El racismo y la xenofobia avanzan en todo el planeta, en especial en el Norte industrial, advirtió la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a la Asamblea General del foro mundial.
"El neofascismo y el neonazismo ganan terreno en muchos países, sobre todo en Europa", indicó Maurice Glele-Ahanhanzo, relator especial de la Comisión.
El aumento del racismo se refleja en los avances electorales de partidos de extrema derecha en Australia, Austria, Bélgica, Francia, Alemania, Italia y Noruega, explicó.
Esos partidos promueven la xenofobia, los ataques a minorías étnicas, nacionales y religiosas, y la "pureza racial" en los países en los que actúan, dijo.
Además, la cantidad de grupos de inspiración racista en Estados Unidos aumentó 20 por ciento desde 1996, agregó.
En su último informe a la Asamblea General de la ONU, que consta de 10 páginas, Glele-Ahanhanzo señaló que "este creciente poder de partidos de extrema derecha es preocupante".
El partido One Nation, de Australia, caracterizado por su hostilidad hacia inmigrantes y aborígenes, obtuvo 23 por ciento de los votos en las elecciones parlamentarias del estado de Queensland este año, indicó.
En Austria, el Partido Liberal fue votado por 22,6 por ciento de los electores y tiene 41 miembros en el parlamento. En Francia, el Frente Nacional de Jean Marie Le Pen obtuvo 15 por ciento de los votos en varias elecciones y su influencia crece, afirmó.
El relator especial de la ONU señaló que en Italia, la Alianza Nacional se alzó con 15,7 por ciento de los sufragios y tiene 53 parlamentarios, mientras que el Partido del Progreso en Noruega es la segunda fuerza del país, con 22 por ciento de los votos y 41 legisladores.
En Alemania, el Deutsche Volksunion conquistó a 13,2 por ciento de los electores y 16 bancas en las elecciones regionales, informó Glele-Ahanhanzo. Y el Flemish Vlaams Blok consiguió 12,3 por ciento de los votos en Bélgica, alcanzando representación en varios cuerpos legislativos.
El informe a la Asamblea General puntualizó que el gobierno de Francia rechazó 70.000 de las 150.000 solicitudes de regularización de la condición de los inmigrantes.
En una encuesta de opinión de la Comisión Nacional sobre Derechos Humanos, 38 por ciento de los franceses dijeron ser abiertamente racistas, 27 por ciento manifestaron que hay demasiados negros en Francia, y 56 por ciento afirmaron que hay demasiados árabes, según el estudio.
El informe recomendó altertar sobre estas tendencias a las "organizaciones internacionales y no gubernamentales de opinión pública, que en general parecen solo prestar atención a los conflictos ya declarados o a manifestaciones violentas de fascismo o xenofobia".
Estos partidos de derecha "explotan un clima económico y social caracterizado por el temor y la desesperación, aumentados por los efectos combinados de la globalización, las crisis de identidad y la exclusión social", dijo el relator de la ONU.
Estos grupos disfrazan su imagen para "disimular su preferencia por el racismo y la xenofobia", agregó.
El estudio cita un artículo de Le Monde Diplomatique de abril de 1998 según el cual "por motivos puramente electorales, los partidos tradicionales de derecha adoptan cada vez más los lemas de la extrema derecha" y "algunos jóvenes son receptivos a las consignas xenofóbicas".
El informe a la Asamblea General de la ONU consideró a la red mundial de computadoras Internet uno de los grandes proveedores de racismo, con "más de 200 sitios que diseminan propaganda racista".
Glele-Ahanhanzo propuso que se estudien medidas legales y voluntarias que puedan tomar los estados para prohibir la diseminación del racismo en la Internet.
También dijo que el resurgimiento de la extrema derecha en Europa promueve las ideas antisemitas detrás de actos como los ataques en abril contra una sinagoga en Riga, Letonia, y en julio contra un cementerio en Orange, Francia.
"Este resurgir de las manifestaciones antisemitas violentas demanda un aumento de la vigilancia y una toma de conciencia respecto del peligro", notó el estudio.
El informe observó un aumento de la discriminación contra inmigrantes y trabajadores migrantes, tanto en el mundo industrial como en los países en desarrollo.
"El problema de los trabajadores migrantes también existe en Africa. Algunos países organizan viajes de repatriación a gran escala, o retienen a los trabajadores en campamentos antes de deportarlos", explicó Glele-Ahanhanzo.(FIN/IPS/tra-en/td/di- mj/ip