ASIA: La "madre ideal" es capacitada e independiente

La "madre ideal" de las asiáticas es una mujer exitosa en su carrera, ocupada con otras cosas fuera de los deberes maternales, pero además controladora de su hogar y celosa en el cuidado de sus hijos, reveló un nuevo estudio.

Muchas madres asiáticas sienten tristeza e insatisfacción ante la certeza de que su vida podría ser mejor, destacó la agencia de publicidad Ogilvy & Mather, que realizó una investigación sobre "Las madres de Asia y el aumento de sus expectativas".

El estudio fue realizado con el propósito de precisar las necesidades de las madres asiáticas como objetivo de estrategias de mercadeo, pero también contiene revelaciones interesantes sobre las ideas y ambiciones de las mujeres en esta región del mundo.

Para realizar el estudio, la agencia seleccionó 198 grupos objetivo en 22 ciudades de China, Corea del Sur, Filipinas, Hong Kong, India, Indonesia, Japón, Malasia, Singapur, Sri Lanka, Taiwan y Tailandia.

Ogilvy & Mather utilizó los resultados para elaborar el perfil de lo que considera como el retrato que hacen las mujeres asiáticas de una madre feliz.

La "madre ideal" de las asiáticas, además de una profesional exitosa, es organizada, controladora y capacitada. Aunque puede contar con ayuda para las tareas de la casa, no descuida sus deberes maternales y mantiene una relación estrecha con sus hijos.

El estudio señala además que las madres asiáticas parecen demasiado dispuestas a sacrificar su propia identidad, si eso fuera necesario, para mantener unida la familia, garantizar los estudios de sus hijos o apoyar a sus maridos en el trabajo.

Por otra parte, consideran que sus propios logros y su contribución a la familia y a la sociedad no son apreciados ni retribuidos en forma adecuada.

"No quisiera reencarnarme en un hombre… pero me gustaría ser el marido de mi actual marido", declaró una de las mujeres entrevistadas en Nueva Delhi.

"En Asia las sociedades continúan privilegiando a los hombres en muchos campos, pasando por la educación, los salarios y la conducta sexual", sostiene el informe.

Agrega que "la sociedad espera que las mujeres sean tranquilas y sumisas", aunque esta tendencia es menor en lugares como Hong Kong y Filipinas, y que "las madres dan por sentado que para cumplir con su papel deben hacer numerosos sacrificios".

Pero si bien el apego a las tradiciones hace la vida más fácil para las mujeres que aceptan sin protestar su inmenso caudal de responsabilidades, esto no significa que las madres no tengan deseos ocultos o ambiciones personales.

Como parte del estudio, se mostraba a las entrevistadas fotografías para que eligieran aquellas en las cuales consideraban reflejado su ideal de felicidad. La mayoría eligió las que representaban libertad, espacio e independencia.

Una de ellas fue Watcharee Muthasathearn, una madre trabajadora de Tailandia, que cocina, viste a los niños, les da el desayuno y los deja en la escuela antes de partir a su trabajo en un banco, de nueve de la mañana a cinco de la tarde.

Después del trabajo, esta mujer de 38 años hace las compras, cocina la cena y lava los platos. Los fines de semana lava la ropa de su marido y los niños, y realiza visitas protocolares y obligatorias a sus parientes.

"Amo a mis dos hijos por encima de todo lo demás, pero algunas veces me gustaría poder ir a algún otro lugar, dejando todo detrás para ser yo misma", manifestó Watcharee.

Una madre japonesa comentó a los investigadores que "quisiera tener coraje para poder hablar" cuando desea algo.

Incluso las mujeres filipinas, que según los investigadores tienen una visión positiva de sí mismas, de sus oportunidades y de su situación en el hogar, revelaron frustraciones y temores similares a las de otros países asiáticos.

Sin embargo, hay algunas señales de cambio.

Aunque la mayoría de las madres asiáticas rechaza la posibilidad de sacrificar la unión familiar para obtener su independencia, los investigadores dijeron que hay crecientes manifestaciones de autoestima entre un grupo de elite, el de las profesionales que trabajan.

En este grupo, las mujeres se creen capaces de sobrevivir solas si fuera necesario, en contraste con la visión tradicional según la cual los maridos son los proveedores de la familia.

Una madre trabajadora de Bangkok declaró a los investigadores que ella nunca pensó en depender financieramente de su marido. "Tengo que ser capaz de ganarme la vida", dijo. (FIN/IPS/tra-en/pd/cb/js/lc-ml/pr/98

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