

Herón do Carmo, responsable de mediciones inflacionarias de la Universidad de Sao Paulo, advirtió que si en septiembre persisten los índices deflacionarios ya no cabrá sino hablar directamente de recesión.

La economía de Brasil, la mayor de América Latina, es junto a la de Venezuela la que más sufre hoy los embates de la crisis internacional, con presiones que apuntan a una devaluación de su moneda, el real.

Los problemas bursátiles y financieros que comenzaron en el sudeste asiático en 1997 y siguieron este año en Japón y Rusia para amenazar hoy a los latinoamericanos, no tienen sin embargo un efecto inflacionario uniforme en toda la región.

En algunos países que mantienen mercados cambiarios más flexibles y donde se han dado devaluaciones de hecho, los precios tienden a aumentar por la mayor cantidad de gasto en divisas que demandan las importaciones.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), entre octubre de 1997 y mayo de este año, los países que vieron sus monedas más depreciadas fueron, en el mismo orden, Paraguay, Chile, República Dominicana, Ecuador, Brasil, Perú, Barbados, Argentina y Uruguay.

En Paraguay, donde el guaraní se devaluó en el período señalado en casi 20 por ciento, la inflación anualizada llegó en agosto a 13,6 por ciento, tasa que duplica al IPC de 6,2 por ciento que el país tuvo en 1997.

Chile, con una depreciación del peso de siete por ciento entre octubre y mayo, es también el país latinoamericano que más exporta a Asia, con 32 por ciento de sus envíos, y además uno de los principales importadores desde esa región.

Los incrementos del precio del dólar que acompañan las ya rutinarias caídas bursátiles tendrán en el corto plazo un impacto negativo sobre los planes antiinflacionarios, según anticipó la semana pasada el presidente del Banco Central, Carlos Massad.

Massad dijo que será imposible alcanzar en diciembre la meta de inflación anual de 4,5 por ciento, aunque no descartó que ese registro se logre en los primeros meses de 1999.

Chile, que tuvo en 1997 una inflación de seis por ciento, registra hasta agosto último una tasa anualizada de 5,2 por ciento y en los primeros ocho meses del año un IPC acumulado de 2,7 por ciento.

Al tenor de las previsiones de Massad, en el último trimestre del año pesará más en la economía la presión al alza del dólar que las rigurosas medidas de contención del gasto público, que comenzarían a tener un mayor efecto sólo en 1999.

Situaciones más o menos similares a la de Chile podrán darse en otros países latinoamericanos, según se desprende del último informe de Cepal, que cambió el tono optimista con que a comienzos de año pronosticaba para 1998 una inflación regional de un dígito.

El último trimestre será entonces decisivo, no sólo para medir el impacto de la crisis en América Latina y sus repercusiones para 1999, sino también en la clarificación del panorama inflacionario.

En términos generales, y según los resultados hasta agosto, los países que este año bajarían sus tasas de inflación con respecto a 1997 son Bolivia, Brasil, Chile, Guatemala, Panamá y Uruguay. Habría aumentos de precios al consumidor en Argentina, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Nicaragua, Paraguay y Perú.

Las tasas se mantendrían más o menos estables en El Salvador, Honduras, México y Venezuela, país este último que sigue mostrando la mayor inflación anualizada de la región, con un índice a agosto de 36,4 por ciento. (FIN/IPS/ggr/ag/if/98

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