El nuevo gabinete de 31 miembros de Nigeria inició esta semana su gestión, mientras la población vigila si el general Abdusalam Abubakar mantiene su promesa de entregar el poder a un gobierno democrático en mayo de 1999.
Sólo ocho de los nuevos ministros sirvieron en el régimen del ex dictador Sani Abacha, fallecido en junio, pero los demás no son extraños a la casa de gobierno.
Los ministros "saben lo que está en juego (…) No creo que el jefe de Estado haya dejado dudas sobre lo que espera", dijo un analista del gobierno, y destacó la instalación de un comité de supervisión para evaluar la gestión.
El nuevo jefe del gabinete de Finanzas, Ismaila Usman, parece tener una tarea hercúlea ante sí. Deberá volver a colocar la economía en su senda, y además enfrenta una miríada de escándalos de corrupción, incluyendo el abuso de fondos en el Banco Central, del que fue vicegobernador.
Usman fue suspendido por Abacha cuando intentó investigar gastos injustificados de las divisas del país. "Con él a la cabeza, deberá haber sanidad en el Banco Central y los gastos del gobierno", predijo un economista.
Mamman Kontagora, general retirado conocido por sus firmes principios, se ocupa del Territorio de la Capital Federal, donde se encuentra Abuja, la capital.
El territorio era administrado por el teniente general Jeremiah Useni, cercano aliado de Abacha. Abubakar disolvió el gabinete de Abacha, a quien sustituyó tras su muerte, y desplazó a Useni.
En una decisión para demostrar su compromiso con la transparencia antes de dejar el gobierno, el general Abubakar eliminó el Ministerio de Recursos Petroleros y creó una Asesoría Especial en la presidencia para controlar al Directorio de Recursos del Petróleo.
Con el ex ministro Dan Etete, la industria del petróleo sufrió problemas sin precedentes. El ministerio estuvo ligado a prácticas corruptas y el país, a pesar de tener una de las mayores industrias petroleras del mundo, padecía constante escasez.
Las cuatro refinerías del país tienen una capacidad combinada de 445.000 barriles diarios, pero las colas para la compra de combustible eran frecuentes durante la dictadura de Abacha.
Durante la ceremonia de asunción de los ministros el fin de semana, Abubakar advirtió a los nuevos ministros no involucrarse en la corrupción.
"Mi administración es consciente de la idea del público de que las designaciones del gobierno ofrecieron una oportunidad para adquirir enorme riqueza a través de medios ilegales. Mi mandato no estará asociado con esas prácticas corruptas", aseguró. (FIN/IPS/tra-en/ro/pm/lp/ip/98