Grupos defensores del ambiente acusaron al gobierno de Estados Unidos de ceder a presiones de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y debilitar regulaciones diseñadas para salvaguardar a las tortugas marinas.
El Departamento de Estado de Estados Unidos presentó el año pasado nuevas normas para proteger a las tortugas marinas de ser atrapadas en redes de caza de camarones, pero varias organizaciones no gubernamentales abrieron juicio alegando que las reglas no brindan protección suficiente.
Los ambientalistas afirman que las nuevas leyes sufrieron la influencia en abril de una decisión de un panel de la OMC según la cual las leyes existentes en Estados Unidos sobre las redes de camarones violaban las reglas de libre comercio.
Todd Steiner, director del Proyecto de Restauración de Tortugas Marinas en el Instituto Isla Tierra, con sede en California, consideró inadmisible que Estados Unidos base su política "en sugerencias de un órgano externo".
El Departamento de Estado afirma que sus nuevas reglas no son resultado de la decisión del panel de la OMC. Stuart E. Eizenstat, director de asuntos económicos, empresariales y agrícolas, dijo que las nuevas normas son una respuesta a una decisión tomada en junio por una corte federal.
La decisión revirtió una norma de 1995 según al cual todos los países que vendieran camarones a Estados Unidos debían utilizar dispositivos que excluyeran a las tortugas.
Estos dispositivos impiden que tortugas amenazadas de extinción queden atrapadas en las redes de camarones y se ahoguen. Sin el uso de esta tecnología de protección, más de 150.000 tortugas se ahogan en redes de camarones en todo el mundo cada año, afirman grupos ambientales.
De las siete especies de tortugas marinas en el mundo, seis están en la Lista de Especies en Peligro de Estados Unidos. Sin embargo, las siete están cubiertas por la Convención de las Naciones Unidas sobre Comercio de Especies Amenazadas de Flora y Fauna (CITES), que prohibe la compra y venta de esas especies.
Normas anteriores de Estados Unidos, fijadas en 1996, requerían que cada país que vendiera camarones a Estados Unidos estableciera políticas nacionales y prácticas con el uso de Dispositivos de Exclusión de Tortugas.
Las nuevas reglas no requieren que países extranjeros establezcan regulaciones para proteger a las tortugas.
Peter Fugazzoto, director asociado del proyecto Isla Tierra, dijo que las normas anteriores dieron a otros países un incentivo económico para aprobar regulaciones exigiendo el uso de dispositivos, y condujeron a programas de capacitación técnica para pescadores de camarones.
Como resultado de la antigua ley de importaciones de Estados Unidos, 16 países, incluyendo todos los de América Central y China, adoptaron regulaciones internas requiriendo el uso de Dispositivos de Exclusión de Tortugas.
Grupos ambientalistas iniciaron una acción legal ante la Corte de Comercio Internacional de Estados Unidos, con la meta de obligar al gobierno a que vuelva a normas que exijan los dispositivos de exclusión. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/lp/en/98